Fear The Walking Dead cada vez se parece más a su serie madre. Y no lo digo porque haya mejorado o porque haya apostado por un grupo más grande de desconocidos en lugar de mantener con vida a la misma familia. La segunda parte de la cuarta temporada de Fear The Walking Dead no podía ser más calcada a la segunda parte de la cuarta temporada de The Walking Dead.
La separación de los grupos es algo que nos viene bien. La decisión de romper el núcleo dramático y separarlos en pequeños focos nos ayuda a conocer más a los personajes, y eso es un hecho. Lo defendimos en The Walking Dead porque pudimos conocer en profundidad a personajes como Beth o Tyresse; y lo defendemos ahora por darnos información sobre June, John y Althea. Lo que no defendemos es que basen el reencuentro en una serie de mensajes escritos en cajas a lo largo de la carretera; del mismo modo que Rick y los demás seguían las señales de la vía del tren en dirección a Terminus. Y lo podéis intentar vender como guiño, paralelismo u homenaje pero desde aquí vemos comodidad y vagancia.
Pero ahora, vayamos por partes. Luciana es la que peor parada ha salido de la separación y el problema le ha venido por estar sola. ¿Cómo podemos conocer a un personaje si no tiene a nadie con quien hablar? Pues ponemos a un moribundo superviviente para que Luci nos pueda demostrar cómo la muerte de Nick le ha afectado. Es curioso que este personaje se haya pasado parte de la temporada 3 y de la temporada 4 desparecida. Es como si no supiesen qué hacer con ella y le venga bien darse un paseo más largo que el de los demás.
Luciana ha basado su episodio en intentar encontrar una cerveza para su nuevo amigo. Supongo que este es otro guiño a cuando Beth y Daryl buscaban vodka. Fuera como fuese, la "viuda" de Nick intenta hacer sentir al hombre un poco mejor antes de su inevitable muerte, y todo porque en su momento no pudo hacer nada por ayudar a Nick. Por lo menos este desarrollo tiene coherencia. ¿El hombre al que ayuda? El pionero de la idea de las cajas. Terminamos con Luciana reuniéndose con Morgan y sus nuevos amigos.
Otros que llevaban tiempo desaparecidos son Victor y John. La pareja ha estado atrapada porque eran incapaces de cruzar un río. Y es normal, en el río había un cocodrilo enorme que se zampaba caminantes y humanos (si los hubiese pillado). La verdad es que la situación parecía propia de películas como Anaconda o Pirañas 3D, pero nos ha permitido ver la fe ciega de John (otra vez) y, sobre todo, nos ha dejado ver el dolor de Victor aunque trate de enterrarlo bajo litros de ironía y alcohol. Su compañera de borracheras no está. Su pilar en la serie, Madison, ha muerto y no puede sentirse más solo.
El resto del grupo se limita a buscar a Quinn, aquel amigo que hizo June en el episodio anterior y que muy a su pesar ha terminado formando parte de las vacaciones de la villana de la serie. Convertido en caminante y maniatado en el tanque de Althea. Sigo sin entender la filosofía de esta misteriosa mujer. Defiende una tesis de que los caminantes son más fuertes porque es a lo que estamos destinados a ser. Incluso mata a al gente para ayudar con la transición y no para de llamar débiles a Morgan y el resto por querer ayudar a la gente. Si tan débil es ser humano, ¿por qué no se suicida? Necesito más información para poder entender su posición como antagonista y poder juzgar sus actos. De momento es rara y ya.
El episodio ha terminado con esta señora atacando como una salvaje al camión en el que van todos los protagonistas (menos John, Victor, Alicia y Charlie). Precisamente estas dos últimas estaban en pleno reencuentro "telefónico" con Morgan cuando han sido interrumpidos por la nueva mala. ¿Morirá alguien del convoy o se habrán agachado a tiempo? Sinceramente, espero que ocurra lo primero, que llevamos demasiado tiempo tranquilos.
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