La parada obligatoria post huracán de esta semana nos lleva hasta la pareja formada por June y Althea, dos de los personajes más enigmáticos de la serie y por tanto, unos de los pocos a los que estábamos deseando desgranar. Por desgracia, lo que nos han aportado ha sido tan débil como el título del episodio y han tenido que ser acompañadas por Morgan y sus nuevos amigos y por la misteriosa villana de esta segunda mitad de temporada.
Nuestra siempre sospechosa amiga June/Laura/Naomi está pasando por un proceso de auto-descubrimiento. Sus idas y venidas a lo largo de su aventura apocalíptica han dejado mellada la personalidad de una June que no sabe ya quién es. Las películas que se ha montado y los relatos que ha narrado a los distintos supervivientes con los que se ha encontrado han dejado su "yo" real descolocado y muy débil. Vivir en una constante mentira consigue que acabes viviendo tan intensamente tus propias fantasías que admitir quien eres, lo que has hecho y sobre todo, aprender que lo que puedes tener en un futuro es algo que te mereces.
Es precisamente su futuro lo que más le preocupa. Su futuro es John. Y, como demuestran las cintas de Althea, en ningún momento tuvo la más mínima duda de que se iban a reencontrar. June considera que ella no hubiese podido tener tanta fe, y quizás por eso ahora está más abierta a cuidar y proteger de los demás. Para demostrar esa nueva faceta, le viene de maravilla que Althea coja una de esas gripes recurrentes en The Walking Dead y la obligue a moverse para encontrar una cura que no existe. Lo único que puede curar a la periodista es recuperar su convoy y sus cintas. Y casi mueren intentándolo. De momento, están en manos de la nueva villana anónima.
Lo que también va a morir es Quinn, un nuevo amigo que se encuentra June en una expedición y que acaba asesinado por la nueva enemiga. Eso sí, lo seguiremos viendo porque es una especie de Michonne que utiliza caminantes para matar.
Por su lado, Morgan sigue haciendo referencias a la serie madre que de algo tiene que vivir. Esta vez, nos ha remontado a cuando Rick estuvo cinco episodios hablando a un walkie-talkie sin recibir respuesta. Morgan hace lo propio esperando que alguno de sus ya no tan nuevos amigos le escuchen y sepan sus intenciones de viajar hacia el norte. En esas se pasa todo el episodio hasta que Althea y June consiguen oírle de pasada y terminan por unirse en un tiempo récord.
Lo que merece mención del señor del bastón ha sido una breve interacción con la villana invitándola a coger sus cajas. Será parte de un nuevo momento en el que Morgan entenderá que no se puede ir de bueno siempre. Vamos, lo que lleva haciendo toda la vida.
La semana que viene, será el turno de Luciana, John y Victor. Y un servidor ya está echando de menos a la protagonista de esta serie: ALICIA CLARK.
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