No hay semana en la que Riverdale no nos sorprenda con sus tramas, líos y enredos. En esta ocasión, nuestros protagonistas siguen abrazando la fantasía, el surrealismo y el mamarrachismo como si fuera lo único que tienen en la vida. En el episodio de esta semana, las elecciones escolares sirven como paralelismo de lo que se cuece en el Riverdale de los adultos mientras que los adolescentes juegan a las mafias, a las bandas callejeras y las operaciones de rescate.
Archie y Veronica están más unidos que siempre y lo demuestran presentándose a la presidencia del consejo escolar en conjunto, compitiendo contra Betty-Jughead y Josie-Reggie. Por un lado, el pelirrojo sigue bebiendo los vientos por Papá Lodge; debe ser que ha visto recientemente El Padrino y ahora quiere ser uno más. Mientras que Hiram se reúne con sus socios, estos le amenazan para quedarse con el veinticinco por ciento de Riverdale. Archie, que es un bocazas, les amenaza, pero estos se lo toman a broma y su suegro desea que se lo trague la tierra de la vergüenza que pasa. Archie decide reunir a sus queridos amigos del Círculo Rojo para convertirlos en el Círculo Oscuro, un mini ejercito al servicio de los Lodge, y decide vengarse de los socios de Papá Lodge explotando sus coche. Sí, Archie ahora es así. Por supuesto, Papá Lodge le recompensa con un coche para que su hija y él paseen. Por otro lado, Archie se olvida de acudir a la presentación de su padre como candidato a la alcaldía. Mama Andrews está muy enfadada y le da una charla existencialista que deja reflexionando al joven pelirrojo.
Betty y Jughead, junto con sus respectivos padres, deben enfrentarse al hecho de que el coche de la persona que asesinó Chic ha sido encontrado. La dueña, la novia del asesinado, ha aparecido en la ciudad y como Chic es un bocazas le da a entender lo que ha ocurrido. Betty y su madre deben enfrentarse a la desconocida y aceptar el chantaje. Para ello, Betty acude al banco. Es entonces cuando su madre le llama y le cuenta que ha aparecido el hombre del motel donde rescataron a Chic. Mamá Cooper está muy nerviosa y Betty no va a dejar que le ocurra nada. La joven vuelve a casa a pesar de que su madre le dijo que no lo hiciera, aunque Betty trae consigo a su novio y a Las Serpientes, que harán que los dos desconocidos huyan de Riverdale. Mamá Cooper se reconcilia con la panda de Southside y promete que nunca más les echará la culpa de lo malo que ocurra en Riverdale. Y después cae rendida ante los encantos de Papá Jones.
Y está semana en el episodio de The Veronica Show: un drama en un mar de perlas, la joven Lodge y Toni Topaz descubren donde está realmente Cheryl. Abuela Blossom se pone en contacto con la joven serpiente que, con la ayuda de Veronica y Kevin, consigue entrar en el reformatorio de las Hermanas de la Misericordia. Toni encuentra a Cheryl y se funden en un pasional y tierno beso. Los cuatro consiguen escapar de allí y Cheryl está lista para vengarse de todos.
Este episodio ha sido igual de intenso que el resto de la temporada y es que Riverdale consigue lo que pocas series: mantener el ritmo y la intensidad semana tras semana. Para ello recurren a la fantasía y al mamarrachismo como motor de las tramas, algo que todos agradecemos. Tras este episodio solo nos falta saber si Archie cambiará y volverá a ser el chico dulce y sencillo de la primera temporada, si Cheryl se vengará de su madre y de su tío y si Jughead se convertirá en presidente del instituto. Eso sí, primero tendremos que disfrutar del episodio musical de la semana que viene. Nosotros ya nos estamos dejando llevar por la fantasía.
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