Riverdale ha decidido que no quiere aminorar el ritmo de drama y mamarrachismo en sus episodios y ha demostrado que cada semana puede ir a más. Parece ser que Riverdale no quiere dejar ningún tema sin tratar y esta semana ha sido el turno para la masculinidad tóxica, las webcams sexuales y el genocidio de los nativos americanos. Estos temas a priori puede parecer que no encajan en absoluto con la serie, pero los guionistas consiguen dar un sentido, una cohesión y un propósito a estos temas para que encajen con las tramas de los personajes sin que sean temas añadidos gratuitamente.
En este episodio, Archie sigue jugando a los espías y su siguiente paso es ganarse la confianza de Hiram Lodge para averiguar todos sus trapos sucios. Hasta ahora ser el novio perfecto de Veronica no le ha valido, por ello la joven Lodge le anima a que se apunte al equipo de lucha del instituto donde su padre era una estrella. Nuestro pelirrojo preferido decide seguir el consejo de Veronica a pesar de no tener ni idea de luchar. Eso sí, con un par de clases se convierte en un profesional. Aquí es donde aparece, sin nombrarla, la masculinidad tóxica. Hiram negando a Archie su masculinidad mientras que Archie quiere ser más machito que Hiram. La pereza. Hiram le deja muy claro que nunca será suficiente para su hija a la vez que ignora los deseos de Veronica.
Por supuesto, Archie consigue entrar en el equipo lucha porque es el protagonista de la serie, si no de qué. Hiram, finalmente, recompensa por todo su esfuerzo a Archie con la oportunidad de realizar unas prácticas en su empresa. ¿Quién se aprovechará de quién?
Por otro lado tenemos a Betty, que sigue intentando que su padre acepte a Chip como lo ha hecho su madre. Pero esto no va a ser del todo fácil debido al pasado de su hijo. Chip les confiesa que en el motel donde vivía ejercía de prostituto para ganarse la vida. Está confesión parece que les da igual, pero cuando Hal descubre que Chip se dedica a las webcams porno no lo tolera y estalla en público. El señor Cooper debería replantearse sus prioridades. Betty sigue queriendo a su hermano y quiere que le ayude a tratar la oscuridad que tiene en su interior. A Chip no se le ocurre otra idea que enseñarle cómo funciona el mundo de las webcams.
Por último, Jughead descubre la verdad sobre el origen de Riverdale. El abuelo de Tony fue uno de los primeros Serpientes y le cuenta como el General Pickens masacró a toda la tribu Uktena que se asentaba donde está, actualmente, Riverdale. Esto provoca en Jughead el rechazo de la fiesta local y un ataque a los orígenes de Los Serpientes. A través de un artículo en el periódico y una protesta en la fiesta intentará que Riverdale se responsabilice de la masacre. Esto no le sale del todo bien, ya que un resabiado Hiram corta el discurso de Tony. Hiram alaba a los Uktena y a la diversidad cultural que existe en Riverdale y cree que, por todo ello, deberían mantenerse unidos, a la vez que alaba que los jóvenes luchen por las injusticias sociales e históricas. A Jughead no le hace demasiada gracia y su cara de venganza vuelve a salir a la luz.
Riverdale sigue creciendo a un ritmo constante y sin dejar indiferente a nadie. Además, parece que poco a poco los personajes de Josie y Kevin van encontrando su hueco en las tramas. Solo falta que tengan unas tramas propias y potentes que aporten diversidad a la narrativa principal.
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