Riverdale ha vuelto tras el parón navideño con más fuerza que nunca. Como todos sabemos, Riverdale nunca se ha conformado con ser una serie adolescente donde el petardeo y los triángulos amorosos sean los protagonistas. Riverdale va más allá y quiere ser todo a la vez. En esta segunda mitad de temporada, la serie ha decidido ser un thriller político donde los tejemanejes de los Lodge con la alcaldesa McCoy se cruzan con la aparición de un agente de FBI que utilizará a Archie como su espía personal.
Con el cierre del instituto de Southside, los Serpientes son recolocados en el instituto de Riverdale, lo que no hace especial gracia a Reggie y a Cheryl a.k.a. Barbie Fascista, quienes iniciarán una campaña para acabar con ellos. Jughead ha pasado de renegar y odiar a los Serpientes a ser un fiel y un fanático de la banda. Y no permitirá que les despojen de sus cazadoras de polipiel y sus tatuajes de malotes, cosa que no consigue del todo. Esta nueva faceta de Jughead no termina de encajar con el personaje que se nos presentó en un primer momento. Sé que los personajes evolucionan, pero si alguien entiende este giro tan surrealista, que me lo explique.
En este episodio hemos visto como Archie debe dar un paso más para proteger a su padre y a su novia Veronica para que no se vean salpicados por las corruptelas de los Lodge. Por ello, y sin muchas luces, se pondrá a trabajar mano a mano con el FBI. Esta trama tampoco ha dado mucho más esta semana, pero seguramente Archie la terminará liando y todo explotará dentro de poco.
Por último, en este episodio, Betty se ha tenido que enfrentar a la dolorosa verdad de que su hermana Polly no quiere saber nada de ellos. Hemos descubierto que la hermana fugitiva ha tenido ya a los mellizos y les ha puesto nombres feos. Betty en un momento de lucidez (no) decide buscar al hijo que dieron en adopción sus padres cuando eran unos adolescentes. Pero la realidad no es tan bonita como ella piensa. Alice y ella descubren que su hijo se dedica a realizar las fantasías de otras personas (sí, es prostituto, o eso dan a entender). Pero Betty no se da por vencida nunca y vuelve a por su hermano. Y lo encuentra malherido. Ahora los Cooper tienen un nuevo miembro en la familia que tarde o temprano la acabará liando.
En este episodio se han presentado las nuevas tramas de la segunda parte de esta temporada. Y han sabido darle un giro de tuerca como siempre hacen. ¿Quién pensaría que la madre de Cheryl ahora sería una scort de lujo? NADIE. Y es que cuando menos te lo esperas Riverdale con sus giros de guion te da una bofetada y te deja con la boca abierta mientras tu cerebro explota intentando entender quién toma las decisiones del show. Decisiones a mi entender muy acertadas, ya que si quieres a ser la serie más mamarracha de la televisión, debes hacerlo a lo grande.
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