Todos sabemos que Arrow es una montaña rusa de emociones y de intensidad. Mientras que la semana pasada nos daba un regreso de temporada bastante plano y anodino, esta semana nos ha dado un episodio lleno de acción, giros y decisiones.
El episodio comienza con Cayden James hackeando toda la tecnología conectada a internet, provocando accidentes y las muertes de un concejal y del capitán de la policía. Nuestros equipos de héroes no van a permitir que esto siga ocurriendo y se unen para compartir la información y así evitar más muertes.
Por un lado, Curtis se encuentra con Vincent Sobel y este le cuenta que es un doble agente y que su misión es hundir a Cayden. Vigilante le da los datos de un próximo ataque para demostrarle que está de su lado. Curtis y su equipo consiguen detener la catástrofe y cuando Mr. Terrific les cuenta que fue Vincent su fuente, el equipo se enfada. ¿Qué pensaba Curtis repitiendo los viejos patrones del Team Arrow?
Por otro lado, Oliver rescata a su hijo de un accidente ocasionado por el hacker. William descubre que su padre le ha estado mintiendo todo este tiempo y que sigue siendo Green Arrow a pesar de que le prometió que no volvería a tocar una flecha. Pero Ollie no solo debe enfrentarse a esto, sino que Cayden le pide diez millones de dólares cada día a cambio de no seguir con los hackcidentes, (súper ingenioso el nombre, ¿no?). Oliver no comprende el motivo de las acciones del hacker y este le cuenta que es una simple venganza por haber matado a su hijo. Oliver no entiende nada y pone a investigar a Felicity, pero no consiguen nada nuevo.
Por último, Oliver crea espacios seguros para los habitantes de Star City, pero Cayden siempre va un paso por delante y manda a Vigilante y otro de sus hombres para crear el caos. Oliver, querido, eres más básico que el mecanismo de un chupete. Por suerte, Vigilante avisa al Team Canary y todos se reúnen para evitar la tragedia. Patadas por allí, flechas por allá, balas cortando el aire y los gritos de Black Canary hacen que el ataque no vaya a más. Y para colofón final de la batalla, Vigilante salva a René dejando claro de que parte está. ¿O acaso está jugando con nuestros héroes?
William recapacita sobre que su padre sea Green Arrow y le permite seguir defendiendo la ciudad porque todo forma parte de un bien mayor. Lo mismo debe pensar Oliver cuando junto con su hermana Thea le paga a Cayden el soborno. El bienestar de su ciudad es superior a su orgullo.
Esta semana, Arrow nos ha mostrado el camino que van a recorrer nuestros héroes, pero sabiendo cómo son los guionistas del show, nos esperan episodios emocionantes como este alternados con episodios lentos y tediosos como el de la semana pasada. Debemos preguntarnos si Vigilante pasará a formar parte de alguno de los equipos de manera oficial o si, por otro lado, volverá a las andadas después de terminar con Cayden.
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