5 aspectos a tener en cuenta tras la renovación de ‘The Walking Dead’

AMC ha sorprendido al mundo con la renovación de The Walking Dead por una novena temporada. Bueno, no tanto. Muy mal se le tiene que dar a Rick y a los demás para no poder seguir, al menos, un par de años más. Porque la serie está en crisis, pero es una situación que todavía no es alarmante. Y eso es porque los datos de audiencia eran tan altos que incluso una pérdida de la mitad de los espectadores la sigue manteniendo como lo más visto de la cadena.

Pero la renovación no ha venido tan rápido como solía hacerlo, porque ha traído cambios que prometen una reconstrucción del producto, o al menos eso se espera. Un nuevo showrunner debe poner cosas frescas sobre la mesa, debe traer una nueva visión que le diferencie de sus predecesores. A continuación vamos a analizar cinco aspectos a tener en cuenta tras la renovación de TWD:

Descenso de audiencia

La tendencia a la baja del número de espectadores que se sienten en el sofá para ver a los zombies en Estados Unidos es alarmante. Una tendencia cuyo punto de inflexión tiene hora y fecha. El episodio S07E01 de The Walking Dead fue el segundo episodio mas visto de la historia de la serie, algo a destacar si tenemos en cuenta que el desgaste de una producción de largo recorrido suele causar el efecto contrario. Desde ese momento, la audiencia de la serie sufrió una brusca caída que se ha mantenido durante toda la séptima temporada y se ha acentuado todavía más durante la octava. La tanda de episodios más recientes se sitúa por debajo de la audiencia cosechada durante su tercer año. La media de espectadores de la presente campaña es de 8,63 millones, solamente por encima de los 6,91 millones de la temporada de la granja de Hershel y de los 5,24 que vieron los seis primeros episodios. Un dato esperanzador son los demográficos, además, ya que si tenemos en cuenta el Live+7, supera los 12 millones sin problema. 

La trama no tiene fin

Una de las armas de doble filo con las que cuenta The Walking Dead es la premisa de partida. La historia de un apocalipsis zombie en el que no hay cura ni salvación posible nos deja la posibilidad de alargar las tramas siempre que haya algún humano vivo y unos walkers pululando. Eso se puede traducir en infinitas temporadas, pero a ver quién aguanta el ritmo. 

Esta característica es algo extremadamente positivo para los seguidores de la serie que forman parte del fandom más radical, espectadores que se tragan cualquier cosa que les echen en los 42 minutos semanales (más si tenemos suerte) y que se conforman con el hecho de poder seguir viendo a actores y personajes. Seguidores que se montan sus películas y crean montajes en Instagram en los que las citas célebres se relacionan entre sí causando mayor drama a los acontecimientos. 

En cambio, aquellos televidentes que esperan recibir de una serie ciertos cambios, obstáculos y de necesidades dramáticas distintas se dan de bruces contra los rabiosos zombies porque lo único que impera en la serie es la supervivencia. Luchar por seguir viviendo. Y defender al grupo de los villanos que se van paseando por la serie de vez en cuando de una manera cíclica y repetitiva. Todavía no hemos terminado con Negan y ya estamos esperando que aparezcan Los Susurradores. Y así...

El equilibrio entre la muerte y las incorporaciones

Ya hemos tratado varias veces en este blog este gran problema. Pero es que siguen sin solventarlo. La pérdida de nombres en una serie como esta es algo habitual. La gente que se sorprende y entra en trance cada vez que alguno de ellos desaparece una vez terminado su arco narrativo no parecen haber entendido la serie que están viendo.

Pero algo que es el pan de cada día en el apocalipsis, esas muertes, debe suplirse con las incorporaciones de nuevo talento o con el desarrollo eficaz de los personajes que ya forman parte del elenco. Si la sangre que sigue fresca en la ficción no engancha lo suficiente como para hacernos olvidar que hemos perdido a gente, algo malo va a suceder. Lamentablemente, Rosita, Eugene y Tara han pagado los platos rotos de su pobre desarrollo narrativo, y sustituir a Glenn, Abraham, Beth, Hershel o Sasha no es tarea fácil para nadie.

Con la pérdida de Carl, seguramente ganen importancia en la historia personajes como Aaron, Gabriel y Enid que han sido ascendidos esta temporada. Pero, siendo honestos, hasta ahora mucho no nos han aportado.

Separación del cómic y su posible adaptación

The Walking Dead se ha apoyado en el trabajo de Robert Kirkman para la mayoría de sus tramas. Pero en no pocas ocasiones se han decantado por romper radicalmente con la fuente madre y tirar millas. Algunos casos han resultado positivos, la creación de personajes originales como Daryl y Beth, la supervivencia y construcción de una Carol infinitamente mejor que la débil versión del tebeo, la muere de Sophia, no matar a Shane en la season finale de la primera temporada... Pero otros ha sido más polémicos como la muerte de Dale en la temporada dos, la pérdida de Andrea en la temporada tres, cuando en la tira cómica ha sido la líder femenina hasta hace muy poco y forzó el nacimiento de Richonne en televisión, posponer la muerte de Abraham quitándole impacto por haber sido eclipsada por la de Glenn...

Con la reciente muerte de Carl y sin los Susurradores todavía en pantalla, las dudas sobre cómo se adaptará en la serie un arco argumental en la que el hijo de Rick tiene un peso fundamental ha sido uno de los interrogantes que más ha despertado. ¿Será Siddiq el que ocupe su rol en todo este asunto?

Cambio de showrunner

Los cambios, a priori, no son ni buenos ni malos, pero lo que sí nos garantizan es algo nuevo. O eso esperamos. La decisión de Scott M. Gimple de matar a Carl parece haber pasado factura y han decidido darle un ascenso al hombre para poder dar el control creativo a otra persona. He de decir que no creo que haya hecho un mal trabajo, sí que es cierto que la dirección que ha tomado la serie en las dos últimas campañas es monótona y viene bien un cambio de aires, pero personalmente no veo la muerte de Carl como algo tan grave. Su aportación a la trama los dos últimos años ha sido poca o nula, y personajes así sobran.

Angela Kang será la encargada de tomar el timón creativo de la serie. Una cara que es familiar para el elenco y a los seguidores porque ha sido guionista 22 episodios de la serie, entre ellos Judge, Jury, Executioner (episodio en el que perdimos a Dale), Still (episodio protagonizado por Beth, Daryl y juegos de beber), Coda (episodio en el que Beth era asesinada por Dawn), The First Day of the Rest of Your Life (última season finale, en la que perdimos a Sasha) y, más recientemente, How it's Gotta Be (último episodio emitido hasta le fecha en la que descubrimos que Carl ha recibido la mordedura más idiota de la historia).