La cuarta parte de la tetralogía de la guerra ha sido estrenada y por primera vez desde que arrancásemos hace ya un mes ha conseguido contar una historia que emociona, que avanza en la trama y que profundiza en los personajes a un ritmo ágil y certero. Por piezas como este Some Guy debo mi especial devoción por los episodios centrados en una sola trama que, aunque entiendo que puedan cansar a algunos, favorecen enormemente el descubrimiento de las distintas capas de algunos de los personajes.
La trama ha girado totalmente, salvo por un pequeño “cameo” de Rick y Daryl, en torno a Ezekiel y su querido y devoto Kingdom. Gracias a estos 43 minutos entendemos el porqué de las breves y felices apariciones de los hombres del reino en anteriores episodios. Al fin nos ponen en antecedentes de todos esos corrillos de la felicidad y nos regalan un drástico punto de inflexión del que va a costar tiempo reponerse.
Las aventuras de Ezekiel se contaban por victorias. Con cada paso que acometían, un nuevo logro era alcanzando. Y el Rey sonreía. Y Jerry sonreía. Y Carol sonreía. Y Shiva gruñía. Pero ¿de dónde venía esa frase recurrente? Esta semana hemos podido ver cómo han sido los momentos previos al día D. Cómo Ezekiel se enfundaba su camisa de guerra y daba su primer speech en el que se entregaba a sus súbditos. Juntos iban a alcanzar lo que se propusiesen. Pero toda racha tiene su final.
La semana pasada terminábamos con los hombres del Kingdom siendo abatidos por unas armas bastante contundentes y esta semana vemos como todos salvo Ezekiel, Jerry y uno de los extras, que dura más bien poco, son los únicos que sobreviven a la emboscada. Cuerpos destrozados. Cuerpos de todo un pueblo arrasado. Estamos tan de buen humor que ni siquiera vamos a hacer mucha sangre con el hecho de que el cuerpo de Daniel se haya teletransportado unos treinta metros porque eso ha servido para ver una transformación zombie y para dar cierto homenaje al extra que nos presentó al Kingdom y que se ha creado cierta fanbase a base de los follow for follow.
Ezekiel está herido, no sólo físicamente sino mentalmente. Sus decisiones, sus estrategias, sus discursos han llevado a su pueblo a la más absoluta derrota. Un rey que ha perdido su reino y que empieza a dudar de su valía como monarca. Particularmente he sido siempre un tanto escéptico con The Kingdom porque no comprendía esa relación de vasallaje e incluso ahora, os aseguro que sigo sin entenderla. Pero son precisamente estas dudas las que rondan ahora la cabeza de Ezekiel. Sobre todo cuando regresa a su hogar acompañado solamente por Jerry y Carol.
Un Jerry que ha demostrado ser un hacha con el hacha. Y una Carol que ha vuelto a demostrar por qué es uno de los personajes más queridos y más inteligentes de la serie. Ella sola con sus ataques y sus enfrentamientos con una decena de saviors permite a Daryl y a Rick frenar un "convoy" con el arma que ha aniquilado a su nuevo equipo.
Un equipo que ya no existe. Un equipo que ha perdido a todos sus peones y que incluso ha perdido a su reina. Nuestra querida Shiva ha dicho adiós sacrificándose por su querido Ezekiel. Una de las muertes más emotivas de la serie tanto por el amor incondicional que muestra el pobre animal como por la preciosa reacción de un Ezekiel que ha podido lucirse por fin en un registro menos edulcorado y mucho más real. Mucho más humano.
La semana que viene regresamos al Santuario. Parece que ya toca ver cómo se las arregla el bando enemigo después de tres semanas desde la última vez que vimos a Negan y Gabriel. Y a Eugene. Y a Dwight. Y a Simon.
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