Otra semana más y otro drama nuevo a la lista. Y es que Riverdale ha decidido esta temporada que quiere ser todo y nada a la vez. Con un inicio de episodio más propio de un thriller que de una serie adolescente, nos revela el porqué de los asesinatos de Black Hood. La inspiración del asesino es nuestra querida Betty o, más bien, el discurso que dio al final de la primera temporada. Todo esto se nos revela en una carta acompañada de un misterioso criptograma. Betty se lanza a descifrarlo con la ayuda de su novio mientras que su madre decide publicarlo en el periódico.
Mientras Betty y Jughead aplican sus conocimientos de criptología, Archie comprende que sus acciones tienen consecuencias. Ha pasado de ser un héroe por querer enfrentarse a Black Hood a ser un loco con un ejército formado por niñatos semidesnudos que nadie toma en serio. Archie ve como el director del instituto clausura el equipo de rugby hasta que éste no decida poner fin al Círculo Rojo. El pelirrojo no da su brazo a torcer y hace que Reggie y el resto del grupo abandonen el grupo. Por si todo esto fuera poco, Archie decide pasearse por Southside marcando su territorio con pistola en mano y amenazando a Las Serpientes. Bravo, Archie, bra-vo. Y como todo acto tiene su consecuencia, Archie es expulsado del instituto por suponer un peligro para los alumnos al encontrarse un pasamontañas negro en su taquilla.
Y en el episodio de esta semana de The Veronica Show: un drama en un mar de perlas, nos encontramos con que nuestra joven protagonista no se doblega ante sus padres. Veronica le pregunta directamente a la cara a su padre si fue él quien incitó a su Archiekins a combatir el terror con terror; Hiram lo desmiente, pero ella sabe que no puede confiar en su padre. Mientras, su madre le insta a dejar al pelirrojo y a permanecer junto a su familia, los Lodge primero y los demás después. Los Lodge tienen planeado algo muy turbio en Riverdale pero aún no se sabe el qué, solo que Fred Andrews va a ser la próxima marioneta con la que jueguen. Por si todo esto fuera poco para nuestra pobre Veronica, su querido Archie la manda al instituto a buscar la pistola que tiene guardada. Otro drama más que añadir a su diario.
El episodio de esta semana concluye con los hombres semidesnudos de Archie volviendo a su lado cuando, por cosas del destino, Las Serpientes se presentan en la puerta del pelirrojo. Quieren venganza, lo que ocasiona que los chicos de Southside y Northside se enfrenten en una batalla campal donde Dilton es apuñalado en un muslo. Mientras todo esto ocurre, en el ayuntamiento se está celebrando un pleno en el que irrumpe Betty con el mensaje descifrado de Black Hood.
Riverdale quiere abarcar tantas cosas en un solo capítulo que hace que nada tenga la suficiente importancia. El mensaje de Black Hood no revela nada nuevo, el enfrentamiento entre Toni y Betty se queda en dos frases y Archie junto a Veronica decide tirar la pistola al río porque teme no controlarse. La profundidad de los personajes y tramas disminuye cada vez más; es necesario que Riverdale baje un poco el ritmo para que la serie pueda respirar y conseguir mayor calidad en sus tramas.
P.D: Que le devuelvan a Cheryl el protagonismo que se merece.
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