The Walking Dead ha sacado la plantilla a pasear y se han calcado un episodio parecidísimo al anterior: mucho ruido y pocas nueces. Durante las semanas previas al estreno nos habían bombardeado con informaciones que aseguraban que los primeros cuatro episodios de esta temporada estarían llenos de acción y habría muchas muertes. La acción consiste en disparar al aire y las muertes van a ser extras en un 90%.
Cuando uno de los frentes que aparecen en este episodio es liderado por Aaron sabes que algo raro está pasando. Su nuevo status como main cast absoluto desde que en esta temporada su nombre aparece en los créditos parece haberle dado cierta posición privilegiada en el grupo. Su problema principal es que le toca liderar un grupo lleno de Tobins, Francines, maridos de Sonequa y Erics. Un puñado de recurrentes/extras que tiene la difícil tarea de matar a una serie de extras/gente-que-pasaba-por-allí y que resulta en las primeras pérdidas. Francine ha caído y parece que a Eric mucho no le va a quedar. Suerte ha tenido Aaron, que lógicamente lo va a sufrir, pero su personaje ganará enteros al quitarse el lastre de su relación. Por cierto, ¿habrán sido las balas de Aaron las que han alcanzado a Eric? Es que apuntar, apuntar, ninguno sabe.
No entiendo realmente por qué esta batalla tan intrascendente se ha comido tanta parte del episodio. De hecho, ha venido solo a recalcar algo que ya habíamos notado la semana pasada. Mira que la dieron en su momento buscando armas y es que parece que han encontrado una fuente interminable de munición, porque vaya manera de desperdiciar balas a lo tonto.
Uno de los platos contundentes del episodio ha sido la expedición que se mercan Jesus, Tara, Morgan y su puñado de extras. Por un lado tenemos a un Morgan que se cree inmortal (y con razón) acompañado por el pobre Andy y el "tembleques", que una vez abren una puerta tras la que se encuentran un buen puñado de salvadores se quedan petrificados y no pueden hacer otra cosa salvo morir. Pero oye, Morgan no muere. El escudo que se gastan los amigos del Reino funciona a la perfección y simplemente se ha despertado desorientado matando a todo el que se lo ponía por delante. A todos no, porque allí estaba el tipo de pelo largo que se cargó al inocente Benjamin y Jesus ha impedido que se lo cargara.
Y es que Jesus me ha dado el episodio de esta semana. Jesus es un personaje que tiene potencial, pero tiene de vez en cuando unos arrebatos de decencia de lo menos oportunos Si te has metido en esa misión es para ir con el modo badass activado y cargarte al máximo número de Saviors posible como ha hecho Tara. De poco me sirve que se rindan o lo finjan porque te estás enfrentando en una guerra contra un grupo que ha destrozado por completo las vidas de muchos de tus amigos. Ese conflicto que han querido descubrir de repente entre Tara y Jesus resulta un poco forzado, sobre todo porque utilizan como excusa que Maggie quizá apoye los actos de Jesus y Rick apoye a Tara. ¿Acaso no están en la misma página la líder de Hilltop y el líder de Alexandria? ¿Desde cuándo Maggie valora más a Jesus que su amistad con Tara, a la que conoce gracias a su amado Glenn?
Para echar el cierre la gran revelación del episodio. Durante las semanas previas al estreno habían anunciado que Rick se iba a encontrar con un viejo amigo. Algunos pensaban en Heath, cosa que no me convencía porque de amigos tenían poco. Y esta misteriosa persona ha resultado ser Morales. Aquel padre de familia que en la breve primera temporada blandía su propio bate de baseball y decidía separarse de los protagonistas para probar suerte en el sur.
¿Cómo ha legado a formar parte de los Saviors? Si se dirigía al sur, ¿cómo es que ha terminado en el norte? ¿significa esto que no podrá ser Morales el que protagonice el crossover con Fear The Walking Dead o será esta unión la que explique a la perfección qué ha estado haciendo este chico? Y por último, ¿qué ha sido de sus hijos y su mujer? ¿Han muerto o quizá forme parte del club de las esposas de Negan?
Por cierto, otro de los bandos de este episodio ha sido el capitaneado por Carol y Ezekiel. Meto este párrafo aquí con calzador como su presencia en The Damned, que ya me diréis qué han hecho salvo caminar por el bosque en manada. Una especie de “conflicto” entre el positividad del Rey y la seriedad de Carol y unas cuantas miradas entre ellos que dejan caen lo que ya intuíamos la temporada pasada y que de momento no han querido culminar.
COMENTARIOS