Otra semana más y otro drama nuevo en Riverdale. La serie de la CW se ha propuesto ir subiendo todas las semanas la intensidad de los personajes hasta ver cuándo explotan. Eso sí, este episodio ha sido de los más aburridos emitidos hasta ahora y sólo el drama de Veronica ha sido capaz de salvarlo. Por eso propongo que Riverdale cambie de nombre y se llame The Veronica Show: un drama en un mar de perlas.
Veronica en este episodio se ha vuelto a enfrentar una vez más a sus padres. Como buena diva, no se va a morder la lengua con nadie. Y esta vez ha cargado con la última gran baza que tenía: la carta donde su padre amenazaba con hacer daño a su madre, donde primero su madre confiesa que escribió ella la carta para al final enterarnos que fue su padre el único autor. La familia Lodge es despiadada, enrevesada y maliciosa. Y claro, de tal palo, tal astilla.
Dejando aparte los dramas de Veronica, nos encontramos con los de su novio Archie. El joven pelirrojo lleva sin dormir desde que dispararon a su padre. Se cree el guardián de las puertas y espera derrotar al casi asesino de su padre con un bate de béisbol. Muy inteligente este chico no nos ha salido. Por si esto fuera poco, se le ocurre la brillante idea de que quizás si va puesto de alguna sustancia ilegal podrá aumentar sus capacidades. Riverdale no iba a dejar escapar una trama con drogas porque, como ya sabemos, Riverdale quiere ser todas las series posibles en una. Y claro, si hay drogas, hay un camello. Y ¿quién es el camello? Pues el nuevo Reggie. Sí, sin ningún sentido. Al final, Archie después de superar su miedo a volver al local de Pop’s, decide hacerse con una pistola. Estoy deseando ver lo mal que sale esta idea.
Esta temporada Jughead no se está quedando atrás a lo que dramas se refiere. Y es un duro competidor por el primer puesto de drama queen. De odiar a su padre en la temporada anterior y no querer saber nada de él ha pasado a un amor padre e hijo que puede contra viento y marea. Este amor llega hasta tal punto que planea hasta una fuga de prisión. Riverdale también quiere ser Prison Break. Por suerte, esta idea queda desechada al segundo. Eso sí, decide acudir a la abogada de Las Serpientes para que ayude a su padre, pero ninguna ayuda es gratis.
Durante este episodio Betty vuelve a conectar con su parte más oscura. Está enamorada y por la felicidad de Jughead hace lo que sea necesario, incluso llegar a extorsionar a Cheryl para que testifique a favor del padre de Jughead. El resto del episodio se lo pasa planeando una fiesta en el local de Pop’s para que no tenga que cerrar. Ella piensa que lo consigue con éxito, pero la verdad es otra muy diferente. Los Lodge han comprado el restaurante a espaldas de su hija y de todo Riverdale. ¿Qué estarán planeando? Por último, la madre de Betty le da un mensaje claro: es tu culpa que Las Serpientes estén ahora aquí, que se trafique con droga en Pop’s y de lo que estén planeando los Lodge. ¿Quién quiere enemigos con madres así?
Finalmente, tanto las Pussycats como Kevin e incluso nuestra querida Cheryl quedan en un segundo plano o tercero o cuarto. En serio, estos personajes necesitan alguna trama que dé razones por la que están en la serie y no sólo sean personajes de apoyo emocional a los cuatro protagonistas. Al final del episodio volvemos a ver como "el ángel de la muerte" mata a dos de los compañeros de Archie. No os preocupéis, que eran personajes de relleno. Espero que las próximas semanas siga avanzando el drama con mayor intensidad y nos libremos de un capitulo tan aburrido como el de esta semana.
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