El episodio de esta semana ha sido de lo más gratuito y peor construido que se ha visto en el universo de The Walking Dead. La estructura narrativa de esta segunda mitad de temporada está brillando por su incoherencia. La última vez que habíamos visto el rancho, estaban al borde de una guerra civil que fue detenida por Alicia y sus ganas de buscar un pozo para ayudar a ambos grupos. De ese momento de unión sabemos que no han encontrado agua y que realmente no se han unido lo más mínimo. Pero oye, que eso no es lo que importa.
Hemos de agradecerles un poco que nos hayan mostrado en el cold opening a un Troy desquiciado que busca venganza y latas de atún. Los dos días que lleva fuera del campamento y sin dormir han pasado factura al joven Otto y ha decidido arrasar el que había sido su hogar con ayuda de la horda de walkers más grande vista en Fear The Walking Dead. Su intención parece ser la de empezar de cero a la vez que termina con la gente de la Nation. Pero ¿a qué precio?
La locura de Troy no sólo le hace construir en su mente un ataque “bíblico” sino que le otorga cierta capacidad de invisibilidad. El chaval es capaz de colarse en un rancho rodeado de vallas y vigilantes y llegar a su casa que está en el centro del asentamiento. Y, que también es importante, consigue salir tras avisar a Nick de que algo viene a por ellos y que quiere que Jake vea semejante espectáculo.
Parte del poco impacto que tiene este capítulo y su fatal desenlace es lo poco que nos han dejado profundizar en la relación entre Jake y Troy. Sabemos que el pequeño está celoso de las posibilidades que tuvo su hermano. Y sabemos que Jake se ha pasado la vida tratando de ayudar y proteger a su hermano. Siempre menos cuando se fue a la universidad, abandono que Troy ha repetido en varias ocasiones y le ha echado en cara a su hermano. ¿Y? La familia Otto ha pecado siempre de tener una descripción muy débil. Jugando siempre a lo ambiguo con una información que nunca nos han acabado de dar. Y ahora jamás nos la van a dar porque ya hemos perdido a dos de ellos. Y todo esto se hubiese evitado si Troy se hubiera echado la siesta. Para que luego critiquen esa costumbre española.
Vayamos al grano. Se han cargado a Jake en un episodio bastante random. Como ocurría antaño en The Walking Dead y eso nos ha sorprendido. Que ocurra en este momento sin construcción alguna es lo que no termina de cuadrar. Jake ha sido víctima de la negligencia de su hermano. Y hasta ahí no me opongo porque estaba más que claro que el comportamiento de Troy terminaría matando a su hermano. Que Jake haya sido mordido porque, una vez más, Nick decide salvar la vida de Troy es lo que me choca. Supongo que Alicia tiene razón y a Nick le cae bien Troy porque ambos son autodestructivos. Pero creo que Nick está tan en deuda con Troy como con Jake por matar a Jeremiah.
Jake se va sin haber podido mostrar mucho. Con una evolución errática que ha sido un sinsentido en el episodio de esta semana. De la noche a la mañana (literalmente), tras proponer a Alicia huir juntos y mudarse a una cabañita en el desierto, decide echarle en cara las intenciones que los tres miembros de la familia Clark tenían con los tres Otto. Sospechas que aquí expusimos en el episodio 6 y que a Jake le han rondado la mente de repente. Interesante va a ser la reacción de Alicia tras haber perdido al último hombre bueno que quedaba. Y, sobre todo, cómo reaccionará el rancho tras saber que Troy ha sido el que ha guiado a los caminantes hasta ellos. Eso si confiesan, porque tanto Nick como Troy se encubierto en varias ocasiones.
Este episodio nos ha dejado también la reconciliación de lo que en Twitter llaman Olicia. Ofelia y Alicia han vuelto a trabajar juntas una vez la hija de Daniel reacciona y admite que Alicia es la líder a la que la gente del rancho seguirá para encontrar refugio. La hija de Madison lleva demostrando toda la temporada que tiene madera de líder, sólo habrá que esperar a ver si Madison aceptará su liderazgo o tratará de eliminarla como ha hecho con cada líder que ha tenido. Por cierto, la muerte de esta semana vuelve a demostrar que hay familias más seguras que otras. Mientras los Clark y los Salazar se mantienen, otras familias caen enteras. Troy, ten cuidado.
Para ir cerrando, un pequeño apunte: se supone que Troy y Nick van a intentar salvar el rancho más que nada porque Alicia está atrapada. Y Madison, Taka y Victor están de camino con un camión cisterna lleno de agua y con la necesidad de entregar unas armas que les están haciendo mucha falta. ¿Será capaz de sobrevivir el campamento o están conduciendo suministros a un lugar que ya han perdido? Si es así, ¿de qué sirve la nueva alianza con Lola? Veo muchos agujeros negros en esta historia. A ver cómo deciden rellenarlos.
P. D.: si te vas a dejar morder por un caminante, deja que te muerda en la pierna. Es más fácil sobrevivir a una amputación de una extremidad inferior (Hershel, Bob hablando mientras se lo comen) que a la amputación de un brazo (Tyresse y Jake han muerto desangrados).
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