Queramos o no tenemos que aceptar que Juego de Tronos está llegando a su fin y eso exige un alto ritmo narrativo al que no estamos acostumbrados. Lo cierto es que Daenerys tardó cinco temporadas en llegar a Poniente y en dos capítulos ya ha atravesado en dos ocasiones el mundo creado por George R.R Martin. Juego de Tronos es una serie de fantasía y no podemos pedirle que se ajuste a la realidad, pero si cierta coherencia que no pierda al espectador. Hasta el quinto episodio de esta temporada empezaron a levantarse las voces que se quejaban de los inesperados cambios de ritmo que estaba sufriendo la serie. Pero con este último capítulo, Más allá del Muro, ya hemos llegado a lo que parecen ser directamente incongruencias que la mayor producción televisiva de la historia no se puede permitir. Aquí enumeramos algunas de ellas:
1. El Escuadrón suicida
Hemos visto como un buen puñado de personajes secundarios se lanzan a la fatídica e ilógica aventura de atrapar un muerto para conseguir el apoyo de Cersei. ¿Absurdo, no? Ser Jorah, el Perro, Gendry, Beric Dondarrion, Thoros de Myr, Tormund y Jon Nieve forman parte de un improvisado 'Escuadrón Suicida’ que, además de ayudarnos a comprender lo muy pequeño que puede ser Poniente, deja en evidencia que la próxima expedición de Juego de Tronos será en busca del raccord. La escena final del capítulo 7x05 nos dejaba claro que estos siete personajes atravesaban el muro, dejándonos intrigados por saber que les aguardaría en esta temible misión.
Con el ritmo que se gastan ahora no nos hicieron esperar mucho y ya aparecieron en la primera escena de este último episodio, aunque desde un principio podemos comprobar que van acompañados por varios valientes más, ya sean salvajes, Guardianes del Muro u hombres de la Hermandad Sin Estandartes. Lo curioso del caso es que en ningún momento nos queda claro cuántos hombres forman parte de la expedición. En el primer plano general que aparece en el capítulo (1) podemos contar un total de 14 hombres, mientras que en la siguiente escena donde aparecen todos los personajes (2) contamos un total de 12. Eso sí, hay que tener en cuenta que aquí uno ya habría sido devorado por el encantador oso polar, por lo que según esta escena serían 13 los hombres que fueron a la expedición. En la siguiente toma (3) aparecen nueve hombres de pie y, contando a Thoros que en ese momento seguía vivo y estaría en la camilla que transporta dos de ellos, lo que serían un total de diez hombres. Como el último ejemplo, cuando el escuadrón está reprimido en una isleta de hielo, podemos contar un total de ocho hombres contando el cadáver del sacerdote rojo. Teniendo en cuenta que en este momento dos hombres habrían muerto (uno por el oso y otro devorado por los caminantes en la carrera hacia la isleta) y Gendry estaba en plena maratón, serían un total de once hombres los que acudieron a la expedición. Lo cierto es que no nos importa porque ninguno de ellos tiene ningún protagonismo a lo largo del capítulo. De hecho acaban sobreviviendo solo los personajes conocidos (qué casualidad), con excepción de Thoros de Myr.
2. El comportamiento de los caminantes
Los seguidores de The Walking Dead se sentirán muy identificados con este punto. Al igual que los zombies, el comportamiento del ejército de la noche está repleto de incongruencias que lastran la espectacularidad del capítulo. Batallas como la vivida en casa Austera nos dejan una imagen asombrosa de los caminantes como seres rápidos, inteligentes y voraces. Sin embargo, otras escenas como la “batalla” de este último capítulo nos muestran caminantes lentos e inútiles. Primero apareció un pequeño grupo que fue fácilmente derrotado por los hombres de Jon, con excepción del que querían capturan quien, sorprendentemente, no murió cuando mataron al Caminante Blanco. Cuando por fin llegan el resto de los muertos no son capaces de tocarlos y se pasan una noche entera con los brazos cruzados rodeando a los hombres de Jon.
Resulta como mínimo curioso que el Rey de la Noche tenga cadenas enormes para sacar a un dragón del lago helado y no piense en ninguna manera para conseguir que su ejército avance para atraparlos. Con haber lanzado algunas de esas dagas voladoras podría haberlos matado a todos en cuestión de segundos. Pero claro, eso sería muy drástico. De ese modo, esperaron hasta que una imprudencia del Perro les hizo ver que podían empezar el ataque. Por si fuera poco, empiezan a avanzar de uno en uno y al final vemos como un séquito formado por miles de muertos no son capaces de derrotar a ¿siete? luchadores cuando en otras ocasiones hemos visto a un único caminante poner contra las cuerdas al propio Jon. Pero, sin duda alguna, la actuación más inexplicable del capítulo se la lleva la espectacular y emocionante (eso no se lo quita nadie) muerte de Viserion. El Caminante Blanco tiene a escasos metros y con los pies sobre tierra a Drogo, que es el dragón más grande y fuerte de Daenerys, pero decide poner aprueba su puntería lanzando una flecha que atraviesa el cielo nebuloso antes de impactar de lleno en el dragón verde. Eso, o que no tuvo la sangre fría para dejar a la madre de dragones sin su bebé preferido.
3. Acontecimientos anunciados y precipitados
Los episodios de esta séptima temporada ya nos han ido acostumbrando al teletransporte. Ya sabemos que en un mismo día se puede ir y volver de Desembarco a Drocadragón o que los cuervos son más rápidos que WhatsApp, pero lo sucedido en este último capítulo se lleva la palma. No sólo por la rapidez de los desplazamientos, sino por lo predecible y anunciados que fueron. Se adentraron más allá del Muro hasta toparse de frente con los caminantes, Gendry volvió para avisar a Danny, el cuervo fue con el mensaje a Rocadragón, la khalessi lo recibió, acudió al rescate y ya se encuentran de vuelta a ¿Desembarco del Rey?. Y todo eso en una noche, o eso nos parece a juzgar por el tiempo que el Escuadrón Suicida estuvo aislado por los caminantes. Vamos, que es más creíble la presencia de un dragón en la puerta de mi casa que el supermaratón de Gendry o la increíble rapidez de Danny surcando un cielo desconocido para ella (tal vez Drogo tenga un GPS incorporado). Pero lo peor no es la falta de verosimilitud de todo el recorrido, sino el hecho de que todo fue anunciado. Nunca temimos por el futuro del Escuadrón Suicida y la aparición de Danny no tuvo nada de sorprendente, a pesar de que la heroica BSO parecía indicar lo contrario. ¿No creéis que todos estos saltos en el espacio y escenas predecibles se podrían haber evitado si hubiese sido Bran el que, a través de una visión, informase a Rocadragón de lo sucedido más allá del muro?.
Aunque está claro que a algunos fans parece no importarles. Es el caso de este usuario de la página winteriscoming.net, un fanático que no se pone límites y se rompe la cabeza con tal de buscar una explicación lógica a lo sucedido. "Creo que es razonable asumir que la partida estaba a 20-25 millas [32-40 kilómetros] al norte del Muro, si estaban de verdad tan cerca de Casa Austera. Si Gendry volvía corriendo a Guardaoriente, fue como correr una maratón (muy impresionante, pero es joven) de unas 3 o 4 horas. Si el cuervo voló 1.000 millas a 50 millas por hora al límite [1609 kilómetros a 80 kilómetros por hora], le llevó 20 horas. Como estamos en ficción, digamos que los cuervos vuelan a 80 millas [129 kilómetros] por hora. ¿Por qué no entonces 12 horas y media para enviar el mensaje?”. Según este usuario, Daenerys entonces habría recibido el mensaje con una leve indicación de hacia dónde dirigirse. En cuanto a la velocidad: "No veo ninguna razón por la que los dragones no puedan volar perfectamente a 200 millas [322 kilómetros] por hora si quieren ir rápido, y más aún si tenemos en cuenta el hecho de que Danny está lo suficientemente experimentada como para controlar su velocidad, así que llega allí en 5 horas". Por tanto, "podemos imaginar perfectamente que toda la carrera de Gendry + el vuelo del cuervo hacia el sur + el vuelo de los dragones hacia el norte duró unas 20-30 horas".
4. El dragón invisible
Cuando Daenerys parte de Rocadragón podemos ver como los tres dragones la acompañan en su expedición de rescate. Un séquito de muertos no se puede comparar con un maltrecho ejército Lannister, así que decide llevarse a sus tres niños al norte. Sin embargo, durante toda la escena de la batalla no somos capaces de ver en ningún momento a los tres dragones. Pero lo más sorprendente es que, una vez muerto Viserion, solo aparece en pantalla Drogon. Ni durante la huída, ni mientras Danny está en lo alto del muro esperando la llegada de Jon tenemos el placer de ver a Rhaegal en acción que, en este capítulo, se vistió con la capa de invisibilidad.
En esta última temporada las escenas con dragones han sido constantes. Para haceros una idea, el supervisor de efectos especiales de la serie afirmaba que “en la temporada 6, que fue nuestra temporada más grande hasta el momento, grabamos 11 tomas con dragones. En la séptima fueron 80”. Lógicamente, no es nada fácil ni barato grabar este tipo de escenas, pero desde luego que la última solución es mostrar planos muy abiertos que dejen en evidencia la ausencia de un dragón. Es más, podrían haber hecho algo espectacular aprovechando la teórica presencia de Rhaegal, de forma que fuese él quien rescatase a Jon, hijo del hombre que le dio el nombre, y no un cadavérico Benjen Stark.
5. El barco Targaryen
Este último punto se queda en anécdota pero es una confirmación más de la línea que sigue esta temporada. La expedición comandada por Jon llegó al norte en unas pequeñas barcas, mientras que Danny cabalgó sus dragones para llegar hasta el Muro. ¿Cómo llegó entonces esa flota Targaryen?. Suponemos que al ver el estado del Rey en el Norte, Daenerys habrá solicitado un barco vía cuervo para trasladar a su querido Jon. El caso es que necesitaban un nidito de amor para dejar latente la química existente entre tía y sobrino.
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