Las carreteras se acortan en este cuarto episodio que sigue sin darnos respiro. Divididos nosotros principalmente entre tres núcleos de acción, en el primero, en Invernalia, se sigue demostrando la mejora en los transportes de la ministra de fomento de Cersei, porque aquí cada día llega un Stark nuevo en cinco minutos después de años dando vueltas. Arya reaparece en su santa casa para reencontrarse con sus otros dos maltrechos hermanos. Ya sólo falta el pequeño Rickon. O no.
Arya destaca por protagonizar la única escena de relleno recreativo de las últimas tres semanas, con permiso de Missandei y su quiqui de despedida. Sansa subestima a su hermana. Sansa prácticamente se ríe en la cara de Arya porque en la lista del Mercadona tiene huevos, leche, pan y matar a Cersei. Sansa luego se tiene que tragar las palabras cuando Bran emite un archivo .txt confirmando la veracidad de la lista y al ver que la pequeñita le da una paliza a una señora caballera de dos metros quince. Sansa, eres un icono del feminismo de Twitter, quizás deberías dejar de mirar por encima del hombro a otras mujeres con los arrestos igual de grandes que los tuyos, cariña.
Seguimos disfrutándolo todo con el cruce de Bran y Siri. Por si no os habíais dado cuenta, Bran no es poeta. Chaos is a ladder es una manera de decirle a Meñique, con las propias palabras que el retorcido asesor compartiese con Varys en sus días por la capital temporadas atrás, que ni se le ocurra jugársela, porque él lo ve todo. Bran tiene tres ojos, y por el tercero de Meñique puede darle mucho como haya un intento mínimo de traición. La pregunta es: ¿para cuándo una nueva inmersión dentro del cerebro de Bran ahora que está en edición robot aspirador Posesión Infernal 7?
Saltándose la reunión familiar en el norte, Jon continúa en Rocadragón: Ciudad de Vacaciones. Jon descubre unos misteriosos pero oportunos grafitis que dejaron los Hijos del Bosque, las criaturas que moraban Poniente en paz y armonía antes de que llegasen los monarcas déspotas. Los chiquillos verdes, considerados como ellos solos, dejaron en las cavernas de Rocadragón instrucciones hippies a la Altamira sobre cómo luchar unidos como hermanos frente a los zombis de la noche. Unos caminantes blancos dibujados con sumo detalle, alta definición y 4K para que a Jon Snow, previendo lo espabilado que es el chaval, se coscase de que ése era el argumento que iba a necesitar miles de años en el futuro.
Breve paréntesis: Juego de Tronos, en sus primeras temporadas, era recordada como la serie que no se podía ver en pareja porque al final te acababan poniendo a tono y el episodio no se terminaba con los genitales intactos. Ese espíritu del salseo se niega a morir en favor del belicismo y entre Missandei y su momento “ay, tía, sí, me lo hice con él antes de que se fuera a la guerra, ni en mi casa ni en la suya, en la tuya, tía, chat, ya”, Daenerys llamándola picarona y Jon llevándosela a lo hondo de la cueva, con lo que a él le gusta a una cueva con una pelirroja o con una rubia… No me cojas del brazo de esa manera, bastardo, que hace mucho que sólo paseo con castratis. A Daario muerto…
Rematamos el sector Rocadragón con el no tan apacible reencuentro entre Jon y Theon, o lo que quede de él. Jon, hecho un apuesto caballero que desafía las leyes de los títulos nobiliarios, frente a la piltrafa que no vamos a detenernos a catalogar más, porque si empezamos, no terminamos. Dejamos a Jon agarrándole del cuello y ya el ajuste de cuentas para la semana que viene.
Ahora bien, en un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, andaba el amigo Bronn quejándose de los dineros y los castillos cuando, de repente, ¡sorpresa! ¡Batalla de presupuesto multimillonario! Qué calidades, qué factura técnica, qué dracarys, qué todo. Aquí ya no se espera al noveno de la temporada. Es como cuando eres pobre y todos los días es final de mes, ¿sabes? ¡Todos los días es episodio 9! Imaginad aquí un gif de Oprah regalando clímaxes a diestro y siniestro.
A Daenerys Targaryen se le ha calentado ya la chirla y dice que no quiere seguir haciendo guerras educadas. Si hay que quemar cosas, se queman. Y así se ha presentado, con cuarenta mil señores con coleta y sus cuarenta mil caballos. Y el dragón de rigor. Lo bien que se localiza la gente ahora por el continente es maravilloso. ¿Quién quiere GPS cuando tienes un guión ultracondensado? Dany se marca una declaración de intenciones más calentita que la voz de Rosario Flores y el león de los Lannister se graba unos vines porque ahora es un gatete asustado.
¿Cuántas ballestas gigantes mandó construir Cersei para echarle una en la maleta a su hermanovio como si fuese una rebequita? Nos ponemos serios un segundo: desde el punto de vista narrativo, es crucial que los dragones de la Khaleesi tengan un obstáculo lo suficientemente potente para generar un mínimo de tensión al espectador. Agradecemos el arponazo a Drogon, que ya era el dragón más tocado de la rubia, y obviamente aplaudimos la escena final que nos hace maldecir a todos los guionistas que decidieron dejar el episodio de hoy en 50 minutos nada más.
Tienes que hacer un aterrizaje forzoso con el dragón, que de por sí no tenemos claro cómo controlas salvo por la función pirolítica, pero en fin, ya nos explicarás un día cómo se embraga, se desembraga y dónde tiene el volante. Aterrizas en mitad de un campo de batalla donde no se reconoce de quién es el caballo que galopa y corta el viento cuando pasa por el puerto caminito de Jerez en llamas. Tú eres una reina a la que no le importa mancharse las manos, y eso nos gusta. ¡¿Pero no ves un poco anormal ponerte a hacer mecánica mitológica para sacarle la astilla tu hijo en un sitio donde cualquiera puede venir a pegarte un estacazo por la espalda, o meterte un tiro con una flecha o dejarte tonta con el zurrón de las monedas?! Nena, las luces.
Nos quedamos con el cliffhanger y el sufrir de si, como buen gángster de Orcasitas, Villaverde o Alcorcón, el peso de ir luciendo tantos oros le costará la vida a Jaime o su sassy sidekick buceará a tiempo para rescatarle desnudo de las profundidades del lago. Paciencia y valor para todos.
Promo: 7x05 Eastwatch
COMENTARIOS