Marvel nos sorprendió a todos los fans cuando en 2013 anunció que estaba trabajando en una nueva adaptación de Daredevil junto con Netflix. Todos temíamos que la serie siguiera el mismo el camino que su adaptación cinematográfica y fuera otro estrepitoso fracaso. 'Daredevil' se convirtió en el germen y en el experimento para la creación de un universo propio de superhéroes para la plataforma de pago. A Daredevil le siguieron Jessica Jones, Luke Cage y Iron Fist, que ampliaron el universo creado por Marvel y Netflix introduciendo personajes, también, como The Punisher, que gracias a su historia y carisma se ha ganado su propia serie.
Marvel no da puntada sin hilo y desde la primera temporada de Daredevil lleva gestando The Defenders donde las tramas de todos los personajes se entrelazan dando lugar a un nuevo y extraño equipo de superhéroes.
Marvel sorprendió con el cambio de registro que hay entre sus productos cinematográficos y sus productos para Netflix, y es que los productos de la plataforma de pago son más adultos, más pausados, con tramas más elaboradas y complejas, y con la ausencia del característico humor que podemos apreciar en sus películas. Todo esto hace que nos sintamos más cercanos a los personajes debido a que somos participes de unas emociones más adultas, de sus motivaciones, de sus traumáticos pasados, y de la complejidad de ser un héroe al mismo tiempo que tratan de ser una persona de a pie.
Por un lado, en The Defenders el ritmo es más rápido que en Daredevil, Jessica Jones, Luke Cage o Iron Fist y esto se debe a que solo cuenta con ocho episodios. Esta reducción en el número de capítulos se agradece ya que le aporta mayor agilidad a las tramas, hace que las diferentes historias fluyan mejor e incluso hace brillar más a los diferentes protagonistas. Además, destacar que el encuentro entre los héroes no ocurre de una forma abrupta como ocurre en Los Vengadores, sino que fluye con las diversas tramas creando un momento bastante especial para el espectador. Netflix y Marvel han sabido escuchar las críticas sobre lo lentos que pueden llegar a ser algunos capítulos, ahora solo falta que las futuras temporadas sigan el mismo ritmo que The Defenders.
Por otro lado, las interpretaciones de Charlie Cox (Daredevil), Mike Colter (Luke Cage) y Finn Jones (Iron Fist) se mantienen estables a lo largo de la serie, pero sin duda es Krysten Ritter (Jessica Jones) la que brilla con luz propia. Su personaje es el más interesante de los cuatro, el que más matices tiene y la que mantiene con los pies en la tierra al grupo. Si no fuera por ella el equipo se tambalearía hasta caer al abismo más profundo.
Por supuesto, no podemos pasar por largo la actuación de Sigourney Weaver (Alexandra), que destaca por encima de nuestros héroes en su papel como villana. Y es que Alexandra está dispuesta a llevar a cabo todos sus planes cueste lo que cueste sin importar a quién se lleve por delante.
Por último, destacar que la serie consigue un perfecto equilibrio entre todos los héroes y esto se debe a que son héroes que se preocupan por su barrio, sus clientes o por descubrir la verdad sobre sus vidas. The Defenders nos permite incluso ser testigos de interesantes debates sobre los privilegios de ser blanco y millonario, en contraste con ser negro y tener que trabajar de cualquier cosa para poder comer. En esa discusión, Luke Cage y Iron Fist son las dos caras de la misma moneda y eso se pondrá de manifiesto en varios momentos cruciales.
A falta de ver los últimos cuatro capítulos puedo vaticinar que los héroes aprenderán los unos de los otros y que después de los acontecimientos a los que deben enfrentarse no volverán a ser los mismos. ¿Cómo afectará The Defenders a las futuras temporadas del resto de series? ¿Se volverán a unir en una segunda temporada? Y lo que es más importante, ¿llegaremos a ver a Luke Cage, Jessica Jones y a Iron Fist con sus trajes característicos de los comics?
The Defenders se estrena el 18 de agosto en Netflix.
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