La séptima temporada de Suits ha llegado a USA Network con la intención de poner todo patas arriba. Si el cartucho del secreto del fraude de Mike Ross ha mantenido gran parte de la trama durante las primeras seis entregas de la serie, su recién estrenada posición como miembro apto para ejercer la abogacía (y después de su breve paso por prisión) abría la necesidad de un nuevo gran conflicto con el que los personajes necesitaban enfrentarse. La solución: la hasta ahora Managing Partner de la firma, Jessica Pearson, sacrificaba su puesto y posición por el bien de una compañía cuya credibilidad estaba por los suelos. Y no sólo su pérdida fija se nota, sino que perder a la persona más poderosa de la serie (que además era mujer y de raza negra) ha sido un batacazo simbólico.
La marcha de Jessica conlleva una serie de cambios en todos y cada uno de los miembros del elenco. Si la persona que encabezaba la cadena alimenticia del bufete se marcha, se deben producir ascensos en casi todos los niveles para ir supliendo las posiciones en cadena. Y con cada nueva posición, han llegado los problemas, las dudas y la necesidad imperante de todos y cada unos de los personajes por demostrar que el lugar en el que están ahora les pertenece. A partir de aquí os podéis encontrar con spoilers de los primeros tres episodios de la temporada:
Harvey Specter
Harvey se enfrenta, a priori, a esta temporada en la mejor forma posible tanto profesionalmente como personalmente. Tanto Louis como Donna (en su breve aventura como Senior Partner) le han otorgado el puesto que hasta ahora recaía en las manos de Jessica. No es tarea fácil ponerse los zapatos de Pearson, sobre todo cuando hemos visto la enorme cantidad de sacrificios que ella había tenido que hacer en el ámbito personal.
Su capacidad de liderazgo es algo que va a tener que demostrar. Que a una persona le guste dar órdenes y levantar la voz no implica que este tomando las decisiones adecuadas. Un buen jefe no es el que más chilla, sino el que toma las mejores decisiones. Y, sobre todo, un jefe que mantiene su palabra sería algo de agradecer. Su puesto, por el momento, le ha venido grande, y en este inicio de temporada sus decisiones han sido volátiles, desacertadas y sobre todo capaces de ser modificadas por los comentarios de cualquiera. Por poner un ejemplo, las dudas de Katrina Bennett han terminado con Harvey negando a Donna un puesto que le había prometido y por el que ya había pagado.
Además, si estabas esperando (como yo) que Donna y Harvey terminasen juntos de una vez nos va a tocar esperar. Harvey ha decidido empezar una relación con la que había sido su terapeuta. Espero que no se carguen al personaje de la doctora Paula Agard porque me fascinaba como terapeuta, pero cargarle el muerto de ser el interés amoroso del protagonista de turno puede hacerle muy flaco favor.
Mike Ross
Por su parte, Mike necesita probar al mundo y así mismo que no es un fraude. Es curiosa esta situación porque, hasta que no tuvo que enfrentarse al juicio, parecía ignorar que todo lo que hacía era ilegal. Siempre ha tenido un poco de complejo de Dios, ese mismo que hereda en cierto modo de Harvey. Pero parece que a este pseudomesías de las causas perdidas ha encontrado en Oliver Grey al hombre que le gustaría ser. El que lucha por el bien sin el interés de forrarse. Y el intento de ganarse el respeto y la confianza de Oli va a mantener a Mike con los pies en la tierra.
Sea como fuere, Mike parece querer quedarse a medio camino entre el cazadinero y el Madre Teresa de Calcuta y ha accedido a volver bajo el techo de Specter a cambio de poder dedicarse al 50% a casos probono para ayudar a los menos favorecidos. Esta decisión “tan altruista” de Mike viene de maravilla a su imagen (y a la de la firma). Si es que aunque el fondo es bueno, toda acción que lleva a cabo Mike siempre tiene una contrapartida que le beneficia de un modo u otro. De momento parece ser este su mayor conflicto dramático, el cual parece demasiado débil para el que es el coprotagonista de la historia.
Donna Paulsen
Seguimos haciendo el repaso al elenco y ha llegado el turno de la diosa pelirroja. Donna es un personaje que la serie ha maltratado un poquito a lo largo de los años. La exsecretaria se ha visto muchas veces relegada al acto cómico de la serie, y la trama del año pasado sobre la aplicación informática con su capacidad deductiva fue un pequeño despropósito. Los mejores momentos de Donna son los que nos ha dado como líder dramática, pero lamentablemente esos momentos quedan muy lejanos, ya en aquella brillante segunda temporada. Donna cerró la sexta temporada pidiendo más. Se lo decía a Harvey pero perfectamente podría estar diciéndoselo a los guionistas.
Por el momento, la ausencia de Jessica deja a nuestra exsecretaria como la mujer más poderosa de la firma, aunque hasta su hasta ahora mayor apoyo (Harvey) pretenda obviarla en cada decisión que hay que tomar. Creo que a estas alturas Specter debería saber que Donna no tiene miedo a dar su opinión sobre los temas mas importantes del bufete, por lo que despreciar su juicio o incluso atreverse a hablar por ella ahora que tiene el título oficial de CEO parece tan absurdo como desacertado.
Como CEO no sé si sabrá manejar. El problema es que creo que ni ella sabe cuál es su cometido, razón por la que supongo habrá decidido hacerse cargo de los asociados, por tener cierto control sobre sus quehaceres. Por primera vez en mucho tiempo Donna está aterrada. No habría golpe más duro para ella que fracasar en el momento que exige comer en la mesa de los mayores.
Louis Litt
Uno que más o menos permanece estable (en teoría) es Louis. Lamentablemente, está hecho un cristo. Pero eso no es algo que nos pille por sorpresa. Este personaje se ha movido muchas veces entre el bien y el mal, ha explotado de celos en relación a Harvey y ha terminado por tener problemas en sus relaciones por asuntos que involucraban su descendencia: Sheila no quería hijos; y
Esta trama de Louis sería muy interesante sino fuese porque Harvey ya estuvo en terapia la temporada pasada. Parece que Litt tiene que ser el segundón hasta en buscar ayuda psicológica. Esperemos que el resultado sea positivo para Litt como personaje, aunque de momento sigue estallando a la mínima. Hasta tal punto que Donna ha decidido quitarle el control de los asociados. Sacrilegio.
Rachel Zane
Para terminar la ronda de personajes principales toca hablar de Rachel Zane. La hija de Robert Zane es posiblemente el personaje más soso de la serie. Su extremada perfección resulta hasta irritante y lamentablemente nunca ha tenido la posibilidad de liderar sus propias tramas. Rachel es resultado de las decisiones de Mike, de Harvey, de su padre y en este inicio de campaña, ¡hasta de Donna!
Aunque parezca mentira, Rachel ya es abogada después de seis temporadas en las que ha pasado de paralegal a estudiante de derecho en Columbia. Ella ha hecho todo el proceso legal para convertirse en abogado pero parece tener que vivir a la sombra de un Mike que ha conseguido “su licencia” negociando en los despachos. Ha estado tanto tiempo en Pearson Specter Litt que a pesar de que es una novata que quiere probar suerte en la mayor cantidad de casos posibles es obligada a tomar responsabilidades para las que no está preparada.
En esta séptima temporada Rachel ha tenido que hacerse cargo durante un breve periodo de tiempo de los asociados de Louis, todo porque Donna decidió darle ese regalo envenenado. Envenenado porque no era algo que ella quería hacer pero se ha visto obligada a aceptar por todo lo que supone. Y con un poquito extra de mala baba también porque aunque para Donna y para nosotros Rachel está más capacitada que el resto, no deja de ser un asociada de primer año dando órdenes a gente con hasta cuatro años de experiencia que no tiene ganas de aceptar órdenes de una recién graduada. Por lo menos ha terminado por sincerarse con Donna (motivo por el que los Asociados son ahora tarea de la CEO).
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Por el momento Suits ofrece un producto que se disfruta bastante a pesar del desgaste propio de una ficción que lleva siete temporadas a sus espaldas. Como Suits está en plena reforma, podemos esperar e incluso comprender la ausencia de un villano como en temporadas anteriores. Después de la tempestad dicen que llega siempre la calma, y ahora en Pearson Specter Litt están recomponiendo los pedazos dejados por el huracán Jessica que acaba de dejarnos.
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