Desde que el mes pasado se declarase como la nueva mayor frenemy del seriéfago aprendiendo a cancelar series —gif de Ylenia diciendo “sorpresi”—, Netflix está más en boca de todos que nunca, además de por sus intentos de ir a serie por semana para anegar nuestras agendas. El hecho de encabezar ya probablemente la lista de factorías más prolíficas de la industria en lo que a ficción se refiere conlleva una serie de cuestiones de obligado planteamiento, al menos en el sector de la crítica y hoy venimos a contestar: Netflix produce muchísimo, sí, pero ¿todo vale?
El equipo de TV Spoiler Alert ha deliberado. Ha visto mucho contenido, ha sufrido con mucho contenido y, honestamente, ha ignorado otro tanto porque hay cosas que no merecen ni reconocimiento público siquiera. Hemos extraído las siguientes conclusiones: cuáles son los grandes aciertos de Netflix desde 2013, cuáles son sus mayores fallos y, ya de paso, qué series estamos mirando por encima del hombro porque podemos y porque para gastarse los dineros en eso, mejor rescatar una serie de Katherine Heigl, que a la pobre falta le hace. (No).
Los aciertos
5. Sense8
Cisma del mes de junio, con sus correspondientes llantos, protestas y pataletas, pero, en definitiva, total y absolutamente ejemplar en un propósito: dar que hablar. Deje más o menos que desear, ese espíritu globalizador que lleva Sense8 por bandera se cumple tanto dentro como fuera de la pantalla. ¿Acierto producirla? Sí. ¿Acierto cancelarla? De momento, también.
4. Unbreakable Kimmy Schmidt
Netflix tardó dos años en lanzarse a la producción de comedia tras explotar bien sus dramas insignia y lo hizo rescatando un piloto rechazado por NBC. Con sus más y con sus menos, y achaques que tristemente ya se están notando, se mantiene todavía como la comedia más reconocible de la empresa y que les dure muchos años más.
3. House of Cards
Netflix inició su andadura en la ficción en solitario con una ambiciosa demostración de cinematografía y factura técnica. Protagonistas de primera línea, producción impecable y el tipo de drama que heredaba de las grandes mecas de la televisión lineal, aunque hoy en día se esté desviando más hacia un perfil Scandal. No podía faltar en esta lista.
2. Orange Is the New Black
Con permiso del Sr. Presidente, las presas de naranja fueron quienes pusieron a Netflix en el mapa de agentes televisivos a los que tener el ojo echado. Y no nos equivocamos. Tras 5 temporadas, Piper, esposa y compañía se siguen reciclando para que cada mes de junio no nos falten animals ni ganas de verlas.
1. Stranger Things
Stranger Things ha sido un fenómeno innegable. El concepto nostalgia sigue siendo los nuevos zombis y los nuevos vampiros, y los niños de Winona su piedra angular. Que fue la serie del verano pasado y que su segunda temporada se plantea como una de las más anticipadas del próximo otoño es un veredicto unánime.
Los errores
5. Easy
Easy representa el “todo vale” de Netflix. Como Love pareció llevarse el reconocimiento del público, probaron suerte con una vuelta de tuerca, una antología sobre el amor y diferentes historias románticas cortas con las que era imposible realizar una conexión emocional y que renovarían para una segunda temporada porque tendrían algún fichaje apalabrado.
4. Marco Polo
No negamos que la idea y la intención fueran buenas. Buscaban hacer una épica a lo grande, y acabaron con un dramilla de sobremesa que invitaba más al sueño profundo que a la comparativa con cierta rubia de grandes dragones. La ya derogada política de “renovación por segunda temporada garantizada” resultó en pérdidas de 200 millones de dólares. Calderilla.
3. The Ranch
Puedes querer venderla con la carta de la nostalgia, pero la risa enlatada y el formato en general de The Ranch lo único que es, es caspa. Ashton Kutcher debería haberse quedado en casita con Mila Kunis antes que prestarse a este pestiño que, por motivos aún misteriosos, sigue lanzando episodios cada pocos meses.
2. Luke Cage
Creíais que aquí veríais a Iron Fist, ¿verdad? Luke Cage aúna todas las guantadas de nuestros redactores y nos dejó sin ganas siquiera de ver la siguiente tanda de bochorno made in Marvel. Jessica Jones se pregunta: ¿y por este indecente mojón llevo sin aparecer públicamente desde 2015? Sí, Jessi, sí. Pero no perdonamos, no te preocupes.
1. The Get Down
Con un coste 20 millones superior al de una temporada de Juego de Tronos, tras intentar digerir su torpe primer episodio nos quedamos preguntándonos: ¿tanto para esto? The Get Down estaba plagada de fallos, no ofrecía un gancho original suficiente y, en resumidas cuentas, es la mayor decepción que hasta ahora nos han presentado los de Los Gatos.
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No nos olvidamos de otras grandes cagadas que, pese a no ser tan escandalosas, merecen una colleja pública porque no se pueden hacer las cosas peor. Hablamos de la falta de reconocimiento de Hemlock Grove pese a ser la segunda serie de Netflix, el absoluto desatino de Will Arnett y cómo optó por hacer Flaked explotando sus contactos o ese telefilme acomplejado de Naomi Watts cuyos chascarrillos nos están amenizando el mes.
En su quinta temporada compitiendo por la atención y el favor del público, nos entristece ver que el porcentaje de éxito se va difuminando con cada viernes de estreno y su marca no supone ningún tipo de garantía para el espectador. Pero sigan ustedes haciendo la misma serie de superhéroes, que todos estamos deseando verla.
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