El lunes 5 de junio a las 22:10 llega a AMC España, apenas un día después que en Estados Unidos, la tercera temporada de Fear The Walking Dead, ese spin off de The Walking Dead que, a pesar de avanzar con un ritmo incluso más lento que la original, y sin alcanzar su nivel, consigue que pasemos de mejor manera el mono de zombies. Las aventuras de Madison, Nick, Travis, Alicia y Ofelia toman un nuevo rumbo en su avance hacia la frontera entre México y Estados Unidos.
A pesar de lo modesto de sus datos (siempre comparándola con The Walking Dead) partimos este tercer año de aventuras con la seguridad de que la serie ya está renovada por una cuarta, lo que podría permitir mirar más allá a la hora del cuidado de las tramas y de sus personajes. Quizá la seguridad de la permanencia en antena se contagie a los guiones y a los caminos que puedan tomar el grupo capitaneado por Madison Clark. Tras dos temporadas no podemos seguir excusando su ritmo o la falta de intensidad de sus personajes; esperemos que, como ocurrió en The Walking Dead con la prisión, la tercera temporada suponga un punto de inflexión para la serie.
De momento no sabemos qué nos depararán esta nueva entrega de episodios pero nosotros tenemos claras algunas cosas que necesitamos que ocurran en esta temporada para que el producto mejore:
El grupo necesita crecer
Un grupo pequeño puede ser beneficioso a la hora de profundizar y aumentar las capas a todos los personajes, pero cuando ni siquiera el número reducido del plantel principal te permite hacer eso, es mejor que aparezcan nuevos supervivientes de larga duración que aporten dinamismo a la trama. El cast nunca ha sido numeroso, pero si tenemos en cuenta que desde el inicio de la serie hemos perdido a tres personajes principales (Liza, Daniel y Chris), dos han decidido ir por su cuenta (Nick y Ofelia) y solo Victor se ha sumado al grupo, la posible evolución de los personajes se ve frenada por lo limitadas que son sus interacciones. El hermetismo del grupo de Madison no favorece nada a la historia, situación que ni siquiera vimos en la época de la dictadura de Rick en The Walking Dead (dos de los presos se convirtieron en dos miembros válidos de la comunidad).
Algo positivo que podemos sacar de cara a esta tercera entrega es el fichaje de Daniel Sherman (The Originals) como Troy Otto. Por la promo huele a villano pero al menos en IMDb le auguran cierta regularidad: al menos los 16 episodios de la tercera temporada. Y no viene solo, sino que llega con lo que parece un hermano y un ¿abuelo?
Aprovechar a los personajes recurrentes
Si por un lado el elenco principal es limitado, y por el otro los personajes secundarios aparecen y desaparecen sin pena ni gloria, esto termina causando una falta de continuidad impresionante. Esta serie de apariciones episódicas vienen propiciadas por la bipartición de la temporada, pero que se emitan los episodios en dos bloques diferenciados no es excusa para que cada una de las partes de la temporada sea totalmente diferente. Suits, por ejemplo, lleva haciéndolo desde hace años y con solo 5 personajes regulares.
Si los personajes recurrentes forman parte de un arco argumental y no se les permite “ascender” (formar parte del grupo principal) su existencia es meramente accesoria. Por ejemplo, ¿por qué se nos vende la supervivencia de Alex en el avión para eliminarla a los dos episodios? ¿Por qué estamos durante dos meses en un hotel y absolutamente ninguno de los inquilinos decide probar suerte fuera? ¿Por qué visitamos una pequeña isla en al que vive una familia claramente en peligro y no se salva ni siquiera a uno de los más jóvenes?
Reunir al grupo
Separar al grupo de vez en cuando es beneficioso para que conozcamos a los miembros en profundidad. The Walking Dead lo comprobó en la cuarta temporada y lo ha pagado en la séptima; y Fear The Walking Dead lo ha intentado demasiado pronto. Si juntos no conseguían que nos terminasen de llamar la atención, separarlos tan repentinamente no les favorece. Si encima tenemos en cuanta el timeline de la historia, y el hecho de que prácticamente lo que estamos viendo ocurre durante el coma de Rick allá por el episodio piloto de la serie insignia, ¿no sería más lógico que intentasen permanecer juntos ante lo desconocido? A veces actúan como si llevasen años viviendo en este mundo roto en vez de semanas. Reunir al grupo de vez en cuando es necesario. Y parece, si nos guiamos por la promo, que esta reunión se la tendremos que agradecer al ejército.
Pero no solo la separación es física, sino que están a años luz de mostrarse como un frente unido. Es curioso que, a pesar de negarse a que nadie entre en su familia, no sean muy eficaces a la hora de mantener un objetivo conjunto. Las diferencias entre ellos se deben al pasado, y es interesante ver cómo lidian con ellas en una situación como la que viven, pero no están de acuerdo en nada. Medio grupo avanza siguiendo una idea mientras la otra mitad lo hace a regañadientes (o no lo hace y desaparece).
Ofelia cuenta con todos los ingredientes necesarios para convertirse en la killer de la serie y su presencia es un jarra de agua fresca para las tramas (o puede serlo). La hija de Daniel en la única superviviente de su familia, y si para algo ha servido quedarse solo en la serie original es para destacar como personaje, y más todavía si el personaje es femenino: pasó con Andrea, con Carol, con Beth en el hospital, con Sasha, con Maggie y está ocurriendo ahora con Rosita. Encima, Ofelia es el único miembro original que no forma parte del clan de Madison, lo que puede resultar innovador. Lamentablemente, en la temporada pasada abandonó al grupo y sólo nos permitieron verla un par de veces por su cuenta. Quién sabe, puede que sea ella la encargada de salvar a los Clark en la frontera. O puede que ya haya sido capturada...
Necesita crear un villano
Shane en la segunda temporada, el Gobernador en la tercera y en la cuarta, Gareth y Dawn en la quinta, y Negan durante las temporadas 6 y 7 y, al menos, parte de la futura octava entrega. Toda pieza narrativa de estas características necesita un villano, un opositor que ponga trabas a los protagonistas y que a medida que va colocando esos obstáculos que los héroes deben sortear vamos conociendo a los personajes mientras la trama se anima mediante acciones. De momento los villanos parecen ser los caminantes (todavía es pronto en el apocalipsis), lo fueron aquellos que contactaron con Alicia por la radio y ¡lo ha sido Madison en el hotel! (de hecho, su familia fue víctima de sus propias ideas). Para empatizar con el grupo necesitamos que alguien les haga sufrir. Un ser despiadado que ponga en peligro la seguridad de la familia Clark y compañía y que consiga que le odiemos a la vez que consigue que queramos a los protagonistas.
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