Netflix estrenó el pasado cinco de mayo la segunda temporada de Sense8, la serie de ciencia ficción firmada por las hermanas Wachowski cuya primera temporada, estrenada en 2015, sorprendió a los fans del género. La trama gira alrededor de ocho personas de diferentes partes del mundo que se encuentran conectadas mental y emocionalmente. La serie, además de explorar el porqué de esta conexión, explora temas tan diversos como la identidad, la sexualidad, el género, la política y la religión.
La segunda temporada nos trae diez episodios llenos de tramas complejas que los fans disfrutarán al mismo tiempo que se pueden llegar a sentir confusos y perdidos, lo que nos sumerge de lleno en la experiencia sensate. A nivel técnico y creativo, Lana Wachowski sigue la estela que dejaron tanto ella como su hermana en la primera temporada, pero sin llegar a superarla. La ausencia de Lilly Wachowski en el proceso creativo de la segunda temporada se nota, pero, aun así, durante la segunda temporada podremos disfrutar de una fotografía cuidada y una banda sonora que encaja a la perfección. Por supuesto, no faltan las escenas a cámara lenta, que se han convertido en un elemento clave en la serie y hacen de contrapunto con las frenéticas escenas de acción.
Pero esta temporada no ha sido una temporada redonda, sino que ha tenido sus más y sus menos. Por un lado, sus puntos positivos a destacar han sido:
Toby Onwumere, el nuevo Capheus
Cuando se hizo público el abandono de Aml Ameen (Capheus en la primera temporada), los fans nos echamos las manos a la cabeza, ya que era un personaje que, debido a su optimismo, nos había conquistado. Pero durante esta segunda temporada no he echado de menos a Aml Ameen, es más, el cambio se agradece. Toby Onwumere le da un carácter más adulto y serio a Capheus, necesario para las nuevas tramas pero sin olvidar el optimismo característico de éste.
Los personajes secundarios
La serie no sería lo mismo sin los personajes de Freema Agyeman, Alfonso Herrera, Eréndira Ibarra y Michael X. Sommers (Amanita, Hernando, Daniela y Bug, respectivamente).
Por un lado, tenemos a Amanita y a Bug, novia y amigo de Nomi, que ayudarán de una forma activa al clan ya que ambos saben que Nomi es una sensate. Amanita se ha convertido en un miembro de pleno derecho del clan a pesar de no ser una de ellos, pero lucha a su lado sin importarle las consecuencias. Mientras, Bug aporta la dosis de humor justa para hacer más llevadero el drama de la serie, además es un fan declarado de Lito lo que les hará un dúo lleno de sorpresas.
Por otro lado, Hernando y Daniela son los puntos de apoyo de Lito que harán que vea que no todo está perdido y le ayudarán a aceptarse como un hombre gay. Además, Daniela nos ofrecerá una de las lecciones más importantes de esta temporada: la familia se elige.
Más clanes, más sensates
Esta temporada nos ha dado algo con lo que nos quedamos con ganas en la temporada anterior: más sensates. El tráiler de la segunda temporada ya avanzaba que íbamos a ver más clanes, pero no intuíamos la magnitud del asunto. Por un lado, tenemos a Wolfgang, que de forma casual se encuentra con una peligrosa sensate, Lila, que pondrá en peligro a su clan pero sobre todo a él mismo. Por otro lado, Capheus sin pensarlo se expone ante una multitud, pero por suerte da con unos sensates que quieren ayudarlo a mejorar su pequeño pueblo. Por último, Riley se expone voluntariamente para descubrir a otros sensates para que le ayuden a derrotar a Whispers y a la BPO (Biologic Preservation Organization). Gracias a esto, conecta con Old Man of Hoy, un hombre mayor que se ha pasado la vida escondido de la BPO, y con Puck, quién está conectado con 378 sensates.
Por último, esta segunda temporada nos ha mostrado lo ocurrido con el primer clan que Angelica alumbró, pero la pregunta es: ¿seguirá alguno vivo?
Orgía sentimental
Algo con lo que nos sorprendió Sense8 en su primera temporada fue su libertad a la hora de tratar la sexualidad de sus personajes y sus relaciones sexuales. Sin adornos ni florituras descubrimos cómo los sensates se sentían atraídos los unos por los otros dejando atrás su sexualidad y dando rienda suelta a la pasión que a menudo desembocaba en auténticas orgías.
En esta temporada eso ha cambiado, ya no veremos orgías carnales, sino que veremos orgías sentimentales. Los sensates ya no se dejan arrastrar por la pasión y el sexo, sino por las emociones y los sentimientos que viven en cada momento. El clan ahora se conecta de una forma más profunda, lo que hace que los ocho compartan más situaciones juntos y ya no veamos la separación que había durante la primera temporada donde unos tenían más relación con otros. Esta temporada hemos visto cómo Sun y Riley conectan con Kala de una forma más intensa, cosa que no hicieron en la anterior temporada; cómo Wolfgang ahora piensa más en sus actos debido a Kala ; o cómo Sun y Lito siguen siendo un gran tándem.
Todo esto ha hecho que Sense8 haya pasado de explorar la superficialidad de los cuerpos a explorar el interior de las sentimientos, dando un matiz más profundo a las tramas y otorgando a los personajes diferentes dimensiones que hacen que descubramos las diferentes caras de los sensates.
Demasiada información
Si algo ha caracterizado a esta temporada es la gran cantidad de información sobre los sensates que nos han dado. Información sobre la BPO, sobre el primer clan engendrado por Angelica e incluso información sobre otros clanes. Esto no es en sí negativo, pero sí lo ha sido la forma tan rápida y desordenada de hacerlo. Lana Wachowski quiere transmitir demasiada información del insólito universo que ha creado junto con su hermana que en ocasiones no deja respirar al espectador para que asimile la información.
A esto hay que añadirle vacíos de información que, aunque no son importantes, habrían ayudado a que las tramas fluyeran, como es el caso de Sun, que de repente abandona la casa de su maestro para estar en una azotea para el momento siguiente estar alquilando una habitación de un hotel.
La resolución de las tramas
Otro de los problemas de esta temporada ha sido la resolución de tramas, sobre todo al final de la temporada. Un gran final realizado de forma rápida que, unido a la falta de información, transmitió mas caos e hizo que no llegáramos a una plena catarsis.
Ausencia de escenas subidas de tono
A pesar de que esta temporada, como he mencionado antes, tiene como punto fuerte las orgías sentimentales, la ausencia de orgías carnales a las que nos tenían acostumbrados en la primera temporada se ha notado, ya que se habían convertido en un símbolo característico de la libertad de la serie. Lana, devuélvenos las orgías.
Con la segunda temporada vista y analizada solo espero que la tercera temporada (todos deseamos que renueve), por un lado, nos muestre más la relación que puede llegar a ver entre los diferentes clanes de sensates, así como la relación, mas allá de la mente, de Kala y Wolfgang, además de ver cómo el resto de parejas afrontan sus relaciones. Por otro lado, me gustaría saber más sobre cómo un clan afronta el alumbramiento de otro (¿Os imagináis a Lito dando a luz a un clan? Yo estoy deseando verlo). Por último, espero que en la tercera temporada nos den respuestas a: ¿Qué tienen pensando hacer con Whispers? ¿Cómo afrontarán Amanita y Nomi su boda? ¿Lito le contará que es un sensate a Daniela y Hernando? ¿Volarán éstos a Londres para sumarse a la aventura? ¿Cuál es el propósito final de la BPO?
Con todas estas preguntas en el aire, deberemos aguantar hasta que sea renovada por una tercera temporada y a su futura emisión, que, previsiblemente, será dentro de dos años.
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