La tercera temporada de The Flash ha llegado a su fin y, lejos de ser un final por todo lo alto, Finish Line nos deja con mal sabor de boca y con la sensación de cerrar la peor temporada hasta la fecha.
Recordemos que dejamos a Iris muerta en brazos de Barry, tal y como sabíamos que iba a pasar si nadie conseguía cambiar el futuro. Pero nada era lo que parecía: Iris no muere, como podíamos esperar, pero lo que costaba un poco más imaginar era cómo iban a solucionar el cilffhanger del anterior episodio.
Una vez resuelto el misterio de la no-muerte de Iris y el intercambio con HR Wells, el capítulo empieza a tomar una forma extraña, con una serie de sucesiones sin mucho sentido y llenas de más incógnitas si cabe.
Acabar con Savitar ha sido una odisea y más aún lo son las teorías de los remanentes, usar la bazuca para disolverse en todos los universos y líneas temporales, y lo más extraño de todo: la aparición de Black Flash. ¿Si ha ido en busca de Savitar todo este tiempo porque no le hemos visto antes? O ¿por qué Killer Frost consigue acabar con él con tanta facilidad?
Pero estas no son las únicas preguntas que nos quedan tras ver esta season finale. Hablando de Killer Frost, hemos visto que, por el momento, no quiere volver a ser Caitlin, pero tampoco Killer Frost. Es una nueva versión de ambas y creo que ha sido una de las mejores ideas para este episodio final lleno de incongruencias.
Y cuando el final feliz parecía cerca, la speed force entra en cólera hambrienta de un nuevo velocista que ocupe el lugar de Savitar. Y es así cómo Barry se presta voluntario y entra en la speed force sin saber que le deparará pero salvando a la humanidad de nuevo. Previsible.
Para la próxima temporada esperemos que se dejen de tantos entresijos de la speed force y se centren en los personajes, empezando por Wally. Ahora que Barry parece que estará ausente una temporada, Central City necesita un nuevo héroe. O mejor, un grupo de héroes.
Hay suficiente materia como para estar un tiempo sin ver a Barry y darle un nuevo aire a la serie. Nuevas tramas, nuevos villanos (preferiblemente sin supervelocidad) y volviendo a la esencia de la primera temporada. Necesitamos que recupere la frescura del principio pero sin caer en el hartazgo. No va a ser fácil.
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