La segunda temporada de Billions ha llegado a su fin sin reinventar mucho su fórmula. Las actuaciones de Lewis y Giamatti han sido, como siempre, excelentes. Sin embargo, en estos doce episodios hemos visto algo diferente en la historia del fiscal federal Chuck y su archienemigo Bobby Axelrod. Todo es más divertido, el conflicto está mejor definido con argumentos más ajustados a la realidad y se han incorporado más personajes a la mezcla.
Billions es una de esas series que pasan un poco desapercibidas, pero me atrevo afirmar que tras esta segunda temporada ya no será así. La serie tiene cada vez más adeptos, se ha convertido en un éxito para Showtime y es inmensamente entretenida. Su premisa puede ser descrita con tres palabras: poder, corrupción y mentiras. Y, aunque inicialmente puede parecer la típica historia machista donde los protagonistas se pelean por definir “quien es el más poderoso”, sus tramas van más allá de eso.
La serie retrata el conflicto entre el tenaz fiscal federal de los Estados Unidos Chuck Rhoades (Paul Giamatti), quien busca derribar a un multimillonario administrador de fondos, el excéntrico Bobby Axelrod (Damian Lewis). En esencia, ambos hombres son verdaderamente horribles y sus mejores cualidades solo sirven para destacar lo lejos que llegarían para cumplir sus ambiciones. Axelrod se vale del soborno y abuso de información privilegiada para convertirse en uno de los hombres más influyentes de New York, mientras que Rhoades utiliza todas las herramientas inherentes a su cargo y fuera de este para tratar de llevar a Bobby a la cárcel. Y no por esto es el tipo bueno de la historia. Los dos tienen morales cuestionables y usan artimañas para dañarse mutuamente.
El comienzo de esta temporada tiene lugar justo después de ese tenso enfrentamiento al final de la primera entrega. Y, aunque arrancamos muy lentos con la trama principal, cuando las cosas comienzan progresar rápidamente se hace evidente que las posiciones han cambiado. Bobby está claramente asustado de que su imperio se venga abajo y esto hace que cometa errores, tomando medidas drásticas para aferrarse a su poder. Por su parte, Chuck está cerca de perderlo todo (su matrimonio, su trabajo y su reputación), ya que sus acciones de la temporada pasada vuelven para perseguirlo. Y si bien dice el dicho que “no hay nada más peligroso que un hombre que no tiene nada que perder”, ahora que estos dos van a la guerra está claro que estamos a punto de verlos asumir sus propios demonios.
Ahora bien, dentro de las cosas buenas que nos dio esta temporada quiero destacar la participación de Asia Kate Dillon (Taylor Mason). Se trata del primer personaje no binario de género en una importante serie de televisión, y que a su vez ha sido interpretado por un intérprete no binario de género. Se trata de una inclusión necesaria pero también perfecta para que Billions diera de que hablar y creara controversia. La manera en como manejaron este elemento fue magnifica. Taylor era fascinantemente incómodo y se sentía fuera de lugar por razones que inmediatamente iban más allá de anunciar que sus pronombres eran neutros. Romper una frontera binaria de género en la televisión era una cosa, pero romper el mundo generalmente uniforme de Axe Capital era mucho más importante para propósitos dramáticos.
Al comienzo, Taylor no parecía pertenecer a AxeCap debido a la incomodidad superficial y las tendencias sociales del grupo de trabajo. pero el rápido progreso del personaje de interno a ser jefe de inversiones se basó en la búsqueda de su confianza interna, y poco a poco fue superando las expectativas. La química que tuvieron Axe y Taylor dio paso a una muy improbable relación de mentor-aprendiz que les permitió a ambos personajes tener mayor profundidad emocional.
Por el contrario, Lara Axelrod (Malin Akerman) continúa luchando para romper con el molde de las tramas poco interesantes que suelen darle a las esposas de muchos hombres en la televisión. Y aunque Wendy Rhoades (Maggie Siff) sin duda sigue proporcionando a Billions de una fuerte representación femenina, no le haría daño a la serie tener al menos una más.
No obstante, Billions con su segunda temporada pasó de ser una buena serie a ser grandiosa al ajustar su enfoque, añadir nuevos personajes y expandir las tramas de sus actores secundarios. Pero, sobre todo, mejoró apostando en sí misma, en su esencia, multiplicando lo que la convirtió en una serie tan peculiar y excéntrica; haciendo uso de esos diálogos que ponen en evidencia su complejidad y que la ayudaron a destacar durante su primera temporada. Pero, en última instancia, los personajes siguen siendo su principal atractivo.
Durante los upfronts de la semana pasada Showtime anunció que Billions fue renovada para una tercera temporada. Aquí os cuento mis expectativas al respecto:
Taylor será acusado de abuso de información privilegiada, y terminará en la cárcel
Recordemos que Taylor participó activamente en dos grandes movidas de Axelrod: Klaxon (un fabricante europeo de automóviles) y en el saboteo de Ice Juice. En el caso de Klaxon se podría alegar que se debió a un riesgo de crédito. Con el segundo, es muy evidente que el precio de las acciones cayeron por la serie de envenenamientos que Axelrod orquestó.
Wendy y Bobby estarán juntos
Billions siempre ha insinuado que existe una atracción subyacente entre ellos dos, y ahora que Axe está teniendo graves problemas con Lara (hasta el punto de considerar el divorcio) esto abriría la posibilidad de una relación entre Wendy y Bobby.
Lonnie podría trabajar para Axelrod
Como se pudo ver en las escenas finales, Lonnie estaba empacando sus cosas para salir de las oficinas de la Fiscalía del Distrito Sur de New York. Ahora bien, si él llegara a ser un informante de Axe podría hacerle mucho daño a Chuck. Por ejemplo, él sabe que Rhoades se retuvo de ir contra Axelrod cuando éste sobornó a los policías locales para que se abstuviesen de acusar a su socio, por disparar indiscriminadamente una ametralladora. Además con lo resentido que está Lonnie con Chuck, es probable que consiga otras maneras de destruirlo.
Axelrod le costará a Rhoades el cargo de gobernador
Rhoades no puede ocultar por siempre sus prácticas sadomasoquistas. Tal vez Axe, sabiendo el daño que haría en la imagen del candidato a Gobernador, exponga eso y estamos seguros que eso hará mella en el electorado.
¿Qué te pareció esta temporada y qué esperas que suceda en la tercera? Deja tus comentarios.
COMENTARIOS