Llegó el capítulo 1 a.E.Q (after Evil Queen) y parece que alguien se ha dado cuenta de que esta temporada empezó enseñándonos a Aladdin y que él y Jasmine estaban perdidos de la mano de Dios en busca de su reino perdido. Y de que Ariel, que es de las princesas Disney más queridas por el pueblo, llevaba sin hacer ningún cameo —que es como funciona este personaje en la serie— desde hacía tiempo, así que hoy, haciendo un batiburrillo vamos dando carpetazo a tramas para preparar para la season finale, que queda menos de lo que parece y aquí les gusta mucho diversificar historias.
Sabemos que Agrabah ha desaparecido del mapa. Sabemos que Jasmine se culpa a sí misma, pero ¿cómo ocurrió todo esto? Volviendo a la época en la que el Sultán estaba en modo reality para buscar marido a su hija, Jafar hace aparición con una oferta de matrimonio al más puro estilo villanesco, con una amenaza debajo del brazo. O hay boda, o hay ataque al reino, y Jasmine por supuesto, se niega. Lo que hace falta en Agrabah, más que una boda, es un ejército que la defienda, así que cuando, casualidades de la vida, la princesa se encuentra a Ariel en el bazar, en vez de alucinar con una sirena en el desierto, se hacen coleguitas. Siguiendo con las casualidades, Ariel está buscando a Eric tras su primer encuentro, un príncipe que si bien no tiene un ejército de tierra, sí tiene una flota, y a Jasmine le vale más que de sobra para librarse del matrimonio de conveniencia y ayudar a su recién estrenada amiga. Surcando los cielos en alfombra mágica a través del croma, acaban por encontrar a Eric, pero resulta ser una trampa de Jafar, que envía a Ariel de vuelta al mar y consigue que Jasmine ceda a su "petición"dándole de el anillo real, lo que hace que el visir real desvele su auténtico plan: acabar con Agrabah utilizando dicho anillo, que protegía la ciudad de su magia.
En el presente, gracias a otra serie de casualidades que hacen que todos los personajes estén en el mismo sitio a la vez, Jasmine y Aladdin acaban en el Nautilus con Nemo, Liam y Garfio, Tras una corta despedida, Garfio se une a el genio y la princesa en la búsqueda de Jafar y acaban topándose con una cabaña regentada por (sorpresa) Ariel, donde las tramas de Once Upon a Time y OUAT in Wonderland se juntan —más o menos— la descubrir que ahora Jafar es ahora un genio. No os escandalicéis con la emoción de las cosas coherentes porque dura poco. Una salidita de la botella y el poder de Jafar es superior a todo lo que podáis imaginar, cadenas fuera. Jasmine, sin embargo, utilizando su propio hechizo consigue convertirle en bastón no sin antes averiguar que Agrabah se encuentra en el anillo real, que ahora tiene en su poder. ¿Cómo liberarlo y acabar también con la condena de Aladdin? Un beso de amor verdadero, que aquí es como el ibuprofeno: vale para todo.
Como alivio cómico y avanzando algo en la trama final, Emma, Regina y Blancanieves salen de copas para que la rubia se desahogue ahora que cree que su amor la ha abandonado. Cuando al fin suelta la lagrimita que será su perdición, desde "el más allá" Garfio consigue contactar con ella a través del conchatófono de Ariel. Ahora Emma sabe que el capitán no quería abandonarla, y Gideon cuenta con las lágrimas de la Salvadora con las que pretende usarla para acabar con el Hada Oscura, alguien a quien quiero ver de una vez para que anime el cotarro ahora que la Reina ya no está meneando el avispero.
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