Encaramos la recta final de la décima temporada con los capítulos 19 y 20. Como es habitual, no hay mucha chicha, pero sí algunos chistes buenos que te sacan la carcajada.
10x19 The Collaboration Fluctuation
Los nuevos inquilinos traen nuevas relaciones. Raj se ha integrado perfectamente en el apartamento de Penny y Leonard y funciona como la amiga que Penny nunca tuvo: se sabe sus chismes, hacen yoga juntos, van de compras y llevan la misma camiseta... Todo sería estupendo si no fuera porque hacen que Leonard se siente como un aguantavelas.
Por otro lado, Amy y Sheldon empiezan un proyecto científico juntos combinando sus dos prodigiosas mentes. Él intenta ponerle puertas al campo y establece unas normas imposibles de cara a Amy, que muy rápidamente, las tira por la ventana. Mientras trabajan, se dan cuenta de que mantener las formas no les está funcionando ya que, cuando empiezan a discutir es cuando hace los mejores avances.
10x20 The Recollection Dissipation
Sheldon se compromete a trabajar al mismo tiempo en el proyecto militar y en el proyecto neurocientífico con Amy. Todos se preguntan si no ha cometido un error, a lo que él responde desplazándose de un laboratorio a otro durante la noche.
A la mañana siguiente, Sheldon se encuentra un poco resfriado y se toma un antigtipal antes de ir al trabajo. Acto seguido se despierta en el sofá de Leonard rodeado por todos y sin pantalones. Poco a poco va recomponiendo el puzle de la noche anterior para encontrar su cuaderno con todas las notas del proyecto militar secreto. Finalmente, lo encuentran en el sitio más inesperado.
Bernadette está un poco preocupada porque tiene que volver a incorporarse al trabajo. En un momento de debilidad en la cocina, se lo cuenta a Stuart, quien promete guardarle el secreto. Howard, que no entiende lo que le pasa a su mujer, intenta sonsacarle a Stuart, que finalmente cede y le pide que hable con ella.
Vemos cómo están preparando el final de la temporada poco a poco. Aún no sabemos qué va a pasar con Raj ni con Stuart, que están de prestado en casa de los demás. Amy y Sheldon siguen un poco estancados, aunque intuimos que el nuevo proyecto traerá consecuencias. Y, no sé vosotros, pero yo quiero volver a ver ya a Dean Norris para que les de un poco de caña, que están demasiado tranquilos.
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