La segunda temporada de The Man In the High Castle, disponible al completo en Amazon desde el pasado 16 de diciembre, ha vuelto ha demostrar que merece y mucho la pena. La serie, que se desvincula mucho del libro en el que está basada, lo justifica con creces al introducir mucha más acción en la trama, de modo que también mejora con respecto a la primera temporada, ya que deja de lado ese triángulo amoroso (Juliana-Frank-Joe) al que le dio tanto peso en el pasado y que cansó a más de un espectador.
En esta nueva temporada cada personaje tiene una acción importante y los tres participantes de dicho triángulo acaban muy alejados, pero también muy entretenidos en el lugar que les toca. La protagonista de la historia, Juliana Crane, nos ha ofrecido muchos momentos de tensión, sobre todo cuando pide protección en la embajada nazi, o se infiltra en la casa del Obergruppenführe Smith. Gracias a ella hemos podido ponerle cara al hombre del castillo y, aunque aún nos queda saber mucho sobre él y sus películas, sí que sabemos que Juliana es la clave de todas ellas. Siguiendo el viaje de Juliana, soportando los chantajes de la Resistencia, hemos llegado a un final inesperado y desconcertante, pues finalmente su hermana, Trudy, que dábamos por muerta la pasada temporada, no lo está. Seguro que todo está relacionado con las películas y los otros espacios temporales que nos ofrece la serie, y que hemos podido ir conociendo a través del personaje del ministro de comercio, Tagomi. Nos tocará esperar a la tercera temporada para conocer más sobre el hombre del castillo y la aparición de Trudy.
Por su parte, Frank llega a un acuerdo con la Yakuza y recupera a su amigo Ed, quien asumió la responsabilidad del asesinato del príncipe en el lugar de su amigo. Por si fuera poco estar en deuda con la mafia japonesa, Frank, que esta temporada sigue igual de insoportable que en la anterior, se une a la Resistencia, aspecto que termina costándole la vida al activar una bomba en la embajada japonesa. Pero si Trudy ha revivido, quién nos asegura que Frank no pueda hacer lo mismo.
Para mantenernos en tensión toda la temporada, ya que lo interesante era que Juliana y Joe se reencontraran, han decidido tenerlos separados y jugar con nosotros. Joe es enviado por Smith a Berlín para encontrarse con su padre. Una vez allí, se reconcilia con él y conoce a una nueva chica que es la que lo mantiene entretenido esta temporada, y quien lo convence para que le dé una oportunidad a la vida en Berlín. La temporada de Joe ha sido mucho más relajada que la de sus compañeros de reparto, siendo la marioneta de Smith y de su padre, sin aportar acción ninguna; simplemente aumentaban nuestros deseos de matarlo cada vez que decidía quedarse en Berlín, lo que impedía el esperado reencuentro con Juliana.
El personaje, sin duda, de la temporada ha sido el Obergruppenführer Smith que ha manejado a todos los personajes como ha querido para lograr todos sus propósitos. Empezando por ser el encargado de separar a Juliana y Joe, pues aunque sabe que Juliana está viva no se lo dice a Joe hasta que no le conviene, coincidiendo con el último momento de la temporada. Del mismo modo, utiliza a Joe para poder quitarle el cargo de canciller a su padre tras la muerte de Hitler. Dadas las artimañas que se gasta el personaje, es un claro candidato para ser el nuevo führer en la siguiente temporada. No solo por todo esto, sino porque tiene la suficiente cara dura como para matar a alguien y después dar un discurso en su funeral. También por ser el más hipócrita, pues se encarga toda la temporada de que su hijo, quien sufre una discapacidad incurable, no sea asesinado tal y como dictan las reglas del nazismo. Al final de temporada, su hijo, Thomas, se entrega a los servicios sanitarios por esa férrea enseñanza que había recibido en casa, pero ¿morirá o hasta dónde será capaz de llegar su padre por salvarlo? Sea como sea, para mí es el mejor personaje de toda la temporada, por ser un villano en toda regla y porque ha llevado casi todo el peso de la temporada en sus manos.
Todo acaba bien, gracias a que el subinspector Kido (todo un superhéroe, pues es uno de los pocos que sobrevive a la bomba en la embajada japonesa), quien por fin hace caso al ministro de comercio, Tagomi. Gracias a los viajes temporales de Tagomi, los japoneses consiguen una cinta que explica las terribles consecuencias que tendría una guerra entre ellos y los nazis. Esto restaura una paz momentánea que da para esa nueva temporada.
Esta temporada hemos descubierto que los sucesores que puede tener Hitler pueden ser peores incluso que él mismo, lo cual nos anima a seguir viendo esta ucronía. Si Amazon quiere que siga funcionando la idea, es necesario que la tercera temporada continúe con este buen ritmo que ha mantenido en la segunda.
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