Para todos los amantes del entretenimiento ligero, la comedia negra, la peluca y el thriller simpaticón (concepto que deberían explotar más en Hollywood), llega la nueva ficción de Bravo, canal estadounidense principalmente conocido por albergar las 29 ediciones de The Real Housewives. Una cifra aproximada, para que nos hagamos una idea del tono y la línea que buscan seguir con su producción original.
Esta dramedia anteriormente titulada como My So Called Wife viene de la mano de Adam Brooks (Bridget Jones: Sobreviviré) y Paul Adelstein, a quien acostumbramos a ver más frente a las cámaras que tras ellas (Private Practice, Scandal). Este dúo nos ha sorprendido con un producto atractivo, fácil de entrada pero con gancho y, lo más importante de todo: original. Con el corazón robado, procedemos:
Imposters gira en torno a la figura de Ava/Maddie/Alice/Saffron, libertad de elección bautismal para todos ustedes. Nuestra protagonista es una maestra del disfraz que se dedica a estafas de larga duración, embaucando a hombres y mujeres con quien entabla relaciones sentimentales para posteriormente robarles hasta las bombillas del cuarto de baño. Es a partir de su más reciente desvalijamiento al tierno Ezra, poco después de su boda, cuando empieza la caza de la elusiva girl next door y todo el entramado criminal que tiene a su alrededor.
Sin un reparto de particular relevancia —salvando la confirmada visita de la mismísima Uma Thurman—, y a excepción del sempiterno descamisado Parker Young (Suburgatory, Enlisted), el piloto que nos ha presentado Imposters derrocha química entre sus personajes. La carismática Inbar Lavi, quien encabeza esta historia, busca sin duda hacerse un hueco en el panorama televisivo a golpe de camaleonada. Marcarse un Tatiana Maslany, por simplificar. Además de la construcción de la estrella del espectáculo en ciernes, cabe destacar también la interesante dinámica de frenemies entre los ex-maridos.
Sin embargo, el factor que más tenemos que recalcar sobre Imposters es la infinidad de posibilidades que presenta tras esta primera entrega. Desde la búsqueda y quizá captura de Ava/Maddie/Alice/Saffron a su nuevo golpe, pasando por las intrigas detrás de la organización en la que está envuelta y las claras deficiencias sentimentales de los futuribles poliedros amorosos que plagan su expediente delictivo.
Estamos más que contentos con esta nueva incorporación al catálogo de híbridos con encanto. Su ritmo ágil y su capacidad para absorberte durante esos fugaces 44 minutos. Esta anti-comedia romántica ha llegado, nos ha conquistado, y sin duda nos tendrá siguiéndole la pista.
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