The Vampire Diaries avanza a paso firme y sin miedo, pues no tiene nada que perder en sus episodios finales. Hemos vivido dos grandes episodios que se presentan como una antesala a lo que será el gran regreso de Nina Dobrev. Repasemos lo acontecido en las dos últimas entregas y preparémonos para el gran día.
Cade ya no es parte de la serie. Finalmente, nuestros queridos personajes han asesinado a este diablo que ya venía perdiendo energía. Personalmente, ya me tenía un poco cansada su trama y me alegro de que ya no esté presente en The Vampire Diaries. Las sorpresas no se han hecho esperar: una mujer toma el trono del infierno y su nombre es Katherine. ¡Fanáticos de la villana, ya podéis aplaudir de felicidad!
Por otra parte, tuvimos la visita de un asesino conocido: el carismático Kai Parker. Su paso por Mystic Falls dio respuestas a los misterios de la serie, pero no tuvo tanto impacto en las tramas como podíamos esperar. De todas formas, The Vampire Diaries se beneficia con su regreso ya que, al igual que Katherine, tiene muchos adeptos que han agradecido verlo en pantalla en estos episodios finales. Su participación sólo duró dos capítulos y el pobre muchacho está de vuelta en su infierno personal.
Las aventuras siguen en Mystic Falls y las muertes, nuevamente, no son definitivas (ya estamos acostumbrados a esto, ¿cierto?). Damon se vio en la necesidad de escoger a quién quiere dejar vivir: Stefan o Elena. En un acto de valentía, él decide entregar su alma al diablo a cambio de no dejar perecer a los personajes mencionados. De esta forma, hemos visto morir (por segunda vez) a Damon, pero fue salvado por su hermano en una épica escena.
En otro ámbito, hemos descubierto que Bonnie tiene habilidades psíquicas (las que desató en su totalidad tras la muerte de Enzo). Esta nueva característica ha dado bastante juego en diferentes tramas y nos recuerda lo entretenido que fue cuando ella era una bruja. En mi opinión, ésta es una carta un poco desesperada de los guionistas para darle un protagonismo a Bonnie. Además, es una forma de arreglar la resolución (milagrosa) de los arcos que acontecen en la serie.
Ya que hablamos de humanos, refirámonos a Stefan y su nueva faceta como mortal. El menor de los hermanos Salvatore está lleno de energía y una gran valentía lo acompaña. Él no ha dudado en ser quien se enfrentara a Cade, salvando la noche. The Vampire Diaries está avanzando tan rápido que ni él ni nosotros hemos tenido oportunidad de digerir lo que significa su nueva condición. Pese a que sabemos que ahora puede morir y está en constante riesgo, nada ha cambiado para él en lo personal y una introspección por su parte se echa en falta.
Sólo dos episodios quedan para el esperado final de la serie.
El último capítulo se emitirá el 10 de marzo y se lo reitero a aquellos ex-fanáticos de la serie que se quieran sumar para decir adiós a The Vampire Diaries en un episodio que promete ser épico. Ya veremos cómo resulta.
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