Lo llevo diciendo desde Invasion!: Arrow se está marcando una muy sólida quinta temporada. Como bien anuncia en su sempiterno encabezamiento de "My name is Oliver Queen", Oliver no tiene que convertirse en algo más, sino que ya lo es, y esta semana lo ha demostrado con creces.
No es fácil hacer defensa del episodio introductorio de una nueva Black Canary, con el cuerpo de Laurel aún caliente y la reaparición de Black Siren más reciente aún, pero cuando Arrow logra que un leitmotiv funcione en el engranaje de todo el episodio, incluyendo los flashbacks, hay que celebrarlo. Esta no ha sido sólo la segunda oportunidad de Dinah Drake, sino también, y sobre todo, de Felicity y del Oliver de hace casi diez años. En una nota menor, incluso de Diggle, quien por fin parece haber empezado a ver la luz al final del túnel con toda la trama del ejército (aunque estoy segura de que el general Walker aún va a dar muchos problemas).
Empecemos por esos flashbacks en Rusia, porque Talia Al Ghul ha venido a salvarnos lo que queda de ellos esta temporada (o al menos eso espero). Oliver ha tenido muchos mentores, pero por fin conocemos a la responsable de The Hood, quien le proporciona traje, arco y carcaj, y un claro propósito: honrar de una vez la famosa lista de Robert Queen. Que levante la mano quien haya sentido un pequeño escalofrío al ver a Oliver probándose el traje por primera vez, ¿verdad que sí? Y aún más escalofríos cuando Oliver muestra su lado más oscuro cargándose al ruso a golpetazo limpio con la pistola. Descubrimos también, por cierto, que Talia es la artífice del mantra oliveriano del "algo más", y la razón del rol que Oliver claramente adopta respecto a Dinah.
Dejando a un lado la absurda y surrealista capacidad de Oliver para memorizar discursos, palabra a palabra, de hace casi diez años, el alcalde de Star City hace un muy buen trabajo como mentor con la nueva Black Canary. No soy yo muy de ponerme a dar palmas cada vez que entra alguien nuevo al Equipo Arrow, pero voy a tener que darles un puntillo por haber creado una muy satisfactoria introducción y paralelismo con los fantasmas de nuestro siempre atormentado Oliver, quien, por cierto, ha demostrado ser un rebonico con esa afirmación de que el dolor se sobrelleva mejor con gente a su lado. Sigue optimista nuestro Ollie.
Pero lo que verdaderamente funciona con la inclusión de Dinah es el tono tan deliberadamente gris en el que Arrow empieza a encontrarse como en casa. Oliver intenta venderle los discursos del "no matar" y el ayudar a la gente como gancho para que entre al equipo, y es un soplo de aire fresco que le salga el tiro por la culata. A cambio, no le queda más remedio que reclutar a una Dinah, que ha tocado tanto fondo como él, y que lo que busca desesperadamente es la promesa de una segunda oportunidad.
Otro auge del episodio es la sutileza con la que han marcado los siguientes pasos para Felicity. De hacktivista a chica IT de atención al cliente, obviamente Felicity ha usado el Equipo Arrow como necesarísima vía de canalización de sus necesidades hacktivistas, pero ¿es eso suficiente? Desde luego, los del grupo Helix han plantado todas las semillas necesarias para reavivarle el interés y ayudar al personaje mismo, que entre prometerse, desprometerse y enterrar novios, no gana para disgustos ni para evolución alguna. Y ese momento en el que abre la caja de Pandora y comienzan a aparecer ventanas, inevitablemente me ha recordado muchísimo a todo el debate de la temporada pasada sobre que fuera a convertirse en Oracle.
Ya lo ha dicho René: de segundas oportunidades va la cosa. Arrow quiere que se la demos, y esta semana ha vuelto a superar el "meh" con nota, cargándose helicópteros y todo.
Promo: 5x12 Bratva
COMENTARIOS