Club de Cuervos es la primera serie mexicana en llegar a Netflix y lo hizo durante el año 2015. Su segunda temporada se estrena este 9 de diciembre y merece, absolutamente, la pena verla.
Una comedia liviana es lo que nos propone esta serie que presenta un argumento bastante novedoso: cómo dos hermanos deben hacerse cargo del equipo de fútbol que su padre fallecido logró poner en primera división.
Salvador (Luis Gerardo Méndez) e Isabel (Mariana Treviño) son estos hermanos que llenan la pantalla con sus divertidas y bien construidas personalidades. El primero es un egocéntrico que no tiene las competencias para ser presidente de Los Cuervos y su hermana es una neurótica que lucha por arrebatarle el puesto, ya que está más capacitada para ocupar el cargo.
Bajo este argumento, se suscitan una serie de eventos hilarantes que hacen que el espectador pueda reírse a carcajadas. Ambos actores logran, con excelente astucia, dar un toque especial a cada personaje, lo que habla de su buena calidad como profesionales.
Club de Cuervos nos lleva, además, en un hermoso recorrido por la cultura mexicana: su gastronomía, la importancia de la religión católica, la lucha por el empoderamiento femenino y, por supuesto, la relevancia que tiene el fútbol como un juego que despierta las pasiones de todo el país.
Esta producción cuenta con trece episodios y es parte de un hito latinoamericano, pues es la primera serie de la región que abre las puertas para que más producciones de América Latina lleguen a Netflix, tal como lo ha hecho recientemente la producción argentina Estocolmo y la brasileña 3%.
Club de Cuervos entrega entretenimiento a partir de la tragedia y se ríe con crítica social de situaciones determinadas, ofreciendo la posibilidad de ser parte de una experiencia constructiva, alegre y digna de una maratón seriéfila.
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