Otra semana más, otra review de Scream Queens. La serie sigue en decadencia y Blood Drive no hace nada para solventarlo, más bien nos hunde más en este sinsentido argumental en el que nos han metido Ryan Murphy y compañía. Este nuevo episodio es tan prescindible como el anterior y lo único que aporta a la historia es un par de revelaciones sorpresa que nadie había pedido, pobremente enmarcadas por un montón de gags inconexos, chistes marchitos y paja varia para llenar minutos. En unos años probablemente se recuerde esta segunda temporada de Scream Queens como un low point en la carrera de todos los actores involucrados. ¡Hiciste bien en salir por patas, Glen Powell!
Al final del anterior capítulo descubrimos que Cassidy Cascade, el joven doctor interpretado por Taylor Lautner, era en realidad el hijo póstumo del hombre que fue lanzado al pantano en 1985. Esto nos daba una pista inequívoca sobre la identidad del Green Meanie, pues resulta evidente que Cassidy tiene más motivos que nadie para querer acabar con C.U.R.E., aunque el episodio acabó antes de que pudiéramos confirmarlo. Pero no os preocupéis, la cuenta de Twitter de Scream Queens había anunciado a bombo y platillo que finalmente sería revelado quién era el asesino (o al menos uno de ellos, stay tuned) y Blood Drive cumple con lo prometido. Sí, señoras y señores, no nos equivocábamos: el doctor Cascade es el portador de la máscara verde. Y no está solo.
¿Recordáis el inexplicable protagonismo que había adquirido la enfermera Hoffel en los últimos episodios? Bien, pues por fin tiene su justificación. O no, juzgad vosotros mismos. Resulta que el personaje de Kirstie Alley es en realidad la hermana de Ms. Bean, la malograda criada de Kappa Kappa Tau que murió en el episodio piloto cuando Chanel le hundió la cara en una freidora. ¡Shocker! Debo admitir que esto sí que no me lo esperaba. Como todo el mundo en esta serie, Hoffel busca venganza, y decide unirse a la causa de Cassidy a cambio de que él la ayude a matar a todas las Chanel. Parece un trato razonable, oiga.
Pero cuando Scream Queens se decide a resolvernos un misterio también nos deja caer un par más al mismo tiempo. El capítulo de esta semana también nos desvela que hay otro Green Meanie suelto haciendo de las suyas, además de Cassidy y su nueva becaria. A diferencia de la temporada pasada, en esta ocasión los asesinos no están compinchados. De hecho, ni Cassidy ni Hoffel tienen ni idea de quién es el otro Green Meanie que les está haciendo la competencia. Poneos cómodos porque todo parece indicar que esta será la gran incógnita con la que van a jugar los guionistas hasta final de temporada para mantenernos intrigados.
Habréis notado que no hemos hablado mucho de Zayday en estas críticas, aunque el personaje de Keke Palmer tuvo un papel clave la temporada pasada. Esto se debe a que la historia de Zayday esta segunda temporada no podría ser más aburrida ni innecesaria. Paradójicamente, ella podría ser la clave que solventara la ola de asesinatos en C.U.R.E. Sus investigaciones junto al animador del hospital, Chamberlain Jackson, están dando sus frutos y Cassidy ya se ve encima un problemón si no logra acabar con ella pronto. ¿Podrá la enfermera Hoffel ayudarle en esta tarea?
En otro orden de cosas que tampoco importan a nadie, Hester ha empezado a trabajar como doctora en el hospital (¿Sorprendidos? Nosotros tampoco), Chanel se ha obsesionado con enamorar definitivamente a Brock, y éste y su mano diabólica se han puesto más violentos que nunca cuando Munsch le ha acusado absurdamente de ser el Green Meanie. A juzgar por el título del próximo capítulo, esta mano y su dueño darán que hablar muy pronto.
En fin. Mientras por aquí seguimos rezando para que esto mejore, vosotros podéis mirar el adelanto del próximo episodio a continuación:
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