Tal vez sea porque he visto los dos últimos episodios de Arrow seguidos (porque tres semanas privándoos de las reviews semanales habría sido ya imperdonable), pero una tiene la sensación de que, pese a que estén ocurriendo demasiadas cosas al mismo tiempo, la serie está en racha, salvo deshonrosas excepciones.
Una de ellas, el episodio Human Target, donde comencé a preguntarme muy seriamente cuántos pases es posible darle a René “Wild Dog” Ramírez sin que sintamos que se están riendo de nosotros. Vale, es sólo un crío, y por mucho (y muy a menudo) que la líe no se merece ser torturado por Tobías Church de esa manera. Pero que revele la identidad de Green Arrow es mucho que perdonar cuando apenas le conocemos. Ahora bien, qué queréis que os diga, ver a un personaje sufrir y dar muestras de que los golpes y la tortura le afectan es un soplo de aire fresco respecto al siempre impasible rostro de Oliver Queen, ya le interrogue Bratva, Argus o el mismísimo Ra's al Ghul.
Tras la flaqueza de René, Arrow incurre una vez más en esa tendencia a la magia y el ilusionismo que tanto le gusta y rescata de los cómics de DC al personaje Human Target, aunque sin mucho acierto. Una artimaña más tarde, Church cree haber asesinado a Oliver Queen y termina arrestado, pero antes de llegar a la cárcel Prometheus cumple su promesa y termina ejecutándolo, no sin antes enterarse también de la doble identidad de Oliver.
So it begins es un episodio mucho más efectivo que muchos de las dos últimas temporadas de Arrow. Empezando por Prometheus, el nuevo villano al que por fin se nos presenta formalmente. Pese a tener una personalidad poco carismática (aún no le hemos oído decir más de dos frases), el nuevo arquero demuestra ser más de muchas nueces y poco ruido, lo cual se agradece, aunque sea un poco duro ver cómo mata gente inocente de una manera nada random. Que Prometheus conozca la lista de Oliver es una de las revelaciones más interesantes que Arrow nos ha dado en mucho tiempo, y planta la duda de que el nuevo villano sea alguien a quien ya conozcamos.
El Equipo Arrow parece horrorizado cuando descubre que Oliver fue, en su momento, no tan distinto de Prometheus. Un asesino en serie, sin paños calientes. Prometheus ha venido para jugar con nuestras mentes, como bien demuestra el cliffhanger final con la revelación de que el nuevo arquero tenga acceso al departamento de policía y quiera implicar a Quentin Lance en todo esto.
Prometheus aparte, So it begins deja ver por fin al esperadísimo Konstantin Kovar (Dolph Lundgren), quien parece haber atrapado a Oliver en una ratonera.
Finalmente, Vigilante era un episodio muy esperado por varios motivos. Empezando porque (SPOILER CÓMIC) este justiciero de DC y Adrian Chase en los cómics son uno y el mismo. Aún no sabemos el rumbo que decidirá tomar Arrow, pero que la aparición de Vigilante coincida con el momento en que deciden mostrarnos una faceta más agresiva del nuevo fiscal durante un interrogatorio es sospechoso como poco.(FIN DEL SPOILER)
Vigilante intenta disfrazar el cansino conflicto luz-oscuridad oliveriano ligeramente, aunque sin mucho éxito. Esta vez, el dilema recae en los métodos, y el Equipo Arrow se pregunta por qué no unir fuerzas con Vigilante en su cruzada contra el crimen, lo cual no deja de ser bastante contradictorio, como bien subraya Oliver: Vigilante es un The Hood 2.0, un asesino con una lista que parecía horrorizarlos a todos hace apenas un episodio.
Dejando alguna que otra efectiva lucha con trajes de justiciero a un lado, Thea y Quentin estrechan lazos y deciden ponerle arreglo a la espiral en la que se encuentra este último, no sin dejar aclarado que Prometheus sólo quiere jugar con Quentin porque sabe quién es Oliver; lo cual se agradece, porque el cliffhanger final de So it begins con Quentin no tenía ni pies ni cabeza. El cliffhanger de Vigilante (porque siempre tiene que haber uno) no es menos chocante, por cierto: parece que Evelyn Sharp ha estado trabajando con el nuevo villano todo este tiempo, lo cual casa de algún modo con que sea la nueva adición del Equipo Arrow de la que menos sabemos hasta el momento.
Konstantin Kovar compite en protagonismo con Vigilante/Adrian Chase en este episodio. Los flashbacks de Oliver en Rusia disfrazan un poco mejor el conflicto oliveriano: “La verdad es una cuestión de perspectiva”. Parece que Anatoli no ha sido del todo sincero con Oliver, y Bratva demuestra una vez más ser una “hermandad” de dudoso honor.
En fin, hay demasiadas pelotas en el aire, pero al menos el interés se mantiene. Felicity y Thea están deslucidas a más no poder, y la vida sentimental de Oliver ha pasado a un necesarísimo segundo plano (periodistas aparte). No es mucho, pero lo bastante como para no tirar la toalla, y dejar las cosas a punto para el esperadísimo macrocrossover de dentro de dos semanas, del que por ahora no tenemos promo para Invasion, el 5x08 de Arrow, pero sí esta deliciosa imagen.
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