La nueva serie del canal Syfy nos cuenta la historia de una descendiente del famoso Van Helsing, llamada Vanessa (Kelly Overton). Este giro al famoso personaje podría ser positivo, siempre y cuando, se sepa aprovechar al máximo el tirón del mismo, pero lo cierto que no es algo que hagan, al menos, en los dos episodios que hasta ahora llevan emitidos. Para empezar, en el piloto el personaje de Vanessa casi ni aparece, ya que está la mitad del capítulo en coma. Si lo que pretenden es conquistarnos con un personaje, ya, de entrada, lo hacen mal.
Si continuamos analizando el piloto vemos su inevitable semejanza con The Walking Dead, ya que nos muestra un mundo dominado por los chupasangres, ¡vaya giro más original! Pero no solo esto, sino que encima el piloto no puede tener más incongruencias; por ejemplo, cuando abren la puerta vemos que es de día, pero eso no impide que los vampiros campen a sus anchas. De modo que se parecen demasiado a una serie y encima pasan por alto una de las reglas vampíricas por excelencia, de momento, sin motivo.
Cuando, por fin, deciden que la protagonista despierte de su letargo, empiezan a explicar algo de toda esta locura; por un lado, que Vanessa Helsing parece ser la cura al vampirismo, ya que los vampiros al morderla vuelven a ser humanos y; por otro, que tiene una hija y que tiene que salir de allí para buscarla.
En suma, un piloto que parece más digno de mitad de temporada que de un estreno, ya que no conocemos a los personajes y es peligroso dejar todo el peso en los secundarios, en un primer momento. También es lógico que quien quiera empezar dicha serie es para ver cómo se encargan del personaje principal, no que esté medio muerta en el piloto.
Tras este primer episodio bastante tedioso, en el segundo, comienzan a explicar más cosas, entre ellas, cómo llego la heroína al coma, cómo una de las doctoras es transformada —por cierto, ¡vaya transformación! Tan solo en unos segundos ya tienes nuevo vampiro—, la relación de Vanessa y su hija, y, especialmente, nos presentan a los villanos, quienes, en un principio, no aportan mucho juego a la trama.
En cuanto al resto de personajes, no queda mucho que decir, simplemente uno de los oficiales que vigilan a la protagonista mientras está en coma, Axel Miller (Jonathan Scarfe), es bastante insoportable y parece que pueda haber algo entre él y la susodicha.
Finalmente, como ya habréis notado, la serie a mí no me ha convencido, ya que, de momento, no han sabido jugar bien con un apellido tan icónico en el mundo fantástico y, mucho menos, con la trama y el universo vampírico. Tampoco es nada acertada la copia a lo The Walking Dead, porque ya tenemos una serie así. Así que no espero que dure mucho en la parrilla televisiva, pero aún tiene tiempo para mejorar y que Vanessa nos sorprenda con duros enfrentamientos con los vampiros.
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