La semana pasada regresó Masters of Sex, el drama de Showtime que narra la vida y obra de la célebre pareja de médicos y sexólogos William Masters y Virginia Johnson. Tras el demoledor final que nos dejó la tercera temporada de Masters of Sex, con la ruptura profesional y sentimental de sus dos protagonistas, llegan los capítulos de la cuarta entrega con la revolución cultural de los años 70 de fondo.
Después de su enfrentamiento, Bill, que ha perdido el amor de su mujer y también el de la que fue su amante y socia, parece haber tocado fondo y encontrarse más perdido que nunca. Además, tendrá que lavar su nombre, manchado por falsas acusaciones de pedofilia e incitación a la prostitución después de que su programa de voluntarios se echara a perder. Por su lado, Virginia, quien se marchó para casarse con un magnate de los perfumes, reaparece sola en un lujoso hotel, dándole a los cócteles y ligando con hombres jóvenes. Todo parece indicar que su matrimonio o no se produjo finalmente o se malogró de forma prematura, pero parece que habrá que esperar a que la trama avance algo más para estar seguros.
En medio de un clima de liberación de la mujer y revolución sexual, Virginia decidirá continuar su carrera profesional en solitario y buscar apoyo en el padre del imperio Playboy, Hugh Hefner, como columnista en su revista. No obstante, el empresario se empeñará en apoyarla sólo si vuelve a trabajar con el doctor Masters. Bill se muestra totalmente dispuesto a seguir con la clínica reproductiva, aunque desolado ante la certeza de que ella ya no le quiere. Virginia le pondrá como condición a seguir con su empresa el contratar a más socios y personal, como una forma de establecer distancia y rebajar la tensión. Todo indica que veremos aparecer nuevos personajes, junto a los clásicos secundarios (Betty y Lester) que siempre ayudan a romper la tensión dramática ofreciendo brillantes momentos cómicos.
Por su parte, Libby, la esposa del doctor Masters, tiene la firme determinación de divorciarse, después de que Bill le confesara desde el calabozo que llevaba años engañándola con Virginia. Todo apunta a que será la que más se libere como mujer esta temporada, en consonancia con el clima de emergente feminismo que se vive en el país.
Veremos cómo levantan cabeza los tres protagonistas a lo largo de estos nuevos episodios, si son capaces de renacer de sus cenizas, encauzar sus vidas y volvernos a ofrecer la pasión que les caracteriza. Todo ello aderezado con cardados y estampados psicodélicos como los de sus fantásticos posters promocionales.
Después de su enfrentamiento, Bill, que ha perdido el amor de su mujer y también el de la que fue su amante y socia, parece haber tocado fondo y encontrarse más perdido que nunca. Además, tendrá que lavar su nombre, manchado por falsas acusaciones de pedofilia e incitación a la prostitución después de que su programa de voluntarios se echara a perder. Por su lado, Virginia, quien se marchó para casarse con un magnate de los perfumes, reaparece sola en un lujoso hotel, dándole a los cócteles y ligando con hombres jóvenes. Todo parece indicar que su matrimonio o no se produjo finalmente o se malogró de forma prematura, pero parece que habrá que esperar a que la trama avance algo más para estar seguros.
En medio de un clima de liberación de la mujer y revolución sexual, Virginia decidirá continuar su carrera profesional en solitario y buscar apoyo en el padre del imperio Playboy, Hugh Hefner, como columnista en su revista. No obstante, el empresario se empeñará en apoyarla sólo si vuelve a trabajar con el doctor Masters. Bill se muestra totalmente dispuesto a seguir con la clínica reproductiva, aunque desolado ante la certeza de que ella ya no le quiere. Virginia le pondrá como condición a seguir con su empresa el contratar a más socios y personal, como una forma de establecer distancia y rebajar la tensión. Todo indica que veremos aparecer nuevos personajes, junto a los clásicos secundarios (Betty y Lester) que siempre ayudan a romper la tensión dramática ofreciendo brillantes momentos cómicos.
Por su parte, Libby, la esposa del doctor Masters, tiene la firme determinación de divorciarse, después de que Bill le confesara desde el calabozo que llevaba años engañándola con Virginia. Todo apunta a que será la que más se libere como mujer esta temporada, en consonancia con el clima de emergente feminismo que se vive en el país.
Veremos cómo levantan cabeza los tres protagonistas a lo largo de estos nuevos episodios, si son capaces de renacer de sus cenizas, encauzar sus vidas y volvernos a ofrecer la pasión que les caracteriza. Todo ello aderezado con cardados y estampados psicodélicos como los de sus fantásticos posters promocionales.
COMENTARIOS