La segunda temporada de Fear The Walking Dead sigue progresando adecuadamente. En Pillar of Salt, los huéspedes del hotel ya trabajan juntos para convertirlo en un refugio seguro. Mientras, en la colonia, una familia escapa y despierta el lado oscuro de Alejandro, quien prohíbe la salida de todos los habitantes. Por último, hemos vuelto a ver a Ofelia tras su escapada, y se nos revelan detalles de su pasado. A nivel artístico o de acción, el duodécimo episodio no aporta demasiado, pero sirve como preparación para lo que vendrá en la recta final de la temporada.
En el hotel, Madison ha tomado las riendas de la situación, convirtiéndose en la jefa de los dos grupos, a los que ha conseguido unificar por el objetivo de sobrevivir. A todos menos a Ilene (Mary Alice para siempre), que venga la muerte del zombie de su hija apuñalando a Victor Strand, que se debate entre la vida y la muerte. Todo esto sirve como catalizador para que Madison y Elena vayan a buscar los medicamentos para tratarle al supermercado de Marco. Así que ya hemos encontrado un punto para que dos tramas converjan dando lugar al reencuentro madre e hijo.
Desde que empezó la serie, hemos visto cómo Madison se iba convirtiendo poco a poco en una especie de Rick, es el personaje fuerte de Fear The Walking Dead. La muerte de su marido fue el punto de inflexión de la familia y lo que la convirtió en una superviviente. El relativo abandono que sufrió Alicia entonces y la facilidad para manejarse en entornos hostiles de Nick, han convertido a los Clark en unos personajes que esperamos que duren mucho. Los guionistas han conseguido reflejar muy bien el drama que han vivido desde antes del brote y por eso probablemente ellos tres sean los únicos que nos importan hasta el momento.
Hacía unas cuantas semanas que no sabíamos nada de Ofelia, que dejó tirada a Alicia en la habitación del hotel. El capítulo ha servido para arrojar luz sobre la historia personal de uno de los personajes más desconocidos y, por tanto, más aburridos de la serie. En los pocos flashbacks que hemos visto, la hija de Daniel se había comprometido a pesar de que se sentía responsable de sus padres, a los que veía más desprotegidos de lo que verdaderamente estaban. Después lo comprobaríamos. El camino de Ofelia es solitario por ahora pero es cuestión de tiempo que la veamos reunida con los demás, o con su padre, cuyo futuro no quedó del todo claro tras el incendio que provocó en el 2x08.
El cold opening del episodio, muy importante como siempre, nos cuenta la historia de una familia que decide dejar la colonia al no considerarla un lugar seguro. En su intento de fuga son interceptados por Marco, que los utiliza para averiguar la ubicación de dicha colonia y que provoca el cliffhanger. Antes, Alejandro empezó a preocuparse por la marcha de alguno de los vecinos y prohibió la salida a sabiendas de que faltarían a la puntual entrega de oxicodona con los hombres de Marco. Aquí se vuelve a plantear el dilema de la fe tal y como lo entiende él, aunque contradiga al sentido común, como le advierte Nick. A diferencia de Luciana, que acata las órdenes de Alejandro, él trata de hacerlo cambiar de opinión. Mi visión de esta trama es que se desvelará que es un charlatán y que su herida en el hombro se debió a un mordisco humano y desde entonces lo está aprovechando para afianzar sus teorías.
Nos dejamos, pues, a la colonia en peligro de extinción. A Ofelia dando vueltas en solitario. Y a los habitantes del hotel sofocando una crisis grave. Por otro lado, el episodio nos deja a Travis caminando hacia allá tras divisar las luces a lo lejos. Pero ¿qué ha sido de Chris? Lo veremos la semana que viene pero no os perdáis el tráiler.
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