La serie que inicia una nueva etapa del canal americano TNT, basada en la película de 2010 de David Michôd, es también la primera gran apuesta de Kevin Reilly a cargo del canal, el que diera luz verde en FOX a series como Fringe, Glee, Brooklyn Nine-Nine o Empire. Reilly ha estado a cargo del rebranding de TNT como de su canal hermano dedicado a la comedia TBS y tienen una batería de estrenos de 15 títulos entre ficción y no ficción.
Ya hace cuatro meses cuando se "filtró" el piloto nos sorprendió por su dureza y su calidad, pero eso no fue más que el principio. Los Cody realmente no han tenido límite en su ambición, como nunca la han tenido en el pasado. Durante toda la temporada nos enteramos de cosas realmente duras y, a pesar de tenerles casi contra las cuerdas, se las han arreglado para salir airosos, aunque una cosa queda clara: J es ahora uno más del clan.
Las escenas duras han dominado toda la temporada, el inicio de la serie con la sobredosis de la madre de J es sólo el principio, pero podemos ver escenas tan duras como la paliza de Deran a su pareja, la desaparición de Catherine, la implicación de la novia de J y su padre en los negocios de la familia, etc. Al final las acciones y decisiones de los Cody terminan afectando a todos los que les rodean y si hay algún peligro ellos son los que van a salir ilesos gracias a la figura tan sobreprotectora como manipuladora de la madre.
Ellen Barkin con su personaje Smurf es la auténtica estrella de la serie, la relación un tanto tóxica que mantiene con sus hijos es hasta cierto punto incestuosa, el control que ejerce sobre ellos es casi enfermizo llegando a vetarles si no hacen lo que ella diga. Algo que se trasmite a sus hijos: Baz es adoptado pero mantuvo una relación incestuosa con su hermanastra Julia, mientras que en la actualidad mantiene una relación con Catherine, por la que Pope sigue sintiendo algo. Las pasiones de Craig son las drogas y las mujeres, la ocasión le viene dada cuando la novia de J pregunta por cocaína, mientras que la posesividad de Deran sobre Adrian es un claro reflejo de la relación con su madre.
La dinámica familiar es un gran aliciente a la serie, la parte criminal está muy bien pero al final sería otra serie de robos y asesinatos más, que aquí además tienen más aspecto de videoclip que de otra cosa. Lo más atractivo es cómo afecta eso a su modo de vida y los conflictos que se generan y en esta serie lo han conseguido de una manera que te fundes los diez episodios de la temporada en un santiamén. Animal Kingdom ha ido ganando espectadores y se ganó la renovación junto con Angie Tribeca y Wrecked, que son también del grupo aunque se emitan en TBS.
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