El pasado jueves The Big Bang Theory concluyó su novena temporada con un episodio bastante discretito en lo que a grandes cliffhangers se refiere, aunque repleto de estrellas invitadas.
Recapitulemos: Penny propone celebrar una segunda boda con Leonard para contentar a su fría suegra, la brillante Beverly Hofstadter (interpretada por la siempre magnífica Christine Baranski). Ello justifica la presencia en el episodio de otros actores como Laurie Metcalf, que da vida a la fanática y dulce Mary Cooper (madre de Sheldon), o Judd Hirsch, que introduce en nuestras vidas (¡por fin!) al bajito y afable padre de Leonard, el doctor Alfred Hofstadter, lo cual da cierta idea de a quién puede haber salido Leonard.
Así, todo queda servido para una doble ración de momentos tensos: a las ya explotadas distintas idiosincrasias de las madres de Leonard y Sheldon, se añade ahora la agria relación entre los divorciados Hofstadter, cuyas puyitas mutuas dejan que Judd Hirsch robe la escena unas cuantas veces.
Pero las notas verdaderamente cómicas del capítulo recaen, como viene siendo ya una constante, en Howard y Raj. Si hacía unos episodios ya veíamos una creciente preocupación por el uso que el gobierno pueda darle al proyecto que Leonard, Sheldon y él han construido en común, el final de temporada no parece sino confirmarlo. Tan sólo segundos después de terminar el prototipo, Howard recibe un email de las Fuerzas Aéreas mostrando interés en comprarlo, lo que desemboca en ridículos arrebatos de Raj en los que declara fervientemente su amor a América, y en una ridícula pero divertidísima escena en la que Howard, Bernadette y Raj creen que están siendo víctimas de una persecución por parte del gobierno en el coche; para mí la guinda del episodio.
El capítulo termina abriendo la puerta a un posible romance entre el patriarca de los Hofstadter y Mary Cooper, lo cual convertiría a Sheldon y a Leonard en algo así como hermanos, y de paso legitima la relación que estos dos, a fin de cuentas, siempre han tenido.
No es, ni de lejos, uno de los capítulos más flojos de la serie, pero sí, tal vez, el final de temporada más suave hasta la fecha. De cualquier forma, viene a cerrar una temporada (¿tal vez la penúltima?) que nos ha dejado algunos momentos para la posteridad. Sin acercarse, ni por asomo, al brillo de las primeras, esta temporada me ha dejado algo menos indiferente que las dos o tres anteriores. Por mucho cariño que les tenga Bernadette y a Amy, la serie ha cambiado radicalmente desde que se convirtió en una dinámica de relaciones sentimentales.
Repasemos algunos de esos momentos que (sin pasarse) han marcado el rumbo de los habitantes de Pasadena.
Sheldon y Amy
La temporada abría con un Sheldon desolado que no sabía cómo recuperar el amor de Amy. Y si bien Amy tenía sus motivos para quejarse de la lentitud con la que avanza su relación, el mal rato no duró. No sólo volvieron a estar juntos, sino que ahora están prometidos (qué obsesión la de los norteamericanos con las bodas) y, atención porque esto sí es muy fuerte, también se acuestan juntos.
Quién te ha visto y quién te ve, Sheldon Cooper. No termino de entender a qué han querido jugar los guionistas contigo. ¿Eres asexual? ¿o era cuestión de que llegase la persona adecuada? A mí algo no me cuadra. El caso es que, con o sin la bendición de su mimau, Sheldon y Amy están más juntos que nunca. Y hablando de su mimau, ¡por fin hemos la hemos conocido también esta temporada! Interpretada por la maravillosa June Squibb, a la que desde su papel en Nebraska, no paran de lloverle las invitaciones a muchas series, como Glee en su momento.
Leonard y Penny
Tal vez sea porque estos dos me aburren ya un poco y no creo demasiado en su “amor”, pero me gustó bastante que la temporada empezase con su boda siendo un tanto agridulce y desastrosa. Leonard y Penny han dado ya tantas vueltas, que qué menos que no intentar vendernos la moto a los espectadores de la epicidad de su amor.
Me parece acertada, por cierto, la vía que han abierto con Penny y su conflictiva entrada a la vida adulta. El hecho de que necesite su actual trabajo como vendedora para quitarse de encima unas cuantas deudas, pero que, en el fondo, lo odie, me hace pensar que tal vez los guionistas no se hayan olvidado del todo de este personaje. Miedo me daba cuando sólo la sacaban bebiendo vino y riendo las gracias de sus amigas o de Leonard, y espero que la próxima temporada nos traiga algo más de crecimiento por parte de este personaje tan cercano y necesario para la serie.
Howard y Bernadette
La pareja más carismática y verosímil de la serie va a tener un hijo. Era, sin duda, un paso inevitable y no se puede decir que no tenga sentido. O tal vez sí. Se me viene a la cabeza un episodio en el que Bernadette, disfrazada de ayudante maga de Howard en una fiesta de cumpleaños, dejaba bastante claro lo mal que se le daban los niños y las pocas ganas que tenía de tenerlos. Supongo que las cosas cambian.
En cualquier caso, supongo que convivir con Stuart y terminar despidiéndolo como al hijo que se va a la universidad habrá hecho algo de mella en ellos. La serie necesitaba relajar un poco los niveles de patetismo a los que últimamente había llegado el personaje de Stuart, dicho sea de paso. Esperemos que el bonito lavado de cara que le ha dado a la tienda de cómics ayude a que prospere el negocio y, ya que estamos, su autoestima.
Howard, Leonard, Sheldon y su proyecto en común
Algo así tenía que pasar tarde o temprano. Si en una serie protagonizada por científicos estos nunca dan un paso adelante en sus respectivas carreras, apaga y vámonos. Y parece que por fin ha sido el caso de estos tres. En un momento de sobrecogimiento por la noticia de su paternidad, y la necesidad de aumentar sus ingresos, a Howard se le ocurre una brillante idea que marina muy bien con el proyecto que Leonard y Sheldon ya tenían en común.
Pero qué queréis que os diga, yo quiero más Howard y Raj. Y más canciones sobre superhéroes mezcladas con folk (filk para los amigos), ¡por favor! Un capítulo sólo me supo a poco. Y nada más que por eso, salvaba la temporada entera.
Raj: ¡Salvadlo!
Ni siquiera ha tenido una línea argumental propia en el final de temporada. Una vez más, vuelve a ser el segundón gracioso de Howard y Bernadette, papel que se le da bien pero resulta demasiado comodete, me da a mí.
Pero seré benévola. Al menos ha medio evolucionado un poco en el plano sentimental. Hubiera sido bastante triste que siguiera eternamente con Emily por miedo a quedarse solo. Aunque ahora sigue teniendo sus deslices por miedo a decirle que no, y no sé qué es peor. Pero es Raj, y parece que va espabilando.
En cualquier caso, sus atenciones están ahora algo más centradas en Claire, una curiosa camarera y guionista interpretada por Alessandra Torresani. Y de pronto Raj se nos ha convertido en alguien que está con dos mujeres a la vez sin mayor problema. Así, de un día para otro.
En definitiva…
Que la sitcom más vista de la televisión americana ya nunca volverá a brillar como antes, porque ahora está demasiado ocupada siendo otra cosa: una comedia romántica (en inglés, rom-com).
Pero, si os pasa como a mí, tal vez la sigáis viendo porque os hayáis encariñado con los personajes. Y es que, pese a todo lo anterior, los personajes no han dejado de evolucionar; ahora bien, hacia qué derroteros lo estén haciendo, eso es ya otra cosa. Cada vez son más normales, así como la serie misma, que pasa a ser una sitcom más que podemos ponernos de fondo, por inercia, mientras hacemos otras cosas; como en su momento pasó con Cómo conocí a vuestra madre, o como tal vez pasará o puede estar pasando también con Modern Family.
Curiosidades: el fichaje de Judd Hirsch
Johnny Galecki (el actor que da vida a Leonard) y Judd Hirsch se conocieron en el tributo a James Burrows de hace un par de meses (aquel mismo en el que tuvo lugar la celebrada reunión del reparto de Friends; bueno, casi al completo). Al parecer fue Judd Hirsch, que había trabajado con Burrows en la sitcom Taxi, quien manifestó su interés por interpretar al padre de Leonard. Y, aunque borda el papel y pone sus dotes cómicas en buen uso como Alfred Hofstadter, yo siempre lo recordaré por su trabajazo en la película Ordinary People (Gente corriente en España), donde su papel como el psicólogo Tyrone Berger le valió una nominación al Oscar en 1980.
El reparto de Friends junto al de The Big Bang Theory en el tributo a Burrows de la CBS
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