Aunque la primera temporada de Fear The Walking Dead me gustó en términos generales, me pareció (como a la mayoría) un poco sosa porque nos estaban contando lo mismo a grandes rasgos que la serie original con la única gracia de que veríamos cómo empezaba todo. Los personajes tenían bastante potencial pero se quedaban a medio camino de lo que el gran público esperaba, pero tras el trámite que fueron aquellos seis episodios, la serie postapocalíptica empieza a tomar forma. Y de qué manera.
El final de la primera temporada nos dejaba la interesante premisa de la huida a bordo de un barco, algo inexplorado hasta ahora en la serie. Aunque a nosotros no se nos había ocurrido, parece que los habitantes de California no pensaban en otra cosa. Un mar atestado de barcos y también de zombies, que también habían conseguido conquistar el mar (¡saben nadar!) les esperaba a los protagonistas ajenos a los planes de Victor Strand, su anfitrión. Con el Apocalipsis dado por cierto y comenzado es cuando nuestros personajes han empezado a explotar sus particularidades y donde sus filias y fobias se han agudizado. La supervivencia les ha convertido en lo que queríamos.
Cuando parecía que no encontraríamos a ningún Rick, Fear The Walking Dead nos ha traído a otro personaje con fuertes determinaciones para proteger a su familia. En efecto, Madison ya apuntaba maneras desde el principio, era la fuerte del matrimonio, pero no sabíamos hasta qué punto. Ella fue la primera que asumió que lo de antes había acabado y ahora tocaba adaptarse al medio para cuidar de sus hijos, algo a lo que ya estaba acostumbrada, pero en este séptimo episodio nos ha dejado totalmente destrozados y helados ante su frialdad para encerrar a Celia con sus "familiares" y luego para dejar atrás a a Travis, Chris y, sobre todo a Nick atrás. Habemus personajazo chicos.
El otro gran personaje es Nick, el ex adicto había sido escogido por Strand por su capacidad para buscarse la vida en un entorno hostil. En el barco ya demostró que es capaz de ser muy útil en estos capítulos cuando bajaban a tierra a pesar de la desconfianza de Madison y su afán por sobreprotegerlo, Pero sobre todo en los dos últimos y su relación con Celia, quien supo aprovecharse de él rápidamente. Su elección de quedarse atrás ha sido uno de los momentos más impactantes de la midseason finale. No hemos visto gran cosa de Alicia todavía pero creo que lo mejor de ella viene a partir de ahora, cuando se ha dado cuenta de que su pellejo vale más que el de los demás.
Salvo ellos tres, el resto me parecen personajes susceptibles de morir en cualquier momento, incluidos Travis y su insufrible hijo Chris quien, sin embargo, sí ha tenido una evolución bastante interesante desde que acuchilló caminantes y, sobre todo, cuando disparó a Reed sin estar realmente infectado. Hasta el momento se ha convertido en un personaje muy peligroso que ha puesto a su padre en una situación muy delicada.
Si algo bueno tiene la franquicia The Walking Dead es que no suele autocensurarse, no tiene miedo a tocar temas adyacentes a su trama central. Lo hace en la serie original y también en Fear The Walking Dead, como es el caso de la homosexualidad, tan en entredicho últimamente en el cine y la televisión, aunque es verdad que también ha sido penalizada, quiero creer que tendríamos el mismo resultado si la pareja fuera heterosexual. Al menos en esta ocasión no ha muerto el negro.
La llegada a la Hacienda de Thomas Abigail ha supuesto un punto de inflexión en Fear The Walking Dead, no sólo a nivel de personajes, sino también a nivel temático. Un fenómeno tan global como el Apocalipsis tiene infinitas maneras de ser interpretado y en ambas series ya hemos visto muchas, pero la relación que se establece entre la religión, la Santería y el concepto de la muerte tan especial que tienen en México me parece francamente original y muy bien contada. Esta apertura del universo de The Walking Dead demuestra que Kirkman tenía razón y éste es infinito, o al menos lo parece. Si quisieran podrían expandir la franquicia a todo el mundo y contar siempre la misma historia desde el punto de vista de diferentes culturas. Nunca sería igual y podríamos encontrar matices que nos hicieran disfrutar igualmente. El caso es que cuando la ilusión y las ganas de zombies se estaban yendo por el sumidero, ha llegado esta midseason finale para levantarme un poco el ánimo.
Cuando parecía que no encontraríamos a ningún Rick, Fear The Walking Dead nos ha traído a otro personaje con fuertes determinaciones para proteger a su familia. En efecto, Madison ya apuntaba maneras desde el principio, era la fuerte del matrimonio, pero no sabíamos hasta qué punto. Ella fue la primera que asumió que lo de antes había acabado y ahora tocaba adaptarse al medio para cuidar de sus hijos, algo a lo que ya estaba acostumbrada, pero en este séptimo episodio nos ha dejado totalmente destrozados y helados ante su frialdad para encerrar a Celia con sus "familiares" y luego para dejar atrás a a Travis, Chris y, sobre todo a Nick atrás. Habemus personajazo chicos.
El otro gran personaje es Nick, el ex adicto había sido escogido por Strand por su capacidad para buscarse la vida en un entorno hostil. En el barco ya demostró que es capaz de ser muy útil en estos capítulos cuando bajaban a tierra a pesar de la desconfianza de Madison y su afán por sobreprotegerlo, Pero sobre todo en los dos últimos y su relación con Celia, quien supo aprovecharse de él rápidamente. Su elección de quedarse atrás ha sido uno de los momentos más impactantes de la midseason finale. No hemos visto gran cosa de Alicia todavía pero creo que lo mejor de ella viene a partir de ahora, cuando se ha dado cuenta de que su pellejo vale más que el de los demás.
Salvo ellos tres, el resto me parecen personajes susceptibles de morir en cualquier momento, incluidos Travis y su insufrible hijo Chris quien, sin embargo, sí ha tenido una evolución bastante interesante desde que acuchilló caminantes y, sobre todo, cuando disparó a Reed sin estar realmente infectado. Hasta el momento se ha convertido en un personaje muy peligroso que ha puesto a su padre en una situación muy delicada.
Si algo bueno tiene la franquicia The Walking Dead es que no suele autocensurarse, no tiene miedo a tocar temas adyacentes a su trama central. Lo hace en la serie original y también en Fear The Walking Dead, como es el caso de la homosexualidad, tan en entredicho últimamente en el cine y la televisión, aunque es verdad que también ha sido penalizada, quiero creer que tendríamos el mismo resultado si la pareja fuera heterosexual. Al menos en esta ocasión no ha muerto el negro.
La llegada a la Hacienda de Thomas Abigail ha supuesto un punto de inflexión en Fear The Walking Dead, no sólo a nivel de personajes, sino también a nivel temático. Un fenómeno tan global como el Apocalipsis tiene infinitas maneras de ser interpretado y en ambas series ya hemos visto muchas, pero la relación que se establece entre la religión, la Santería y el concepto de la muerte tan especial que tienen en México me parece francamente original y muy bien contada. Esta apertura del universo de The Walking Dead demuestra que Kirkman tenía razón y éste es infinito, o al menos lo parece. Si quisieran podrían expandir la franquicia a todo el mundo y contar siempre la misma historia desde el punto de vista de diferentes culturas. Nunca sería igual y podríamos encontrar matices que nos hicieran disfrutar igualmente. El caso es que cuando la ilusión y las ganas de zombies se estaban yendo por el sumidero, ha llegado esta midseason finale para levantarme un poco el ánimo.
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