Me gustaría comenzar enviándole un abrazo fuerte al que decidió que The Night Manager se tradujese como El Infiltrado. Sé que es muy gratuito, pero si no lo decía reventaba como una de las bombas de racimo de Richard Onslow Roper. Y es que creo que es una batalla perdida esa que tenemos con las traducciones de muchas de las historias que nos llegan, no tanto en las series, pero sí en el cine o la literatura. No hay que irse muy lejos del señor Le Carré (pseudónimo de David John Moore Cornwell) para dar con una de las mejores traducciones de uno de sus libretos Tinker, Taylor, Soldier, Spy AKA El Topo. ¡Ole tus bemoles! Aún así, creo ser de los pocos a los que les encantó la película de Tomas Alfredson. Pero es que no hay quien se resista a un George Smiley interpretado por Gary Oldman.
¿Un guiño de Tom Hiddleston a Smiley? |
La historia
A diferencia del libro, la historia se traslada a Egipto y Oriente Medio. Está desarrollada en seis episodios muy bien narrados y dirigidos bajo la batuta de Susanne Bier. Dos detalles que me han gustado mucho: el rodaje en exteriores naturales, incluyendo Mallorca y Madrid, y un opening con un diseño muy curioso y currado.
Si hay algo que he echado en falta ha sido un poco más de intriga, algo más de thriller. Por momentos, The Night Manager peca de ser demasiado blanca. Está claro que no es El Señor de la Guerra, con esa magnífica intro de la fabricación de la bala hasta que acaba alojada en la cabeza de un crío. Tampoco nos muestra, más allá de una demostración explosiva, el poder armamentístico de Roper. Es simple charlatanería, centrándose más en la vida de lujo y en el entramado offshore de sus negocios, que perfectamente podrían ser los negocios ilícitos de cualquiera que los tenga y viva en Marbella o la propia Mallorca.
Uno a uno. Los personajes
Tom Hiddelston está bastante bien en su papel. Mantiene un buen duelo interpretativo con Laurie, del que sale ganando muchas veces. Aunque si quiere ser el próximo Bond, como muchas quinielas aseguran, debe de aportar algo más. Pine es un tipo sentimental y su debilidad por proteger a las mujeres no le va a granjear el lado rudo necesario para un Bond.
Lo mío con Hugh Laurie es un idilio que comenzó con La Víbora Negra y se formalizó con House. Es por eso que me cuesta mucho quitarle el velo de cómico irónico. Por momentos, en contadas ocasiones, sus miradas reflejan el poder que le otorga ser "el peor hombre del mundo". Pero la gran mayoría de veces se queda en un mero título. Siempre muy auto suficiente, siempre perspicaz, con fuerza y sin gas. Como los refrescos después de varios días.
Desaprovechado está Tom Hollander. Es el único que parece sospechar de Pine, y su enfrentamiento se resuelve de manera muy triste. Podría haber dado más a la historia, aunque supongo que había que concentrar, y su afición a la bebida y los jóvenes es el boleto perfecto para sacarlo de la trama. Una pena.
Elisabeth Debicki en su interpretación de mujer florero está correcta, y ya. Poco más puede aportar la altísima actriz, mezcla de Brienne de Tarth y Sansa Stark, salvo la de ser el faro de Jonathan Pine.
Me dejo para el final al personaje favorito para muchos, Angela Burr, a quien una embarazadísima Olivia Collman interpreta a las mil maravillas. Fue todo un acierto cambiar el género de su personaje respecto a la novela original, ya que se consigue dotar a Burr de una protección maternal hacia Pine que, de haber sido un hombre, hubiera sido más de colegueo o pupilo/maestro.
Desde Broadchurch, Olivia Collman está ganándose un gran hueco en el Olimpo de los actores más queridos y, a día de hoy, muchos rogamos y pagamos porque haga una serie, de lo que sea, junto a Sarah Lancashire.
Punto y ¿final?
The Night Manager no decepciona, ni tan siquiera a los que echamos de menos las historias de la Guerra Fría y el telón de acero. Empieza con fuerza y se diluye poco a poco, como Richard Roper.
Pese a que hay rumores de una segunda temporada, los actores lo han desmentido. La historia está acabada y Le Carré no ha escrito nada nuevo al respecto.
No obstante, no estaría de más ver un spin off de la serie con los personajes de Olivia Collman (Angela Burr) y David Harewood (Joel Steadman).
Así somos, hace nada que acabó y ya queremos otra. Como dije en otro post, "medimos el tiempo entre el período que finalizamos una serie y nos enganchamos a otra".
Tempus fugit.
COMENTARIOS