Hoy en día, es realmente difícil producir una
serie de superhéroes y destacar. Aunque con esta afirmación se podría resumir
toda la industria televisiva, e inclusive artística, el mercado de los
justicieros con o sin superpoderes está totalmente abarrotado, y para triunfar
se debe contar con una buena premisa o con el apoyo de alguna productora de
renombre. En el caso de Daredevil, la serie de Drew Goddard planteó un nuevo
vistazo al mundo ficticio de Marvel a la vez que era acunada por una de las
plataformas de prestigio de la era actual: Netflix. Ahora que su segunda
temporada ya se ha estrenado, visto y acabado, no hace falta remarcar la
calidad que rodea a la historia de Matt Murdock, pero ¿es realmente una digna
secuela para la maravillosa primera entrega? La respuesta es claramente NO.
No hace falta recalcar que este post está
plagado, infestado, lleno de SPOILERS.
Goddard ha ofrecido a la audiencia una
segunda entrega bastante completa pero que abarcaba demasiado. Los múltiples
arcos de transformación de los múltiples personajes han creado múltiples tramas
que no han sido capaces de desarrollarse al ritmo que necesitaban.
Lamentablemente, al final se ha visto un sprint en el que los guionistas
estaban desesperados por cerrar cualquier cabo suelto que hubiesen tratado con
una lentitud casi innecesaria a lo largo de los 13 capítulos. Es bien conocida,
y bastante elogiada, la narrativa que utiliza Netflix en sus series: los
primeros capítulos de introducción para contextualizar de la mejor manera
posible al espectador, al llegar al ecuador de la temporada el ritmo va
subiendo hasta que en la recta final se desata el caos y se ofrecen los mejores
capítulos de la entrega. O al menos así ha sucedido en Daredevil y Jessica Jones.
El número de episodios que ha orquestado esta temporada se podría considerar
perfectamente como superfluo, cosa que no pasó con la primera entrega del
justiciero ciego.
Yendo por partes, la introducción de nuevos
personajes ha limitado el desarrollo de los originales, excepto el arco de
Karen Page (Deborah Ann Woll) que ha sido una de las mejores historias de la
entrega. Foggy Nelson (Elden Henson) ha comenzado la temporada criticando el
papel de Matt (Charlie Cox) en la lucha contra el crimen de Hell’s Kitchen y ha
acabado de la misma manera, con un ego
considerablemente aumentado que se veía necesario en la evolución del
personaje. Es probable que haya sido un cambio que se haya realizado para
preparar su papel en la siguiente entrega, pero en trece capítulos podrían
haber pasado perfectamente más cosas. El juicio de Punisher (Jon Bernthal) ha
sido una de las dos historias principales que han estructurado la temporada,
aunque con la rapidez que se ha tratado la historia de La Casta vs La Mano se
podría considerar la historia de Frank Castle como la principal de la trama, a
pesar de que se haya acabado antes.
Jon Bernthal ha estado magnífico como The
Punisher, una actuación asombrosa que seguramente habrá maravillado a cualquier
detractor o a quien no hubiese oído hablar de él anteriormente. La historia de
Castle ha contado con uno de los desarrollos más largos y completos de la
temporada, pero al verdadero Punisher le hemos visto en los minutos finales de
la temporada, en los que ayudaba a Matt a acabar con Nobu para vengar la muerte
de Elektra (Élodie Yung). Sí, se ha visto la brutalidad que precede la
reputación del personaje de Marvel con cada acto de presencia que hacía pero,
al fin y al cabo toda la temporada equivale a una introducción del personaje
hasta los últimos segundos. En cambio, Elektra no ha brillado tanto como parece.
El personaje de Yung ha encantado a gran de la audiencia y ha sido lo que se
había prometido, pero su triunfo se debe mayormente al canon que rodea su
personaje: guerrera femenina, con un pasado oscuro, que acaba siendo más de lo
que aparenta y con la necesidad de redención. Natchios ha brillado por debajo
de la estela de Matt Murdock, al personaje de Élodie se la ha representado como
aquella que acaba siempre herida por la batalla y que depende totalmente del
héroe masculino para salvarla cuando intentan lo contrario con cada frase suya.
Una de las pocas escenas en las que se le muestra tal y como debía ser es la
del aeropuerto, donde descubre que Stick (Scott Glenn) ha ordenado acabar con
ella. Al parecer la historia de Murdock tendrá Eleketra para dar y regalar en
la siguiente entrega, y ahora solo hace falta esperar a ver cómo desarrollan el
personaje que tanto promocionaron y que tan poco usaron.
En cuanto a la trama del Diablo de Hell’s
Kitchen, Matt Murdock se ha enfrentado al dilema moral que todos esperaban:
cuándo es necesario matar y cuándo no. El héroe de Marvel está lleno de bondad
y decide ver luz de esperanza en todos y cada uno de los villanos a los que se
enfrenta, sin jugar en ningún momento a ser Dios, y en esta temporada encuentra
a su antítesis por versión doble: Punisher y Elektra, ambos que no tienen
ningún deparo en acabar con la vida de sus enemigos mientras que Murdock lucha
por salir adelante sin tener que recurrir a la muerte. Al final se ha mantenido
en sus principios pero la evolución del personaje de Charlie Cox ha sido
evidente en esta entrega, al igual que el arco evolutivo de Karen Page. La secretaria
de Nelson & Murdock ha retomado el papel de Ben Urich (Vondie Curtis-Hall)
y se ha puesto a investigar el pasado de Frank Castle siendo de gran ayuda para
llegar a la conclusión final. A parte de tener unas de las mejores secuencias
de la temporada, a Page se le ha intentado poner en el puesto del personaje al
que todo el mundo quiere salvar, pero al final han acabado creando un personaje
que u odias con toda tu alma o sufres cada vez que la secuestran los malos
malísimos de esta temporada. Sin duda es el desencadenante de muchas de las
acciones finales que tuvieron lugar en esta última entrega, y su papel en la
siguiente edición de Daredevil solo
puede ir a más. Sobre todo con el pasado secreto que únicamente han mostrado de
reojo y que no han vuelto a nombrar en ningún segundo.
Para acabar, no se puede hablar de la segunda
temporada de Daredevil sin mencionar
la corta pero intensa participación de Claire Temple (Rosario Dawson). La
enfermera y amor fallido de Murdock ha remarcado de nuevo la importancia de su
papel en el universo de los justicieros neoyorquinos y su papel en Luke Cage
solo provoca un hype aún más alto
por la futura serie del matón de Hell’s Kitchen. Dawson ha cuidado todos los
aspectos de su papel y los seguidores de la ficción televisiva no demuestran
nada más que amor y devoción hacia ella, ahora solo hace falta esperar para ver
si la que una vez interpretó a Mimi Marquez cuenta con el protagonismo que se
merece en la siguiente obra a estrenar.
Las escenas de batalla, los clichés
superheroicos y los cánones que rodean a los personajes dentro del mundo de los
cómics orquestan una temporada buena pero no digna de su predecesora. La
fantasía ha liderado más en esta nueva entrega de Daredevil pero no por ello su calidad ha bajado, simplemente se ha
querido abarcar demasiado y no se ha conseguido. La necesidad de mostrar tanto
en poco tiempo le ha pasado factura a Goddard y, aunque la serie entretiene y
no se mete en el cajón oscuro de Marvel, tuvo la mala suerte de venir después
del estreno de Jessica Jones, la cual
no destacó por ser precisamente floja. Poco a poco, las cartas se van poniendo
sobre la mesa y el terreno se está preparando para el estreno de Los Defensores.
Daredevil y Jessica Jones ya están tachados de la lista, ahora toca ver cómo
presentan a Luke Cage y a Puño de Hierro para estrenar el crossover definitivo
del género superheroico en la televisión.
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