Hemos llegado al capítulo quince de esta séptima temporada y ya estamos en “ese futuro” en The Vampire Diaries. Por fin, ya sabemos todo lo que ha pasado y parece que no fue tanto. Ahora es el momento de sacar conclusiones.
Primero deseo comentar lo mal que me ha parecido la decisión de Damon de meterse en un ataúd y abandonar a su hermano en medio de la lucha con la cazadora. Fue como resignarse a que Stefan debiera pasar su vida huyendo y no ayudarlo a salir del embrollo en el que se metió. Sin duda esta decisión traerá repercusiones.
Aún existen algunas cosas que quedan como dudas o quizás yo no las he entendido. ¿Por qué Bonnie ha quedado en un hospital psiquiátrico? ¿acaso es porque Damon se metió en el ataúd y ella se ha quedado sola? ¿o en qué momento se puso de novia con Enzo?
Por otra parte, he de comentar que la dinámica entre Damon y Rayna. A ratos me han sacado un par de carcajadas y me hace mucha ilusión que aún existan varias cosas que no sepamos de la cazadora. Este personaje me gusta bastante, porque le han dado todo un pasado y entendemos sus motivaciones para hacer lo que hace. Su historia personal es potente e incluso nos hemos enterado de que ella tiene su lado romántico. Además, es tan “badass” como Katherine y ya era hora de tener una villana de ese estilo.
Ahora hablemos de Matt, nuestro querido Matt. ¿Qué haríamos sin él? Da igual, porque sigue sin aportar nada a la serie. Espero que nos expliquen en qué ha quedado su “romance” con su compañera policía. Pensé que por ahí veríamos una trama interesante, pero no. Lo mismo de siempre y otra vez The Vampire Diaries está en deuda con este personaje.
Las buenas (o malas) noticias se dieron a conocer la pasada semana. The Vampire Diaries fue renovada para una octava temporada y ahora sí que me creo las palabras de Julia Plec cuando dijo que tenía intenciones de que su serie fuese tan longeva como Supernatural. ¿Qué os parece? Y recordad que la serie se ha tomado un receso y regresa el 1 de abril.
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