Hoy en How to Get Away with Pajaza, perdón, Anatomía de Grey, repasamos los grandes éxitos omitidos de April y Jackson. Japril: The Movie pintaba un episodio curioso. Entre saltos temporales, concentración temática y suficientes cuentas pendientes con el espectador, podrían haber hecho más que contestar a la pregunta de qué pasó entre la winter finale y The Attack. Bueno, y colársela al más crédulo.
Con la velocidad
de alianza que tiene Jackson, si le ves entrando en una iglesia y asaltar a una
desconocida vestida de novia que se lamenta porque él la está viendo de blanco,
¿quién no iba a pensar mal y creerse que va a ser el enésimo doctor en casarse con una paciente?
Un pasito para atrás, María, que vamos a recapitular. ¿Cuántas veces hemos
dicho aquí que una de las grandes bazas que tiene Grey para emocionarnos estas
temporadas es la nostalgia? El flashback es bien. ¿Y el inventarse el flashback de “lo no visto”? Lo siento, pero no
podemos apoyar este relleno velado desde el minuto 15 hasta los uniformes
naranjas y el momento quién te ha visto, quién te ve.
La aportación a la trama presente de esas piezas ocultas del Japril es
escasa tirando a nula. La falta de eventos relevantes podría explicarse
mediante la evolución de ambos personajes, pero dista mucho de lo que
esperábamos: una pareja de sordos
incapaz de ponerse en el lugar del otro, caprichosos y egoístas bajo la
excusa de la necesidad del duelo. Cuando no toca demonizar a la Teniente
Kepner, le pegamos un viraje a un Jackson recién casado y le convertimos en un
capullo insufrible en mitad de la conversación.
El episodio es una sucesión de
escenas agridulces y en ocasiones inconsistentes. Reconciliación, pelea por
las buenas, polvo. Una secuencia sólo interrumpida por el grotesco despliegue
de caracterización de una cara fundida por ácido y los momentos de lucimiento
de pelucas, extensiones y baile. ¿Por qué bailamos si nadie se ha muerto? Pues
para rellenar, Meredith, para rellenar.
Y llegados a un punto, se queda en
un ejercicio de memoria por parte del espectador. Un juego de ver si somos
capaces de reconocer en qué momento de la serie estamos gracias a las pistas
que dejaban en los diálogos.
La consolación para el más crítico con estos experimentos son las
conclusiones extraídas. El divorcio más fácil del mundo es pasado por la trituradora
del momento remember con dos objetivos claros: dejar claras las abismales diferencias entre April y Jackson y el
cliffhanger del embarazo más inoportuno desde los niños que dinamitaron la
lógica del útero hostil de Meredith Grey.
¿En qué quedará este episodio si al final el destrozo que le han hecho al
Japril acaba en reconciliación y familia feliz?
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