¡Que ha venido Denzel Washington a menear las cámaras, hacer travellings,
meter fundidos a negro y hacer llorar a Alex Karev porque ahora Alex es un
hombre sensible! ¡Qué fuerte! ¡Qué guay! Espera, no. La estrellitis y la special-guest-star-itis también llegan a Grey, y obviamente nuestra Shondis
sigue siendo una pionera del drama. ¿Para qué estropear un episodio con un
famosete del cine delante de la cámara, cuando le puedes poner detrás a hacer
ruido y te va a salir más barato? Geena Davis, un besito.
El retorno de nuestra amada temporada 12 viene fuerte y olvidándose de que si
dejas cliffhangers en todo lo alto para asegurar carnaza después del parón, no
hace falta hacer un episodio especial ni fumarte
seis semanas de golpe con todo sin resolver. ¿Recapitulamos?
- La recaída de Amelia: bien, la han tocado. Problema: ¡¿A quién se le ocurre saltarse entera su bajada a los infiernos y devolverla con una chapa de 30 días sobria?!
- April volvió a estrangular el pluscuamperfecto cuerpo desnudo de Jackson en un polvo mitológico en noviembre… ¡¿Por qué se están repartiendo muy indiscretamente sobres con papeles de divorcio como si esto fuese una caja B de partido político patrio?!
- Maggie había conseguido al hombre ideal y a cambio a DeLuca le habían dado un contrato indefinido en la serie. ¡¿Qué hace su nombre aún de invitado facturando por dos escenas sin diálogo?!
- Hunt estaba volviéndose dark and twisty por el nuevo al que han metido de pegote, pero eso realmente no le interesaba a nadie, así que, next.
- ¡Alex intentando hacerle un Beyoncé a la nueva Izzie y Jo sin tener claro si put a ring on it! ¡¿Tenemos vestido ya o qué ha pasado?!
Ahora bien, todas
estas tramas y alguna más (Arizona, where are you?) al cajón, que vamos a meterle una paliza a Meredith a ver
si conseguimos que pase más tiempo de paciente que como doctora. Por batir
récords, no por nada personal.
Esta angustia por la angustia de episodio con tintes de discurso contra la
violencia de género y jueguecito de mutismo tiene muchos fallos, especialmente
por negligencia, pero como puesta al límite y ensayo sobre el perdón y Meredith como objeto de estudio no tiene
desperdicio. Breve línea de debate: ¿hace realmente justicia este episodio a la
lucha contra el machismo o el sexo de Lou y Mer es irrelevante en este
escenario?
Que aquí nuestra prima era egoísta como ella sola ya lo sabíamos. Una no
tiene una serie propia por ser un ser dadivoso y despredido. Y ya verla hacer
el Maguila Gorila, lanzando granizados al personal para que le hagan caso y
vayan los secundarios cuales vasallos rendidos
ante sus necesidades dramáticas, es de traca.
Servidor se pregunta: con Penny redimida y abrazada y recortándole los
brackets a Meredith, ¿cuánta carrera le queda en la serie sin tener a la gris
constantemente fusilándola? Y añade al cuestionario: ¿cuánto va a colear The Attack y qué tienen planeado para disparar
la bala del convaleciente con 16 episodios por delante?
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