Este
año ha acabado con grandes estrenos en la pequeña pantalla pero también hemos
sido testigos de numerosos fiascos televisivos, tanto en las novedades como en
series veteranas que se han estrellado en sus nuevas temporadas. Personajes
planos, tramas confusas o repetidas en un bucle infinito y efectos especiales
de cartón piedra son algunos de los desastres que repasamos en esta lista.
¿Habéis sufrido con ellas tanto como nosotros?
10. Nashville
Esta
oda al TV movie de sobremesa edición sureño cowboy está en horas bajas.
Ni con los años y las subvenciones del estado de Tennessee han conseguido
mejorar la factura técnica y tampoco lo han logrado con nuestra capacidad para
tomárnosla en serio. ¿Qué hacemos con las muertes más injustificables de la
historia?¿Y con las bajas por depresión postparto que nos quitan lo único bueno
de la serie? Pues incluirla sin remedio en lo peorcito del año.
9. Telenovela
Eva
Longoria ha intentado volver a la televisión por la puerta grande pero esta
comedia, que retrata el día a día de la grabación de un culebrón, se ha quedado
en un quiero y no puedo. Jane the
Virgin se les adelantó en su idea de revisitar este conocido formato con
otra perspectiva y lo peor de todo es que lo hizo con más gracia. Ni siquiera
el intento de inspirarse en el estilo de 30 Rock puede evitar que los
chistes se queden en un simple ‘meh’ o que veamos a la protagonista rodeada de
tópicos (desde personajes guapos pero tontos al eterno retorno del ex para revolver
el pasado). Mientras, nosotros rezamos para que la máquina de viento de los
créditos devuelva el guión al despacho del que nunca debió salir.
8. Dominion
Cuando
intentas hacer una serie partiendo de una película tan desastrosa como Legión,
es difícil que pueda salir algo bueno, pero la cadena SyFy decidió
arriesgarse. Craso error: si la primera temporada acabó convertida en un
batiburrillo de ángeles y demonios sin ton ni son, la segunda continuó
cometiendo los mismos errores, para acabar además con un cliffhanger que
ya nunca se resolverá. Sí, también tuvo un lugar privilegiado en nuestra lista
del año pasado pero la volvemos a incluir por vuestro bien, hay mejores series con las que pasar el rato.
7. Wicked City
La
sombra de Gossip Girl es alargada y ha llegado a convertirse en uno de
los ejemplos clásicos de lo difícil que es hacerse un sitio en la industria
después de protagonizar un éxito para adolescentes. Ed Westwick (aquel mítico Chuck
Bass) intentó elevar el nivel de la serie con una actuación contenida pero al
final se vio atrapado en un procedimental sobre asesinos que no aportaba nada
nuevo al género. Con una recreación de los 80 más propia de una fiesta temática
y una pareja de policías cliché, abusar de la banda sonora de la década de las
tachuelas no logró esconder unos guiones poco inspirados.
6. True Detective
Una
de las grandes decepciones de este año para gran parte del público. Es lo que
pasa cuando la primera entrega alcanza unos niveles de calidad casi
irrepetibles: tanto la historia como la solvencia de los actores que formaron
parte de ella eclipsaron por completo el desarrollo de la segunda temporada. El
nuevo reparto no terminó de convencer y, si a esto le sumamos la atmósfera de
amargura constante nos da como resultado una producción que para muchos rayó el
aburrimiento. Además, las tramas no dejaron de ser algo confusas, otro factor
que ayudó a que más de uno dejase la serie a la mitad.
5. The Player
Wesley
Snipes intentó salir a flote con este estreno en el que un grupo de millonarios
tiene la capacidad de predecir el crimen con una máquina, aprovechando para
enriquecerse a través de apuestas. La serie se concibió como una recopilación
de todos los clásicos del cine de acción: héroe perseguido que es capaz de
esquivar las balas, huidas imposibles y grupos de malos malísimos que conspiran
en las sombras. Sin embargo, al final la mezcla no acabó de funcionar porque todo
sonaba a repetido (trozos de la trama de Person of Interest, una chica
rubia experta en comunicaciones a lo Felicity en Arrow…) Tranquilo
Wesley, seguro que Stallone te puede volver a enchufar en alguno de sus futuros
proyectos.
4. 2 Broke Girls
¿Cómo
es posible que algunos productos no salgan de la primera temporada y algunas
alcancen la quinta casi sin proponérselo? 2 Broke Girls es uno de los
grandes misterios modernos: una comedia que no para de repetirse una y otra vez,
cuyos diálogos están construidos a base de one-liners y en la que hasta
la propia Kat Dennings pone cara de vergüenza después de cada frase. Y los
aplausos. Y esos vítores cuando Sophie entra en escena (no es por ti, Jennifer
Coolidge, es que es una forma de hacer comedia que no debería haber sobrevivido
a los 90). Es hora de que algún productor se dé cuenta de que la audiencia ha
tenido suficiente tortura.
3. Olympus
3. Olympus
¡Croma
yo te maldigo! Hace tiempo que Once Upon a Time introdujo la pantalla
verde de saldo en las series pero mientras que allí logra funcionar dentro del
contexto fantástico, en Olympus el abuso de esta técnica sólo consigue
que nos arrepintamos de darle al play. ¿Para qué rodar en exteriores o
hacer unos decorados mínimos? En la mayoría de los planos parecía que habían
decidido emitir los capítulos sin esperar a que acabase el proceso de
renderizado del 3D. Todo ello, mezclado con unos malos de opereta y unos
protagonistas sin carisma que ni siquiera nos dejaron el recurso del hate-watching.
Mejor dejemos la mitología en paz hasta que haya un presupuesto decente…
2. Once Upon a Time
Cuando
los creadores de una serie no se toman su propio producto en serio, ya sabes
que algo va mal, muy mal. Mientras Snow y Charming bromean con las maldiciones
que han sufrido —todos hemos perdido ya la cuenta— y los borrados exprés de
memoria, las tramas han seguido liándose hasta extremos surrealistas en la
quinta temporada. ¿Dónde quedó aquella serie que pretendía hacer una revisión moderna
de los cuentos clásicos? Los personajes de las películas clásicas de Disney se
desperdician en tramas menores al mismo tiempo que los protagonistas siguen
descubriendo miembros de una familia que no para de aumentar. Una serie en la
que redención tras redención, Rumplestiltskin siempre vuelve al lado oscuro
para aumentar la temporada en trece episodios más.
1. American Horror Story: Hotel
Y el
puesto de honor de nuestra lista ha quedado reservado para American Horror
Story: Hotel. Tal y como ocurrió el año pasado con Freak Show, AHS
no ha sabido ofrecer lo que prometían sus innumerables promos, creando una
serie cargada de incongruencias, capítulos de relleno e historias previsibles.
La larga lista de actores y estrellas invitadas no les ha favorecido, impidiendo
que se pudiesen lucir, acabando como personajes para ocupar espacio y poco más.
Todo esto ha obligado a Murphy a centrarse en unos pocos y dejar menos
desarrollados a la gran mayoría. El mejor ejemplo es el papel de la condesa que
llega a ser cargante (quizá no debería haber confiado en Lady Gaga para un
papel así, sobre todo siendo su primer trabajo como actriz). Jessica Lange, te
echamos de menos.
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