American Horror Story continúa con su locura una semana más. Esta vez nos conecta, tal y como ya prometió su creador, con la primera temporada, Murder House, ya no es solo porque el hotel está poblado por almas en pena, sino por una parte de la historia de la condesa.
El capítulo comienza con un flashback y nos sitúa en Los Ángeles en 1926. La condesa acude a la casa de los Harmon por los servicios que ofrece el patriarca, Charles Montgomery, el cual realizaba abortos. Es decir, las vampiras de Murphy se pueden quedar embarazadas; poco les falta ya para brillar cual bola de discoteca a la luz del sol, como los de Crepúsculo. Ella acude con un embarazo de tres semanas, pero con un bombo bien grande; así que el doctor le extrae el feto, pero resulta que este está vivo, así que esta no tiene mas remedio que quedárselo.
El pequeño Bartolomew, que así se llama el hijo de la condesa, recibe la visita de Ramona Royal con ganas de venganza, ya que cuando va a buscar los ataúdes de los otros niños estos no están; así que acude a la habitación 33 buscando una presa que le dolerá mucho más a la condesa. Pero el pequeño consigue escapar y se mete en la maleta del detective John; entonces sin saberlo se lo lleva a casa con su hija Scarlett.
El pobre John, que ya solo está en la serie para que se rían de él y al cual toman por loco cada dos por tres, ha tenido que lidiar con varios problemas esta semana. Primero, recibe la visita de su hijo Holden y este lo guía hasta los ataúdes, donde se encuentra a también a su mujer. Pero esta le inyecta algo para que duerma y al despertar le dice que todo es un sueño. Luego, hace un trío sangriento con las dos suecas fallecidas, que le hace enloquecer y abandonar el Cortez. Cuando cree que está a salvo en su casa, entonces aparece Bartolomew de su maleta y queda también como un loco ante su hija, la cual le tiene miedo. Vamos que es el personaje más torturado de la temporada y eso que parecía que sería el que la iba a salvar. ¿Nadie se va a sentar con este hombre y le va a explicar las cosas de una vez?
Por otra parte, Liz Taylor mantiene un romance con Tristan, pero claro, cuando se lo confiesa a la condesa, no le hace mucha gracia y muestra toda la frialdad de su personaje, ya que primero les da la bendición y luego le corta el cuello a Tristan. Ya sabíamos que a la condesa no le sienta bien que le quiten sus caprichos, como ya vimos con el caso de Ramona Royale. No sería de extrañar que ahora Liz Taylor se una a Ramona y a Iris para acabar con la condesa y sus hijos.
La única que si parece serle fiel a la condesa es Alex; de hecho, es ella la que le devuelve a Bartolomew. Lo más normal es que lo hubiera matado, puesto que ella le quitó la vida primero a su hijo; pero al haberla convertido suponemos que ahora la adora. ¿Se convertirá Alex en la confidente de la condesa?
En general, un capítulo que no deshace el lío que tenía Ryan Murphy montado sino que añade a otro personaje más; aunque eso sí, este parece que va a dar bastante juego en el complot de Ramona contra la condesa.
¿Vosotros que opináis? ¿Os ha gustado el capítulo esta semana?
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