Todo lo que ha precedido al lanzamiento de la séptima temporada de The Good Wife nos ha preparado para lo peor. Nos despedimos de la sexta con la desaparición de Kalinda, la profunda enemistad de Alicia con sus antiguos compañeros, el fraude de sus Elecciones, o el enésimo acercamiento de Canning. Entre las novedades, el nuevo investigador/churri de Alicia que aparecerá próximamente; la vinculación de Peter a la campaña de Hillary Clinton (mola, no lo niego, ¿pero es necesario?) y la asombrosa noticia de que seguramente veamos en pantalla un problema de alcoholismo de nuestra protagonista.
Evidentemente, eso no significa que la séptima y posiblemente última temporada (los títulos de episodios han vuelto a tener una palabra, como en la primera entrega) vaya a ser mala, pero después de una sexta temporada un tanto desconcertante hay que andar con pies de plomo. De momento, los dos primeros episodios de la nueva temporada han sido muy entretenidos y disfrutables, como si nada en la serie hubiera cambiado. Lo mejor de The Good Wife sigue estando ahí.
Una abogada de oficio más
Alicia, como era de esperar, comienza de cero en la séptima temporada de The Good Wife. Otra vez, pero con una particularidad: esta vez, está más sola que la una y cuenta únicamente con un amigo, Canning. El abogado del diablo, a pesar de su apariencia débil e insegura, tratará de conseguir que Alicia trabaja con/para/por él, y no dudará en agasajar a su interesada colega con lo único que le interesa en este momento: clientes. Mientras tanto, Alicia sudará sangre en el juzgado de libertad provisional, donde los abogados más trabajadores y menos afortunados tratan de librar de la cárcel a clientes de poca monta a cambio de una tarifa mínima.
Es en ese juzgado donde Alicia conoce a Lucca Quinn (la británica Cush Jumbo), una compañera de profesión que seguramente se convertirá en la nueva aliada de nuestra protagonista, aunque su sinceridad igual choca un poco con el estilo de vida de la Florrick. De momento, ya han trabajado juntas y su dinámica es muy interesante (a pesar del aburrido caso del segundo episodio). ¿Qué os parece?
Es en ese juzgado donde Alicia conoce a Lucca Quinn (la británica Cush Jumbo), una compañera de profesión que seguramente se convertirá en la nueva aliada de nuestra protagonista, aunque su sinceridad igual choca un poco con el estilo de vida de la Florrick. De momento, ya han trabajado juntas y su dinámica es muy interesante (a pesar del aburrido caso del segundo episodio). ¿Qué os parece?
El vicepresidente de Hillary
Como a Chris Noth hay que darle uso, qué mejor que seguir ascendiendo a Peter Florrick por el escalafón político. Después de ser Fiscal del Distrito y Gobernador, ahora el putero político quiere ser el vicepresidente de Hillary Clinton. Ni tan mal.
Campaña aparte, que ya sabemos cómo se las gastan, la interesante dinámica que se presenta en esta nueva estrategia es la de separar por primera vez a Peter de Eli Gold, dándole por otro lado una nueva dimensión de sufridor al personaje de Alan Cumming, más perdido que un pulpo en un garaje en esta serie desde hace temporadas. Peter conoce a Ruth Eastman (nuestra querida Margo Martindale), a quien contrata como jefa de campaña, y esta consigue que no haya hueco para Eli en ella.
Los roces Florrick-Gold-Eastman prometen, y mucho (sobre todo los de estos dos últimos), pero además esta "liberación" de Eli sirve para unirlo más todavía a Alicia, quien cede ante los deseos políticos de su marido a cambio de que le permita tener a Eli a su lado. Y Eli, cumple: logrará limpiar el nombre de Alicia a toda costa y darle una lección a Ruth al mismo tiempo.
Campaña aparte, que ya sabemos cómo se las gastan, la interesante dinámica que se presenta en esta nueva estrategia es la de separar por primera vez a Peter de Eli Gold, dándole por otro lado una nueva dimensión de sufridor al personaje de Alan Cumming, más perdido que un pulpo en un garaje en esta serie desde hace temporadas. Peter conoce a Ruth Eastman (nuestra querida Margo Martindale), a quien contrata como jefa de campaña, y esta consigue que no haya hueco para Eli en ella.
Los roces Florrick-Gold-Eastman prometen, y mucho (sobre todo los de estos dos últimos), pero además esta "liberación" de Eli sirve para unirlo más todavía a Alicia, quien cede ante los deseos políticos de su marido a cambio de que le permita tener a Eli a su lado. Y Eli, cumple: logrará limpiar el nombre de Alicia a toda costa y darle una lección a Ruth al mismo tiempo.
Lockhart-Agos, estancado en las tramas de siempre
Las tramas del bufete siempre me han parecido trepidantes, elegantes y de lo mejor de The Good Wife, pero lo que se perfila para Diane y Cary esta temporada es bastante deprimente. De momento, poca interacción han tenido con Alicia (de momento no es necesaria y las aguas están revueltas), pero que hayan decidido darle más trabajo a Matt Czuchry poniendo a Cary a juguetear con los asociados de primer año es poco motivador. Ni siquiera esa "confusión" momentánea aporta nada interesante.
Sí puede dar juego la guerra interna contra Howard Lyman, pero sabemos que es algo que tiene una fecha de caducidad bastante rápida. ¿Qué sucederá con Diane? ¿seguirán abordando sus tramas políticas?
Sí puede dar juego la guerra interna contra Howard Lyman, pero sabemos que es algo que tiene una fecha de caducidad bastante rápida. ¿Qué sucederá con Diane? ¿seguirán abordando sus tramas políticas?
Un nuevo investigador
Evidentemente, Alicia Florrick no podía estar sin interés romántico, porque por muy moderna que sea la serie hay cosas que no pueden cambiar, y menos para la CBS. Después del triángulo Peter-Will, Alicia vivió una liberación sexual muy mal retratada en la sexta temporada, y después de un par de escarceos con su asesor y un sueño romántico con el desaparecido Finn Polmar, nuestra abogada necesitaba a otro hombre en su vida.
Ya lo sabíamos desde hace meses, pero es tan obvio que no queda otro remedio que reírse. Cuando Alicia busca a un investigador por horas, Alicia entrevista a tres candidatos y uno de ellos es Jason Crouse, interpretado por Jeffrey Dean-Morgan. Un famoso, sorpresa. Su personaje parece que está pasando la crisis de los 40 y que tiene el perfil de Tinder on fire. Se sonríen, coquetean, y después de comprobar que la opción menos atractiva (una mujer) no funcionaba, Alicia decide contratarle. Veremos cuánto dura la tensión sexual no resuelta.
¿Qué os ha parecido el comienzo de la séptima temporada? ¿creéis que promete o pensáis que The Good Wife está ya un poco oxidada?
Ya lo sabíamos desde hace meses, pero es tan obvio que no queda otro remedio que reírse. Cuando Alicia busca a un investigador por horas, Alicia entrevista a tres candidatos y uno de ellos es Jason Crouse, interpretado por Jeffrey Dean-Morgan. Un famoso, sorpresa. Su personaje parece que está pasando la crisis de los 40 y que tiene el perfil de Tinder on fire. Se sonríen, coquetean, y después de comprobar que la opción menos atractiva (una mujer) no funcionaba, Alicia decide contratarle. Veremos cuánto dura la tensión sexual no resuelta.
¿Qué os ha parecido el comienzo de la séptima temporada? ¿creéis que promete o pensáis que The Good Wife está ya un poco oxidada?
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