Show Me a Hero, HBO
El otro día, charlando sobre series con unos amigos, Carles comentó algo muy interesante que me llevó a desarrollar una conclusión que considero bastante necesaria, y dado que muchos me han pedido que vuelva a escribir algo de filosofía seriéfila, voy a darle un par de vueltas a una cuestión que últimamente me ha venido a la mente en más de una ocasión: ¿es suficiente que una serie sea buena para verla?
El otro día, charlando sobre series con unos amigos, Carles comentó algo muy interesante que me llevó a desarrollar una conclusión que considero bastante necesaria, y dado que muchos me han pedido que vuelva a escribir algo de filosofía seriéfila, voy a darle un par de vueltas a una cuestión que últimamente me ha venido a la mente en más de una ocasión: ¿es suficiente que una serie sea buena para verla?
Evidentemente, muchos pensarán que sí. Ahora bien: ¿cuántas series hay ahí fuera? ¿y cuántas de ellas son buenas? —de las demasiado buenas ya hablamos aquí—.
Según Vox —en un artículo muy interesante sobre la burbuja televisiva, de la que ya os hemos hablado varias veces, y sobre lo que significa actualmente el concepto de "éxito"—, a fecha, aproximada, de mayo de 2015 había 267 series de ficción originales en todas las plataformas estadounidenses (network television, cable, servicios bajo demanda y otras plataformas online). Contando todos los estrenos después del mes de mayo, el número fácilmente ascenderá a final de año hasta rozar las 400 series de ficción, una cifra que se prevé que aumentará en 2016.
Los que alguna vez me habéis leído conocéis lo que pienso sobre el tema de ver todas las series. Respeto gustos y aficiones, pero es evidente que, además de hacerse cuesta arriba, es una gilipollez. Estamos hablando de alrededor de 400 series, sin contar españolas, británicas, o de cualquier otro país. Sumad.
No es necesario ver tantas series. Ni siquiera es bueno. El simple hecho de convertir una afición en una obligación —cuántas veces hemos leído aquello de "no sé cómo voy a hacer para ver todas las series que quiero ver"— elimina el componente de ocio y entretenimiento que tienen y deberían tener las series.
Cuando escribí sobre el tema anterior hace dos años, comenté que mi postura sobre el consumo de ficción había cambiado, y lo ha seguido haciendo hasta el día de hoy. La seriefilia no muere, se transforma.
Hasta ahora, el filtro más razonable para ver una serie de televisión era básicamente uno: la calidad. Para aplicarlo, cada usuario/espectador fija una serie de criterios —reparto, temática, guión, showrunner, canal, críticas, premios— que son por los que básicamente nunca nos ponemos de acuerdo a la hora de decidir qué es lo que hace que una serie buena sea, precisamente buena, aunque en el fondo todos sepamos qué es lo que las diferencia, ya seas más de Tremé o de The Vampire Diaries.
No obstante, ese parámetro ya no es suficiente. ¿Cuántas series buenas se estrenan al año? Es discutible, pero quitando sonoras excepciones, el esfuerzo que en los últimos tiempos están poniendo tanto canales como plataformas por crear la serie definitiva pone muy difícil calibrar el parámetro de calidad de nuestras series. Lo malo, por regla general, no dura: como las multicámaras de las network; lo bueno, por otro lado, florece por todas partes.
Narcos, Netflix
Grandes presupuestos, estrellas de Hollywood que han tirado la toalla, directores y guionistas de primer nivel, esfuerzos titánicos en las salas de redacción... Diferenciarse en un mundo en el que existen 400 series, y en el que prácticamente todas están en competencia, requiere poner toda la carne en el asador. Y se nota: prácticamente toda serie que se estrena a día de hoy tiene, al menos, una razón para ser vista.
Por esa razón, el parámetro de calidad de las series ya no es suficiente. Hay demasiadas series, y demasiadas series son buenas. Personalmente, ni me interesa ni me preocupa ver todo lo bueno que sale en televisión porque me explotaría la cabeza, y veo que es una conducta que muchos llevan aplicando un tiempo. Creo que la afición por las series ha evolucionado hasta el punto en el que nuestra primera postura ante una serie nueva es la del escepticismo, como si supiéramos que no tendrá lo suficiente como para cautivarnos, por muy buena que sea. La exigencia del consumidor es cada vez mayor, sin lugar a dudas.
Mantengo aquello de que nadie te obliga a ver series salvo tú mismo. Ahora, envido: ante tanta serie buena, el parámetro de calidad no se aplica, y lo único que importa es el parámetro del placer. Si sabes que la última miniserie de David Simon es buenísima pero te va a aburrir como una seta, ¿para qué esforzarte? ¿por qué no ves algo que sepas que te vaya a gustar de verdad?
Narcos, Netflix
Grandes presupuestos, estrellas de Hollywood que han tirado la toalla, directores y guionistas de primer nivel, esfuerzos titánicos en las salas de redacción... Diferenciarse en un mundo en el que existen 400 series, y en el que prácticamente todas están en competencia, requiere poner toda la carne en el asador. Y se nota: prácticamente toda serie que se estrena a día de hoy tiene, al menos, una razón para ser vista.
Por esa razón, el parámetro de calidad de las series ya no es suficiente. Hay demasiadas series, y demasiadas series son buenas. Personalmente, ni me interesa ni me preocupa ver todo lo bueno que sale en televisión porque me explotaría la cabeza, y veo que es una conducta que muchos llevan aplicando un tiempo. Creo que la afición por las series ha evolucionado hasta el punto en el que nuestra primera postura ante una serie nueva es la del escepticismo, como si supiéramos que no tendrá lo suficiente como para cautivarnos, por muy buena que sea. La exigencia del consumidor es cada vez mayor, sin lugar a dudas.
Mantengo aquello de que nadie te obliga a ver series salvo tú mismo. Ahora, envido: ante tanta serie buena, el parámetro de calidad no se aplica, y lo único que importa es el parámetro del placer. Si sabes que la última miniserie de David Simon es buenísima pero te va a aburrir como una seta, ¿para qué esforzarte? ¿por qué no ves algo que sepas que te vaya a gustar de verdad?
COMENTARIOS