Por primera vez desde el estreno de Modern Family, hace ya seis años, el bloque de comedias de los miércoles en ABC ha sobrevivido al completo de una temporada para otra. ¿El secreto? Que las cuatro sitcoms que preceden a Nashville sean familiares y que todas cumplan unos requisitos mínimos de calidad. La comedia ganadora de cinco Emmys siempre ha sido la joya de la corona, pero sus compañeras ya la pueden mirar de tú a tú. Y lo mejor es que prácticamente todas (incluso Fresh Off the Boat, que se emite los martes) han regresado en plena forma.
La madurez de los Pritchett y los Dunphy
Modern Family ha vivido tiempos mejores: el domingo perdía por primera vez el Emmy a la mejor comedia contra Veep, el fenómeno Empire le está haciendo bastante daño a nivel de audiencias y a los guionistas cada vez les cuesta más sorprendernos con las tramas. En su regreso, la serie ha sido lo suficientemente inteligente como para centrarse en Hailey y su tira y afloja con Andy, el niñero de Jay y Gloria. Ahora bien, ¿hasta cuando piensan seguir explotándolo? Sarah Hyland y Adam DeVine tienen buena química, pero dos años y medio son suficientes para que los shippers empiecen a cansarse.
El resto del capítulo no es especialmente divertido y saca a relucir un par de problemas recurrentes de la serie que no sufren las otras comedias de ABC: lo mucho que les cuesta mostrar que los miembros de esta familia se quieren de verdad y no se dedican a discutir todo el día (especialmente cuando hablamos de Jay y Gloria y de Cam y Mitchell) y lo poco que sabemos de sus vidas fuera del ámbito familiar. La endogamia de este clan es espeluznante. Si quieren seguir en el radar de la crítica, quizá deberían corregirlo.
Los Huang son inmunes a la polémica
En primavera comentamos los problemas que Eddie Huang, el chef en cuyas memorias se inspira Fresh Off the Boat, con esta comedia. Tras cargar contra la serie en Twitter y dejar de ponerle voz en off, la serie, lejos de resentirse lo más mínimo, ha salido beneficiada. Ya no es necesario contarlo todo desde el punto de vista de Eddie, lo que supone más minutos para sus geniales hermanos y, sobre todo, para su madre. Jessica Huang es un monstruo de la comedia que aún está lejos de agotarse ("We will be using God's towel, the sun") y Constance Wu está pletórica en la serie.
Este primer episodio, en el que los Huang se van por primera vez de vacaciones, ha hecho unas audiencias muy dignas, apoyadas en parte por The Muppets, así que de momento no hace falta sufrir por su continuidad.
Los Johnson, más comprometidos que nunca
Black-ish, la otra comedia 'racial' de ABC, destaca no solo por tener en su centro a una familia negra por primera vez en años, sino por abordar directamente lo que supone para ellos en su día a día preservar su raíces afroamericanas.
Yo no llegué a conectar con las historias de los Johnson, pero he de reconocer que han vuelto con un capítulo muy inspirado. Este episodio, titulado The Word, se centra en una de las palabras más ofensivas y polémicas del inglés, nigger, y se pregunta si hay algún contexto en el que su uso sea aceptable, además de poner de manifiesto lo absurdo que es que la gente blanca tome el control de un debate como este. Y, lo más importante: lo hace con mucha gracia. ¿Será cosa del arranque o optarán por un tono aún más crítico en esta temporada?
El nido vacío de los Heck
Parecía que no iba a ocurrir nunca, pero Sue Heck se ha marchado a la universidad. Lo ha hecho en el primer episodio de la ¡séptima! temporada de The Middle, una comedia que parece no resentirse ni en audiencias ni en calidad con el paso del tiempo. El episodio de arranque cuenta una vez más con la dosis justa de carcajadas y momentos emotivos que se puede esperar de esta serie, pero la prueba de fuego viene a partir de ahora.
¿Cómo va a funcionar la serie con dos hijos fuera del nido? Que Axl vuelva cada dos por tres a casa, ya sea por vacaciones o para lavar la ropa, es creíble. Que lo hagan tanto él como Sue al mismo tiempo es otro cantar, y habrá que ver cómo se desarrollan los acontecimientos.
¿Y los Goldberg? Bien, gracias
No hay demasiado que destacar de la vuelta de The Goldbergs, una serie en la que el tiempo transcurre de manera algo difusa y que no se caracteriza por la continuidad de sus tramas (aunque esto no significa que no la haya). Adam Goldberg sigue explotando la nostalgia, esta semana con los bailes de Tom Cruise en Risky Business y la empalagosa Toy Soldiers de Martika, canción que curiosamente vio la luz casi al final de los 80.
Vamos, que la serie sigue a un buen nivel. No es tan entrañable como The Middle (aunque sí funciona mejor que Modern Family en este aspecto), ni tan relevante como Fresh Off the Boat y Black-ish, pero no decepcionará a sus fans.
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Llegados a este punto, cabe preguntarse si Modern Family es en realidad la comedia más floja de ABC a pesar de ser la que más destaca. ¿O simplemente le hemos cogido manía por ser guapa, rica y famosa? Lo que sí es cierto es que sus audiencias no son lo que eran, mientras que el resto de las series de este artículo aguantan como campeonas en los ratings. Y vosotros, ¿seguís defendiendo a los Dunphy a capa y espada o habéis dejado que os adopte otra familia?
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