La sexta temporada de The Good Wife nos ha puesto complicado querer a la serie tanto como lo hacíamos antes. Como señala este gran artículo de Salon, el bailoteo de sillas en los despachos, el flop de la campaña de Alicia y todo el asunto de Cary Agos y el negocio de las drogas, ni han funcionado ni han logrado los efectos deseados. Sus tramas han sido o demasiado largas, o demasiado flojas. Los giros narrativos, o predecibles o poco precisos. El resultado, torpe y confuso.
No obstante, si hay algo que sabe hacer muy bien The Good Wife es atar cabos sueltos. Puede que sus decisiones no hayan sido las más oportunas, pero cuando quieren pasar página saben muy bien cómo acabar la anterior. Los King son especialistas en la cocina al fuego lento, incluso cuando claramente se les ha "quemado" el asado; nos tenían preparado algo especial para el final de la peor temporada hasta la fecha de la serie, y así ha sido. Y hablando de temporadas, hace dos días la CBS anunciaba que habría séptima temporada de la serie, pero no se pronunció acerca de si será la última (como se rumorea) o no. Seguramente hoy sepamos algo en firme.
Con su primer caso en solitario de fondo, en el que Alicia y su nuevo y temporal socio Finn Polmar tienen que librar a su cliente de una detención ilegal —por cierto, la serie vuelve a rescatar a un actor de The Wire, Seth Gilliam, que ya estuvo en un episodio de la segunda temporada—, The Good Wife va cerrando tramas y, además, preparando lo que está por venir en la próxima temporada.
A saber:
- La "Presidencia" de Peter: ¿otra campaña política para el corrupto marido de la Florrick? Sí. Otra. En este caso, solo es una tapadera para que Peter se posicione como el candidato perfecto a la Vicepresidencia —de Hillary Clinton, imagino—, lo cual tiene sentido porque en lo respectivo a las tramas políticas, The Good Wife tiene una gran maestría, y otra campaña serviría para darle juego tanto a Peter como al repudiado de Eli Gold, además de servir de carga a nuestra protagonista. Minipunto a Grace por no tener pelos en la lengua respecto a su padre.
- No quiero ser tu socio, quiero ser tu amante: Esto se veía venir a la legua. Hay tema entre Polmar y Florrick, y aunque nuestra abogada tiene pericia en combinar lo profesional y lo romántico, al galán le cuesta trabajar con una mujer con la que se quiere acostar. Así de simple: Polmar rompe su corta asociación con Alicia y se despide de ella, seguramente para volver en la séptima temporada como interés romántico de pleno derecho. Una jugada predecible, pero satisfactoria.
- Las vidas de Louis Canning: Estoy un poco cansado de que Michael J. Fox y su peculiar personaje se hayan convertido en el comodín de la serie cuando se necesita avivar la llama de los conflictos profesionales tanto de Alicia como del bufete. Con un pie en la tumba, Canning regresa para vengarse de Lockhart, Agos & Lee —los del bufete se están pareciendo a los de Mad Men en cuanto a la frecuencia con la que cambian de nombre— después de que su mujer haya sido despedida del bufete por la relación que tiene con él —por favor, un papel regular en algún sitio para Susan Misner—. Para cerrar la temporada, Canning aparece en la puerta de Alicia, que se ha convertido en el símbolo perfecto para las despedidas de la serie, y le propone una asociación porque sabe que ella es su mejor carta. ¿Aceptará la Florrick? Entendemos que sí, pero no sé si las implicaciones son muy atractivas.
Grace "Dedo en la llaga" Florrick
Dicho, esto, podemos decir que la séptima temporada de la serie puede llegar a recobrar el brillo perdido siempre y cuando se les dé a estos personajes el juego correcto. Ya se ha demostrado la ambigüedad moral de Alicia, cerrado la interminable trama de Bishop y finiquitado los conflictos de Kalinda —ahora voy a ello—. Con una campaña política de fondo y una guerra de abogados que sirva de motor de reacción, la nueva temporada puede ser muy interesante. Tengo fe.
No obstante, había una razón de fondo para ver el último episodio. Más allá de ser The Good Wife, más allá de ser la season finale, si había un motivo para verlo era por las expectativas sembradas: ¿habría una última despedida en condiciones entre Alicia y Kalinda?
Más o menos.
La relación entre abogada e investigadora fue uno de los principales motores de la serie durante las dos primeras temporadas, hasta que nuestra protagonista se enteró de que su querida y única amiga —a día de hoy no ha tenido a nadie más— se había acostado tiempo atrás con Peter. La relación se disolvió, y el dolor de ambas fue la base de su nueva relación, más profesional y menos amistosa.
Se siguieron encontrando en los despachos, porque eran dos profesionales que trabajaban juntas. Pero algo pasó, no en la serie, sino fuera de ella, que hizo que desde mediados de la cuarta temporada Kalinda no volviera a coincidir con Alicia en ninguna escena y solo hablaran a través del teléfono. Esto reforzó la mitología externa de la serie —¿qué ha pasado?—, e incluso la interna: Kalinda, una genialidad en sí misma, siempre había sido capaz de resolver complicados casos por su cuenta y riesgo, pero a partir de este momento ni siquiera necesitaba estar con Alicia para lograrlo.
Lo que pasara detrás de las cámaras es un misterio que, estoy convencido, descubriremos dentro de unos años, quizás cuando la serie haya acabado del todo, pero todos los dedos apuntan a Julianna Margulies. Convertida en productora, consiguió que su compañera de reparto no figurara en escena con ella nunca más, sea por los motivos que fuera.
Tras decenas de episodios sin coincidir juntas, y a sabiendas de que Kalinda iba a abandonar la serie después de haber firmado un acuerdo con la FOX, todos esperábamos una reunión en los episodios finales que, técnicamente, sí ha habido... lo que no sabemos es si en la vida real Archie y Julianna grabaron esa escena juntas, y lo que vimos era simplemente un truco. Principalmente, porque en el episodio anterior Alicia y Kalinda coincidían en un mismo espacio pero no en el mismo plano, y eso levantó las sospechas. Ahora, los más sensacionalistas —o sensatos— apuntan a que un simple truco podría haber prevenido que compartieran escena durante el rodaje de la corta, intensa y vacía escena final entre ambas. No quiero pensar mal, pero tiene mucho más sentido que si hubieran estado juntas en realidad.
Por otro lado, la "segunda" despedida de Kalinda ha sido mucho más correcta. Tenía sentido que no se despidiera en persona de sus antiguos compañeros como Diane o Cary porque no es buena para las despedidas, pero tenía que salir de escena y cerrar toda la trama de Bishop. El divertido pero peligroso Charles Lester regresa a la serie para servir de vehículo de salida, y todas las escenas que comparte con nuestra Kalinda son oro puro —¡la escena del supermercado!—. Kalinda se va por la puerta de atrás, claramente, pero se puede permitir un poco de dignidad y hacerlo con el swag por todo lo alto.
Y a ti, ¿qué te ha parecido el final?
Más o menos.
La relación entre abogada e investigadora fue uno de los principales motores de la serie durante las dos primeras temporadas, hasta que nuestra protagonista se enteró de que su querida y única amiga —a día de hoy no ha tenido a nadie más— se había acostado tiempo atrás con Peter. La relación se disolvió, y el dolor de ambas fue la base de su nueva relación, más profesional y menos amistosa.
Se siguieron encontrando en los despachos, porque eran dos profesionales que trabajaban juntas. Pero algo pasó, no en la serie, sino fuera de ella, que hizo que desde mediados de la cuarta temporada Kalinda no volviera a coincidir con Alicia en ninguna escena y solo hablaran a través del teléfono. Esto reforzó la mitología externa de la serie —¿qué ha pasado?—, e incluso la interna: Kalinda, una genialidad en sí misma, siempre había sido capaz de resolver complicados casos por su cuenta y riesgo, pero a partir de este momento ni siquiera necesitaba estar con Alicia para lograrlo.
Lo que pasara detrás de las cámaras es un misterio que, estoy convencido, descubriremos dentro de unos años, quizás cuando la serie haya acabado del todo, pero todos los dedos apuntan a Julianna Margulies. Convertida en productora, consiguió que su compañera de reparto no figurara en escena con ella nunca más, sea por los motivos que fuera.
Tras decenas de episodios sin coincidir juntas, y a sabiendas de que Kalinda iba a abandonar la serie después de haber firmado un acuerdo con la FOX, todos esperábamos una reunión en los episodios finales que, técnicamente, sí ha habido... lo que no sabemos es si en la vida real Archie y Julianna grabaron esa escena juntas, y lo que vimos era simplemente un truco. Principalmente, porque en el episodio anterior Alicia y Kalinda coincidían en un mismo espacio pero no en el mismo plano, y eso levantó las sospechas. Ahora, los más sensacionalistas —o sensatos— apuntan a que un simple truco podría haber prevenido que compartieran escena durante el rodaje de la corta, intensa y vacía escena final entre ambas. No quiero pensar mal, pero tiene mucho más sentido que si hubieran estado juntas en realidad.
Por otro lado, la "segunda" despedida de Kalinda ha sido mucho más correcta. Tenía sentido que no se despidiera en persona de sus antiguos compañeros como Diane o Cary porque no es buena para las despedidas, pero tenía que salir de escena y cerrar toda la trama de Bishop. El divertido pero peligroso Charles Lester regresa a la serie para servir de vehículo de salida, y todas las escenas que comparte con nuestra Kalinda son oro puro —¡la escena del supermercado!—. Kalinda se va por la puerta de atrás, claramente, pero se puede permitir un poco de dignidad y hacerlo con el swag por todo lo alto.
Y a ti, ¿qué te ha parecido el final?
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