Todos sabíamos que Jane era algo
especial desde el piloto. Lo reunía todo: lo
chorra, lo meta, la capacidad de reírse de sí misma y de todo lo demás y un muy reparto solvente. Esta primera temporada ha brillado por mantener la
originalidad de la premisa y el equilibrio entre incógnitas, relaciones y
chascarrillos, convirtiéndose probablemente en una de las mejores entregas de
este año televisivo. Otras se agotan rápido. Ella no.
Espero que no hayamos visto todo ya, pero creo que del arsenal de tramas de una telenovela, esta temporada hemos presenciado bastante: triángulos/rectángulos/polígonos-cualesquiera-sean-sus-dimensiones
amorosos, intentos de asesinato vía empujón, asesinatos completos, resurrecciones,
sexualidades conflictivas, investigaciones varias, corruptelas policiales, amnesias
pasajeras, momentos musicales, cambios de (sin) rostro, regreso de progenitores
perdidos, progenitores malignos y, cómo no, una nueva progenitora. Cuyo hijo es
robado en el último minuto. Magnífico.
Probablemente me dejaré alguno, pero os hacéis a la idea.
Lo bonito de Jane como dramedia es que ha conseguido tocar la fibra sin
poner en riesgo su sentido del humor. Aunque parezca mentira, no todas las
series compaginan bien la dualidad del género y los guionistas de Jane logran una sinergia sostenible en
el tono, como la muy aplaudida reclama por los derechos de los inmigrantes. Desde aquí seguimos celebrando el Globo de Oro de Gina Rodriguez del que fardó en
el breakdown tras la ruptura con Rafael en mitad del pasillo del Marbella.
Gina/Jane no son lo único de lo que ha vivido la temporada. Detrás de ella,
el plantel de sus secundarios ha
funcionado perfectamente desde el minuto uno. Normalmente las series de
este corte no encuentran su dinámica de entrada y vemos personajes fuera de
lugar cuya muerte no llega lo suficientemente pronto. Aquí no pasa. Hasta
Abuela es trascendental ya para todos nosotros y para aplaudir cuando de
repente habla en inglés.
Jane no sólo ha conseguido sacarnos una sonrisa todas las semanas, sino que
ha marcado un antes y un después en el panorama audiovisual, consolidando a la
CW como una cadena capaz de hacer más que dramas para quinceañeras tanto dentro
como fuera de los premios.
Si hay alguien que todavía no se ha dejado llevar por el hype, las
críticas, los millones de tuits sobre Rogelio (#RogelioMyBrogelio #VivaDeLaVega)
y los bienes y bondades del —con permiso de Meredith Grey— mejor narrador de la
televisión de los últimos años, debería hacer hueco este verano para un maratón
de los 22 capítulos de la revelación de
la temporada.
Larga vida a Jane Gloriana Villanueva. Por muchos capítulos más.
Habia escuchado muy buenas criticas de esta serie, y sumandole la tuya decidí empezar a verla, y voy en el capitulo 6 y me encuentro en momento de adicción con Jane the Virgin. Como si no tuviera ya una larga lista de series
ResponderEliminaryo le di una oportunidad despues de los golden globes y ya no pude parar de verla, la espera por la nueva temporada se me hace eterna
ResponderEliminarTotalmente deacuerdo. Especial desde el piloto. Aquí os dejo mi opinión por si tenéis curiosidad ;)
ResponderEliminarhttp://seriesanatomy.blogspot.com.es/2015/06/jane-gloriana-villanueva.html
Un saludo!