Grey's Anatomy S11E20. One Flight Down

Idea buena, momento adecuado, ejecución dudosa. ¿Qué ha pasado? ¿Por qué no se han puesto de acuerdo con el tono del episodio? ¿Vais a ir a por el recuerdo de una de las más importantes heridas de la serie o vais a hacer un episodio de cachondeo?

No vamos a entrar a comentar lo manido que está el “¿qué pasa con Derek?” porque tener un personaje en plantilla sólo para usarlo de incógnita debido a que nadie tiene ni idea de qué hacer con él es una pena.

Una avioneta que se estrella en mitad de una calle de Seattle se clava directamente en la cicatriz de las dos únicas supervivientes presentes del accidente de Flight, el espectacular final de la octava temporada. Flashbacks de Mark, Lexie y Cristina nos devuelven a uno de los más grandes episodios de la serie y nos siguen arrancando la lagrimilla tras lo mucho que sufrimos hace ya tres años.

Las crisis de ansiedad de ambas Meredith y Arizona se quedan como uno de los puntos fuertes de este episodio, por no decir de la temporada. Luego ya, todo hacia abajo.

Aquí vienen los palos: nos plantean un ambiente de casi solemnidad ante todos los paralelismos que hay. Los amantes separados, las piernas cercenadas, los gritos, el terror… Y luego al jefe Webber contando la batallita cual abuelo a sus nietos, y según van pasando dichos nietos, más exagera su heroica no-proeza hasta que llega a un punto entre la vergüenza y el bochorno.

Esto no pega con el episodio. Si no tenéis pelotas para hacer un episodio 100% dramático, no reventéis un buen tema con más alivios cómicos que personas en duelo. Lo peor es que saben hacer episodios de este tipo bien, y la cagan de pleno sin razón ninguna. -1 para todos los productores que aprobaron este guión.

La otra del cachondeo es Maggie, tan fuera de lugar como llegó en septiembre. Si ya tenemos a un señor quedando mal, ¿para qué poner a su hija de desacertada total también? Mal. Más mal y más peor.

Y la última en discordia: Steph. Ahora autoproclamada nueva abanderada del romanticismo contemporáneo se marca una oda al egocentrismo inédita. El episodio va sobre ella. Es más, ¡toda la temporada va sobre su búsqueda del amor verdadero! ¡Y la serie si hace falta! Anatomía de Steph contra los jefes de neurocirugía y del hospital en sí, porque ellos se están comportando como niños pero ella está resolviendo el asesinato de Laura Palmer y encontrando el Santo Grial. Simultáneamente.

¿Con qué nos quedamos? Con los personajes que importan en este episodio y en los que deberían haberse centrado, no en las demás payasadas. Callie y Alex teniendo que intercambiar theirpersons porque Callie no está para mirar por Arizona todavía, Meredith en su constante “ni contigo ni sin ti” tras los planes del nuevo baby que nos han soltado cual bomba de tabloide y Arizona en un shock emocional hasta cuando averigua quién sostuvo la sierra que le salvó la vida y le dejó sin pierna. Otro gran aplauso para Jessica Capshaw.

Y acabamos como empezamos: luces de policía reflejadas en la ventana de Meredith y pretendiendo que nos imaginemos todo lo peor sobre Derek. Desde aquí lanzamos una iniciativa titulada “¿Quién se va a cargar a Derek Shepherd?” Por hacer algo con él que no sea marear la perdiz, no por otra cosa.

Que si es infeliz, que si se marcha, que si se vuelve, que si se tira a otra, que si pierde el tren, que si se cae de un avión, que si ha sido arrestado por estar involucrado con un cártel de la droga y la trata de blancas y alguien tiene que pagar su fianza… Misericordia y acaben ya con este calvario.

Recordamos que la semana que viene el episodio estará escrito por Shonda Rhimes en carne, hueso y teclado y se titulará How to Save a Life. Shonda lleva sin escribir un episodio desde el mismo Flight que hemos comentado hoy. Creemos que debería venir con ganas. El hype está servido.

PROMO: S11E21. How to Save a Life