“You know those very happy cheerful people?” Meredith Grey ha dejado de ser la representación gráfica de la amargura
existencial. ¿Se lo cree
alguien? No.
Derek Shepherd ya ha plantado pie en el hospital y tal como preveíamos hace
un par de semanas, el segundo conflicto después de su vida marital sería con
Amy. Lo que no previmos es ese apoyo
mutuo que los hermanísimos de los ojitos tiernos han mostrado. Derek acepta estar al
servicio de su hermana y hasta los niños que están de excursión en el hospital
flipan en colores. Impresionante.
Esta excursión de colegio nos ha dado para bastante, o al menos para que la mayoría de los personajes pasasen por el
episodio de forma anecdótica. Jackson y su afán de consolidar la Plastics
Posse como #concepto, Arizona teniendo la charla de la cigüeña/útero a
traición, Alex y sus rayos X guays… Todos queremos saber cómo llegó la lata ahí. Contexto, método, objetivo. Todo.
Pero la que sin duda ha tenido más que sacar de la excursión ha sido Steph.
Steph entra ya con el Tinder on fire
porque hace mucho que nadie la conoce en profundidad. Y uno de los supuestos
profesores que llevaban a los niños era muy alto, muy mono, muy simpático y muy
de todo. Perfección absoluta a domicilio. Si tan sólo hubiese sido mayor de
edad y no tuviese un baile de fin de curso al que no faltar el viernes
siguiente…
La verdadera triunfadora del
ligoteo del episodio ha sido Callie. No sabemos si su apuesto policía volverá en diez días de verdad para ver
cómo lleva la pierna, pero podría darle un motivo a la Torres para salir de su
decadencia y volver a depilarse.
En el departamento de casos, un revival de la quinta temporada en el que
hay que tratar a un criminal y hasta donarle un órgano de la persona a la que
ha asesinado. Bailey a la cabeza de este
conflicto de ética, moral, decencia y duelo. ¿Soy el único que se pone nostalgicón
cuando uno de los internos originales (vamos, los dos que quedan) le plantan
cara a la supuestamente temible Nazi?
Y cerramos el repaso al episodio con esa cita de los hermanos Shepherd que
ponía el broche:
- Creo que me estoy enamorando de Owen Hunt. Y tengo mucho miedo de que eso vaya a destruirme.
- No sería amor si no te destruyera.
Pensé exactamente lo mismo cuando Merdith hablo con Miranda, aquellos tiempos cuando le temian y ahora estan a par!
ResponderEliminar